Festival Colmena 2008

No se por qué le ha dado a los organizadores hacer festivales en lugares naturales; una de dos: o les sale carísimo rentar un lugar de los magnates de OCESA o la moda de “ama el planeta” o “el calentamiento global es inevitable” les pegó muy fuerte. Lo que es un hecho es de que sigue la línea de festivales como el Sonofilia (que tuvo un buen line up, pero el lugar estaba horrible!) y el demandadísimo (no por la gente, sino por abogados) Festival Extremo, el cual como dato curioso tiene un Anti-Myspace, o el helado Manifest (o Manifrost pa’ los cuates), que no tuvieron la buena suerte de estar acompañados por la madre naturaleza (si no pregúntenle a los del Corona).

A pesar de contar con un historial malo en estos aspectos el Festival Colmena (o Hippie Fest) salió medio librado… sí, no fue un Zero Fest en donde los que no han ido a Coachella se sentían como si estuvieran allá, pero aquí sí resaltaría el esfuerzo por crear más que un festival, una experiencia tanto para Sigur Rós como para los asistentes, obvio no íbamos a esucharlo sobre un iceberg o un paisaje “a la Heima“.

Cuando llegué, que fue como por las 2 de la tarde, estaba terminando Natalia Lafourcade, por lo que nada más escuché su bossa nova patesco. Luego siguió la banda local Los Cojolites mentándole la madre a Calderón de una forma muy folklórica…

Antes de que siga con los grupos, me faltó la descripción del lugar: la verdad muy bonito, pero no para los que ven un bicho y saltan o gritan por la desesperación, muy sencillo por la colocación de stands de comida que como en todo festival, tenías que hacer laaaaargas filas para una papa con Valentina, pozole, keka, o un pan integral con mermelada orgánica. El escenario quedaba entre dos grandes peñotas forrada de musgo, los baños: pocos y apestosos.

Siguiendo con las bandas, estuvo Simplifiers que se nota que hay un integrante exranjero en la alineación porque tuvieron sus momentos Led Zepelinescos experimentales que en general no desagradó a la gente. Juan Son presentó su proyecto solista que adelantando un poco lo que será su disco, suena muy “bjorkesco” por las programaciones, luego tendremos una entrevistita por acá muy reveladora de lo que pasó con Porter, Coachella, su participación en el Unplugged de Julieta Venegas y el futuro de su carrera. Chikita Violenta pues… muy Chikita Violenta. Los Dorados tocaron poco porque Juan Son les quitó parte de su tiempo. Childs estuvo bien, muy ad hoc para el festival: ambiental y tranquilón. Andrew Bird muy bien, me recordó mucho a Jens Lekman, sólo que aquí era un “one man band”.

Y el platillo fuerte: Sigur Rós. La verdad fue una experiencia increíble, no sé si él escogió el lugar o los organizadores al ver heima se les ocurrió hcerlo ahí, el chiste es que la combinación fue muy buena, aparte de que el sonido estuvo muy nítido para mantener la fragilidad de sus canciones. Después de echarse varias canciones, entre las cuales estaba Untitled #1 dejaron de tocar dejándonos a todos con un signo de interrogación en la cabeza para que acto seguido, parte de la banda comenzaa a tocar canciones folklóricas de Islandia (incluido el himno nacional islándico). El motivo fue que el baterista del grupo Orri Páll Dýrason se sintió mal, por lo que hubo un momento en que el concierto se cancelaría, pero la banda regresó sin él. Hubo un momento magi-pacheco en el que soltaron pequeños papeles metálicos que en medio de la oscuridad y sonidos del bosque más las cancions de Sigur Rós fue hipnotizante. El highlight de la noche fue la canción Gobbledigook del nuevo disco með suð í eyrum við spilum endalaust (a ver, díganlo al revés) en donde se creó un buen ambiente.

Previniendo lo que sucedería optamos irnos alejando poco a poco del escenario para tomar el primer camión de regreso, ya que cabe recordar que el costo del boleto incluía el transporte, y efectivamente a pesar de ser de los primeros en llegar a las laaargas filas de los camiones si era un desmadre en donde la fila de Auditorio o de CU o de Mundo E le echaban porras a los organizadores para que el próximo camión que saliera fuera el suyo. No supe bien que pasó al final, pero esta página de Facebook parece decir que no estuvo tan bien la salida.

Para los que se quedaron con la duda de qué le pasó al baterista, los organizadoes mandaron este mail para ponernos al tanto:

“Muchos habrán recibido la noticia acerca de que Sigur Rós tomaron una pausa en su show dado que el baterista del grupo Orri Páll Dýrason comenzó a sentirse mal. Minutos más tarde los otros tres integrantes regresaron a terminar su presentación sin el apoyo de Orri. Lo que al principio parecía solamente un dolor de cabeza tomó un giro inesperado y la situación se agravó. Orri tuvo que ser trasladado de manera urgente a la unidad de Neurología dentro de un hospital de la Ciudad de México, lugar donde aún permanece. Mantendremos a los miembros de la prensa informados acerca del estado de salud de Orri y pedimos a todos sus seguidores que continúen con sus deseos positivos para que se recupere pronto.”

Así que a pedir buenos deseos al baterista para que esto no pase a mayores.

MP3 // Sigur Rós – Gobbledigook

Imágenes del concierto en breve…