Por Maru Iniestra @889Maru (escúchala en 88.9 Noticias de ACIR de lunes a viernes 12:00 a 15:00 con Iñaki Manero) /// Fotos José Jorge Carreón (OCESA)
With a little help from my friends…
A todo Beatlemano, tarde o temprano nos llega el inevitable momento de contestar la machacante pregunta: ¿Y cuál es tu Beatle favorito…?
Richard Starkey nació hijo de la clase obrera de Liverpool, tuvo una infancia difícil, carencias económicas y afectivas. Desde pequeño fue un niño muy enfermizo. A consecuencia de sus largas estancias en el hospital recibió una educación muy poco formal. De adolescente se desempeñó en diversos oficios, pasó de mensajero a barman. En esa época su padrastro le había comprado una batería de segunda mano, así que su gusto y habilidad con las percusiones le permitió pertenecer a diversos grupos que lo llevaron del skiffle al rock ‘n’ roll. Para principios de los 60s decidió que se dedicaría de tiempo completo a la música. Cambió su nombre, por un juego de palabras que hacía alusión a su gusto por usar varios anillos en sus manos, (ring=anillo en inglés). Para entonces, se había convertido en el baterista de Rory Storm & The Hurricanes, uno de los grupos más importantes del momento, donde su “Starrtime” ya lo hacía brillar con luz propia en la vibrante escena del Merseyside.
Ringo Starr era conocido por su popularidad en Liverpool, como por sus actuaciones en el circuito de bares en Hamburgo, Alemania. Pero lo que son las cosas… hacia 1962 la popularidad de Rory Storm & The Hurricanes había venido a menos, los contratos no eran tan atractivos y para esa época otro grupo que cada vez ganaba más terreno e importancia y que ya le había echado el ojo, le ofreció el puesto de baterista por 25 libras a la semana. Oferta que fue aceptada y con la cual Ringo Starr pasó a formar parte de los Beatles…
Desde entonces a la fecha muuuucha agua ha corrido bajo del puente… Beatlemanía, matrimonio, hijos, ruptura del cuarteto, carrera como solista, cine, televisión, alcoholismo, (ayúdame con lo que se me olvide….), divorcio, el asesinato de Lennon, otra boda, rehabilitación, nietos, la formación de su propia agrupación, cambios de formación en la All Starr Band, la reunión para la antología, la muerte de Harrison, seguir saliendo de gira, por qué no un disco de Navidad, (agrégale todo lo que quieras), hasta llegar a sus 71 años y venir a México para dar un concierto por primera vez…
Muchos dicen que Ringo Starr es el hombre más suertudo en la historia de la música, yo digo que sólo con suerte no se consigue tanto en la vida; algo debe estar haciendo bien…
Y algo en lo que Ringo Starr tiene mucho acierto, es en rodearse de excelentes músicos y amigos. Le he visto formaciones con artistazos como Billy Preston y John Entwistle, (ambos Q.E.P.D) o con Gary Brooker y Jack Bruce por ejemplo… y esta ocasión lo ha hecho nuevamente para esta gira que también lo llevará por vez primera a Latinoamérica.
