Por: Luis Arce (@lsfarce) /// Fotos:BigIdeas (OzCorp)
La más reciente producción discográfica de Earth es el resultado de la evolución sintomática de su guitarrista y miembro más longevo de la banda, Dylan Carlson. Angels of Darkness, Demons of Light Vol. 1 es uno de los discos más absorbentes e imaginativos que hayamos escuchado durante el 2011, no sólo en el estilo musical de la banda; sino en los dominios del rock. Además se trata de una de las obras mejor realizadas bajo el nombre de Earth en una carrera que abarca cerca de 20 años.
Lograron crear un sonido reconstituido y llevado hacía los límites de la disonancia, gracias a las fugas de sonido acompañadas por la poderosa resonancia del bajo y el intenso ritmo de batería que ralentizaron la energía de la musicalidad hasta sumergir cada fragmento melódico en una atmósfera de distención y alargamiento progresivo del ambiente. Estamos hablando por supuesto del disco; pero Dylan Carlson y compañía sorprendieron con el emocionante despliegue de cada una de las virtudes del álbum, llevadas al escenario. No me malinterpreten, no se trata de una simple reproducción del álbum en vivo. Aunque Earth respetó por completo la estructura del mismo, interpretó algunos de los mejores cortes que éste puede ofrecer como “Old Black” o la pista que da nombre al disco. La presentación también estuvo condimentada por un estilo directo y sin pretensiones de grandeza por parte de la banda. Un estilo directo y franco que no mostraba más que un excelente grupo haciendo lo que mejor saben hacer. Crear y recrear su propia concepción de la sonoridad característica del drone.
Acordes larguísimos disueltos en una paleta de efectos sumamente embelesada, estructuras rítmicas que no paraban de explorar paisajes sonoros que generalmente no es escuchan el rock, y claro, la influencia de otros géneros como el jazz o el country, dejaban claro que la efectividad de ciertos estilos musicales, depende siempre de la manera en la que un grupo de músicos es capaz de alongar y distorsionar la atmósfera que han creado. Y Earth lo había logrado con creces, resonando con fuerza y contundencia aún cuando el concierto había terminado. El efecto era sencillo pero abrasivo, tomar cada sonido y explorar aún más lejos en éste.
Uno de los momentos claves de la noche ocurrió cerca del final de la misma, cuando Carlson tomó el micrófono para explicar que estaban a punto de interpretar una de versión diferente de “Angels of Darkness, Demons of Light 1” –también dejó claro que la parte dos del álbum saldrá el año que viene, pero no es el tema. Lo que siguió a la presentación de la pieza fue extraordinario, el lugar estaba embelesado por la majestuosa sonoridad que la banda había alcanzando, con Dylan Carlson despedazando todo, con el feedback de su guitarra.
El fmx (Festival de la Ciudad de México), es sin lugar a dudas, uno de los referentes obligados en cuanto a propuesta musicales que disertan del conocido mercado de música mucho más mainstream. Durante el año ofreció algunos de los mejores conciertos que pudimos ver en tierras nacionales. Evan Parker, The Residents, The Melvins o Maja Ratkje son testimonio de ello. Ahora podemos decir que este año ha concluido, y que lo hizo de una manera brillante.
Sin lugar a dudas, festivales como Aural, congregan en sus presentaciones, una exploración audiovisual que seguirá marcando las ideas y concepciones que tenemos sobre la música experimental.
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