Por: BigIdeas (OzCorp)
Pues Radiohead regresó, y para sorpresa de muchos, lo hizo antes de lo que todos pensaban. Esa semana de inter entre los dos fines de Coachella resultó muy beneficiosa para los fans mexicanos. Sin embargo fueron un par de conciertos agridulces. Las expectativas y emociones de ese esperado regreso ya no estaban presentes en todas las personas. Ahora no hubo conciertos agotados en cuestión de minutos, ni búsqueda desesperada de boletos en la reventa. Inclusive el día del mero concierto, había una vendimia loca por todos lados. Parecía que todo mundo se había arrepentido de haber comprado boletos o se enteraron de lo que estaban tocando y no querían saber nada de las canciones nuevas o sabrá Dios las razones que los hayan impulsado a tomar semejante decisión. Obvio se vieron muy tontos al hacerlo.
A ésta alturas, Radiohead no tiene nada que probar, y durante el martes lo dejaron claro, mucho del material tocado fue tanto del King of Limbs como los sencillos que han salido y canciones nuevas aun no grabadas que han salido posteriormente, y aquí la crucial diferencia, ya no son esas composiciones frías creadas desde ordenadores y cajas de ritmos, ahora son monstruos que van devorando lo que tienen enfrente. Para crear los complejos ritmos, además de contar con Phil, se trajeron a Clive Deamer, baterista de Portishead. Ambos entrelazan sus percusiones con el bajo de Colin para transformar las canciones en entes orgánicos, cálidos, que erizan la piel si uno ponía atención a como entraban y salían las notas. Esto fue notable en la canción con la que abrieron ambos conciertos, “Bloom”, dándonos en esos 5.16 un claro resumen de todo lo que veríamos, en “Morning Mr Magpie” donde se encimaban elemento tras elemento, como piezas de tetris y especialmente en “Lotus Flower”, cuando los bajos entraban y salían de la nada para volar cabezas. Además lo que sucedía en las pantallas no se encontraba aislado de la música. La parte abstracta reflejaba lo que estaba sucediendo en las baterías de Phil y Clive. Se traducía en una forma visual todos los complejos ritmos que se crearon para todas las creaciones recientes, así como los nuevos arreglos de las viejas canciones, como si hubiesen sido inyectadas de botox, manifestándose rejuvenecidas, limpias, pero no por eso menos poderosas. Los unos y ceros sónicos se manifestaban de forma visual en intensidades y colores. Las otras pantallas se enfocaban en cada miembro de la banda, y como interactuaban con sus respectivos instrumentos, para luego ser envueltos, a veces, completamente por la luz. Una ascensión a los cielos podría llamársele.
Pero claro, no todo podía ser perfecto. Una vez más los vendedores se encargaron de arruinarle la experiencia a algunos –en particular a mi-. Ahora me toco que me gritaran “cervezas” durante “Pyramid Song” y en “Exit Music” el vendedor de esquites simplemente se sentó y se puso a despachar enfrente de mí, casual. Estas cosas solo pasan aquí. O a mí.
Se podría decir que los dos conciertos se complementaron, pero no al grado del los de la visita anterior; en ese entonces, la variación entre uno y otro fue mayor y exceptuando el incidente de la cuerda rota durante “Exit Music”, no había nada motivos de queja. Para todos los que mentaron madres de no haber oído cierta canción, sabían que tenían que ir a ambos, era imposible que tocaran todas las esperadas en una sola fecha. Y sin embargo, parece que mucha gente no aprendió la lección, ya que ahora todos estaban recalcando que en el primero faltó “Karma Police”, y en el segundo no tocaron nada de The Bends. Sin embargo, Radiohead se vio mucho más complaciente en estos conciertos que en los pasados. El segundo resultó ser muy parecido al primero desafortunadamente, y eso fue algo que le dolió a los fans más clavados.
Solamente el fragmento más largo de lo normal de “True Love Waits” logró redimir lo que fue en parte, un decepcionante encore. Entonces, Radiohead regresó, la gente se alocó, pero no tanto, abarrotó el Foro Sol, pero no tanto, intentaron cantar las canciones nuevas, pero no tanto, -más washawasheo ahora-, muchos salieron satisfechos, pero no tantos. Y cuando vuelvan a regresar, debido a todo lo anterior, tal vez haya la posibilidad de que por fin toquen en un lugar más pequeño, donde solo la gente que continúa siguiéndoles la pista se alocará, abarrotará el lugar, bailará y cantará. El resto vivirá sin que les importe.
Martes 17 de abril
Bloom
15 Step
Airbag
Staircase
The Gloaming
Morning Mr. Magpie
Supercollider
I Might Be Wrong
Nude
Reckoner
Identikit
Little by Little
Lotus Flower
There There
Feral
Idioteque
Encore:
You and Whose Army?
Kid A
Exit Music (For a Film)
Paranoid Android
Encore 2:
Give Up the Ghost
Planet Telex
Street Spirit (Fade Out)
Miércoles 18 de abril
Bloom
15 Step
Morning Mr. Magpie
Staircase
The Gloaming
I Might Be Wrong
Weird Fishes/Arpeggi
Pyramid Song
Nude
Skirting on the Surface
Kid A
Lotus Flower
There There
Karma Police
Feral
Idioteque
Encore:
House of Cards
Separator
Reckoner
Everything In Its Right Place
Encore 2:
Give Up the Ghost
Exit Music (for a Film)
Paranoid Android
Extraordinaria Reseña!
La eterna compentecia de que rolas tocan en uno o en otro queda fuera de lugar… el hecho de escuchar todo ese ensamble es algo que aporta más a la memoria y a los sentidos… me gustó mucho más esta visita que la anterior…
La situación de la venta de Cervezas y Esquites es muy frustrante… pero es esa cultura de depender de otros por la flojera de no hacerlo… ejemplo, los despachadores de Gasolina…
Que reseña tan más fria. Seguramente,(Big ideas -ozcorp-)eres de las personas que van a los conciertos, sacan su smartphone y suben al facebook lo que acaban de experimentar… RADIOHEAD muy bien. 😀
La verdad es que la reseña no puede estar mas alejada de lo que enverdad se vivio ( ecepto la estupides de vender boletos para luego venderlos) estos conciertos fueron mas calidos y emotivos que los del 2009 todo se vio reflejado en como se desenvolvio la banda durante todo el acto llenos deempatia.
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