Vaya impresión que se han de haber llevado ante la respuesta de los mexicanos… todavía no salían y el grito de “Ringo, Ringo” estremecía al Auditorio Nacional. Puntualidad inglesa señoras y señores, así son los grandes… y ahí estaba él, al filo de las 20:30 como señalaba el cotizadísimo boleto (en las afueras no te decían “quiere boletos”, la súplica era “¿te sobran?”). Y que empieza la magia, gritos, silbidos, banderas mexicanas, letreros, portadas de discos, disfraces de Sgt. Pepper, playeras, encendedores… los años de espera contenidos se dejaban sentir cuando apareció Ringo sobre el escenario, de negro con vivos en plata, su ya clásico look de lentes oscuros y barba impecable. Su hebilla de peace & love, aretes en la oreja y no tantos anillos… Mira que abrir con “It Don’t Come Easy” es para tocar las fibras más emotivas de todo beatlemano. Terminada la ovación y con el furor a tope Ringo tuvo a bien manifestarnos su mensaje: “Peace & love everybody!”. La siguiente de la noche fue “Honey Don’t”, aquel clásico de Carl Perkins al que Ringo desde los 60 le imprimió su propio sello. Cómo habrá estado el público que el fabuloso ánimo nos valió que Ringo saludara a los de arriba, a los de abajo y para ese momento ya eramos una gran audiencia en sus propias palabras. Continuó con una rola que sirve de estandarte a su bandera con la cual pregona amor: “Choose Love”. De ahí pasó a la batería para ceder el escenario a Rick Derringer quién nos terminó de echar a la bolsa con el éxito que tuviera con The McCoys “Hang on Sloppy” y que en México conocemos como “Hey Lupe”. Siguiente personajazo de la noche: Edgar Winter… nomás con su presencia texanota se presagia buen rock y calidad y que nos lleva a su “Free Ride”. Luego, la cosa se puso ochentera con Wally Palmer, aquel líder de The Romantics que abordó la ocasión con “Talking in your sleep”. Nuevamente el turno de Ringo para dedicarnos una rola a todas las mujeres “I Wanna Be Your Man” (y pensar que esta se la habían dado Lennon y McCartney a los Rolling Stones…). Al término de esta canción otra oportunidad para Ringo de exclamar “Great audience!”. El siguiente en tomar el micrófono fue Gary Wright quien antes de interpretar su éxito “Dream Weaver” hizo gala de su español y de su relación de años con Harrison y posteriormente con Starr. A continuación “Kyrie” a cargo de Richard Page el de Mr. Mister, rola para la cual durante unos momentos Ringo tocó el pandero y luego la batería. Una vez más al frente del escenario, Starr presentó el siguiente número de la noche como una canción del lugar donde nació “The Other Side Of Liverpool”. Quedará en la memoria de todos la voz de Ringo diciendo: “Si no se saben esta canción, están en el lugar equivocado”, ya que no mentía: “Yellow Submarine”. (El público hizo caso al llamado en redes sociales de llevar encendedores y globos amarillos). Woooooow, casi se cae el Auditorio Nacional con todos brincando y agitando los globos. Eso se veía impresionante!. Tanto, que el mismo Starr agradeció el detalle y a los de la banda les brillaban los ojitos con el detallazo. Bieeeeeen…!. Que divertida, que gozo nos dimos al interpretarla todos… (Nomás pa’ que los elevados sigan diciendo que es una ¡”#$%&/(*) canción ñoña y que no debería existir en el catálogo Beatle). Y luego vaya manera de adueñarse del escenario, sí que Edgar Winter liberó al monstruo musical con “Frankenstein”. Ahí nomás una probadita de lo versátil que es entre el teclado y el saxofón. Entre el blues, el jazz y el rock. (En set list previos a su presentación en nuestro país Ringo había estado tocando “Peace dream” pero aquí no lo hizo). De ahí Starr pasó a interpretar otro de sus éxitos, al principio al frente del escenario y luego de regreso a la bataca con “Back of Boogaloo”. Posteriormente a deschongarse con la armónica y la clásica de The Romantics en la voz de Wally Palmer “What I like about you”. Rick Derringer se lució con un solo que como bromeó Ringo, fue toda una clase de guitarra… todo al ritmo de “Rock and roll, hoochie koo”. Con ese humor que caracteriza a Ringo presento “Boys” diciendo que esa canción la tocaba antes con otro grupo… Rory Storm and the Hurricanes!. Segundo y último turno para Gary Wright con “Love Is Alive”. Concluyó también su participación Richard Page con el hitazo “Broken Wings”. Ya para este entonces el público estaba delirante… Por si fuera poco Starr tuvo el detalle de preguntar que si teníamos alguna petición a la cual casi todos respondimos a gritos nuestros propios deseos, pero sólo se vieron cumplidos los de aquellos que pedimos “Photograph” (aaaaaaaaaaah que recuerdos…). Siguió otra de la época Beatle “Act naturally”. La respuesta del público hizo que Ringo exclarama: “I love México, I love México City”. Se acerca el final… y ya todos en hermandad, a la voz de Billy Shears coreamos “With A Little Help From My Friends”. La banda hecha una sola para agradecer al frente del escenario y así poner broche final con su tributo a Lennon de “Give Peace A Chance”. No hubo encore y por más que la gente pedía que Ringo regresara, así se terminó la increíble noche donde entre los pasillos se escuchaba a los fans decir: “¡Hicimos historia!”.
