Caifanes @ Vive Latino 2011

Fotos: Roja

Hubo varias cosas que pudimos entender luego de este fenomenal reencuentro de uno de los grupos más importantes del rock mexicano:

Una fue que las canciones son como un ser vivo, y que justo en el momento que sus creadores dejan de tocarlas se vuelven cadáveres que pueden ser resucitados parcialmente al momento de que una banda le hace un cóver, pero nunca cobran vida hasta que sus creadores la vuelven a tocar.

Otra fue que nunca es tarde para reconciliarse con alguien. Tuvieron que pasar 16 años y enfermedades casi mortales para que se pudieran limar asperezas entre los miembros del grupo. Afortunadamente no llegaron a imaginarse el no haberse podido despedir de alguien con quien uno llegó a tenerle tanta estima por haber compartido, y sobretodo, haber creado magníficas canciones del ideario mexicano.

Otra cosa es que el poder de una canción va más allá de lo trascendente, ya que tiene el poder de unir a tantas personas de tan diferentes edades e ideologías para que en el lapso que dure canten la misma letra y al mismo tono.

Caifanes nos dio una muestra de eso y más en el reencuentro más significativo de los últimos años, ya que ni Soda Stereo, Héroes del Silencio o Los Fabulosos Cadillacs tuvieron tanto peso anímico en los mexicanos como ellos, ya que nos hablan desde nuestro lenguaje (tanto lírica como musicalmente) el cual queda inmerso y empapado por momentos de influencias prehispánicas, así como en sus metáforas entre lo cotidiano y lo místico.

Para el concierto del Vive Latino se juntaron todas las almas que estaban dispersas en los distintos escenarios en uno mismo para ser testigos de este reencuentro, con el que empezaron muy inteligentemente con “¿Será por eso?”; los que superficialmente conocen a la banda (los cuales eran muchos) no quedaron tan sorprendidos, pero para eso son los hits, así que siguieron con “Mátenme por que me muero” y “Viento” con el que automáticamente crearon una hermandad entre los presentes al no solo cantar al unísono, sino también por recordar que vivieron las mismas épocas y que posiblemente estas canciones provocaron los mismo sentimientos.

Por su parte “Antes de que nos olviden” cobró un significado más actual al darle referencias a lo sucedido en Ciudad Juárez.

Luego siguieron la sección para cantar con “Detrás de ti”, “Nubes” y “Piedra”, para dar paso a la sección del disco El nervio del volcán con la bellísima “Ayer me dijo un ave”, la cual es una joyita escondida en este disco por su sencillez ya que en vivo fue casi una versión acústica. Siguieron “Aquí no es así”, “Miedo” y “Afuera” en donde Marcovich se lució en los solos que tiene cada canción.

“Nos vamos juntos” de El silencio fue memorable, son de esas canciones que uno nunca hubiera pensado que cantarían en este reencuentro.

Luego del encore, regresaron con dos canciones más oscuras de su repertorio: “El negro cósmico” (que suelen cantar con Jaguares) y “Amanece”.

El final fue impresionante con el combo de “Hasta morir”, “No dejes que”, “La célula que explota” (con la que se dieron el lujo de que la gente cantara gran parte de la canción) y “La negra Tomasa”, la cual a estas alturas posiblemente sea considerada como su “Creep” de Radiohead, por ser la canción que los lanzó al estrellato.

Por las altas expectativas uno hubiera imaginado que la gente se hubiera desvivido por este concierto, lo cual pasó por momentos pero no todo el tiempo. Lo que fue un hecho es que revivir esas canciones, que ya eran consideradas como unos cadáveres, fue todo un manjar auditivo para quienes pudimos vivir la época en que fueron hechas porque no es lo mismo escucharlas en un Cd, con una banda de cóvers o incluso con Jaguares.

Setlist
¿Será por eso?
Mátenme por que me muero
Viento
Antes de que nos olviden
Los dioses ocultos
Detrás de ti
Nubes
Piedra
Ayer me dijo un ave
Aquí no es así
Miedo
Afuera
Nos vamos juntos
Encore:
El negro cósmico
Amanece
Hasta morir
No dejes que
La célula que explota
La negra Tomasa