Por ser un tipo tan auténtico. Salir adelante. Creérsela. Por su nariz, su melancólica mirada azul, sus lentes oscuros, su maravilloso sentido del humor, su voz nasal. Por su batería con un solo tom de aire, su característico movimiento de cabeza, su estilo para tocar siendo zurdo, sus mismos bailes en el escenario. Por el jardín del pulpo. Por sus estrellas, su eterna señal de peace & love, sus anillos y aretes. Por todas sus All Starr Band. Por ser buenísima gana. Sus comerciales de Pizza. Por ser Mr. Conductor en Shining time station. Por sus pinturas… Por El Cavernícola. Porque es el preferido de Marge Simpson. Por los amigos que se carga… Porque no le hace falta el título de “sir”. Por toooodos sus covers. Por el álbum blanco y el más blanco… Porque la primera vez que lo vi en concierto me subí al escenario y lo abracé y lo besé. Porque aquí en la conferencia de prensa le dije que lo amaba y me contestó: “I love you too!”.
Con todo mi cariño y agradecimiento para Lalo González y Mau Ferrusca.
Maru…
Lo que hace la pasión y el gusto.
Buena reseña…
Saludos.
Maru!
Yo nunca pude alcanzar un boleto. No entiendo cómo mucha gente lo menosprecia ante los otros tres Beatles cuando es tan tangible que Ringo es unaa estrella que brilla con luz propia y lamuestra está en que, a pesar de que nunca se anunció cuándo saldrían a la venta los boletos, éstos se agitaron en una hora (55 minutos, según algunos). Ringo había dicho que esperaba que los fans hicieran con los encendedores algo similar a lo que le contó Paul. Bueno, creo que se habrá ido bastante satisfecho en ese sentido.
Te juro que casi lloro con tu reseña y lamento amargamente no haber podido ir y te envidio cordialmente por haber ido y haber entrevistado a Ringo.
¡¡¡Felicidades!!!
Simple y sencillamente excelente reseña =D
Guauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!!!!!!!! Estoy en tu reseña… y no sólo por la mención, sino porque viví el concierto! Soy malo para leer textos largos, pero este fue como agua… aparte de ser “bitlemaniaca”, eres una gran narradora, así que lo disfruté como no tienes idea… sólo me falta preguntar: Ringo es de tus mejores Beatles? El número 2, acaso? Jiji… por cierto… recuerdo perfecto el diálogo:
MARU: Ringo, I love yo
RINGO: I love you too…
Jiji… abrazote! Te quiero.
LALO
¡¡¡ Excelente Maru !!!
No soy Beatlemana, ni mucho menos, sin embargo, viví el concierto con tu reseña. Estuvo ¡sensacional! 😀
Qué experiencia, y lo que cuentas: haber estado por primera vez en su concierto, subir al escenario, abrazarlo y besarlo. Ahora, en México, poder declararle tu amor y verte correspondida, ¡¡¡uuuuhhh!!! Y de esto último, pude ser testigo por radio ;D
¿Existe alguna foto de ese momento en el que toca “Yellow Submarine” y el público agita sus globos amarillos? ¡Qué impresión!
Gracias por compartirnos tan grata experiencia.
BESOS
Se agradecen mucho las reseñas hechas por fans, te sacan las palabras de la mente!!, buena la reseña con historia incluida y la emoción a flor de piel bien transcrita. El concierto maravilloso y emotivo que me hizo el año 🙂
¡Excelente reseña!Narra tal cual lo sentí. Se ve que nos llegó a todos con la misma intensidad esa noche de excelente música.
asi deberian de ser la reseñas de los colaboradores aqui no solo un llego toco tal cosa y se fue pff deberian de transmitir mas emocion
da gusto que hiciera la reseña alguien tan apasionado y que conoce tanto a Ringo!! además bien escrita. muy bien que tengan cronistas así! saludos 🙂
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