Entrevista /// Sr. Amable

Texto y fotos: Art Jiménez

La impecable y escrupulosa manufactura del EP Himnos al Desencanto (2012) del proyecto Sr. Amable de Andrés Murillo lo posicionó como uno de los mejores discos del 2012 hasta ahora a juicio de Me Hace Ruido, pero una revisión a la numerosa producción pasada de Murillo revela a un músico que desde el inicio se encontró en búsqueda de una especie de pop iluminado.

Nos sentamos con Murillo en una tradicional y ruidosa cantina llamada La Antigua Paz en su natal Chihuahua para platicar acerca de su trabajo como su alter ego.

Estuviste en Argentina varios meses ¿El viaje fue hecho específicamente para grabar Himnos al Desencanto?
Fui a estudiar unos cursos rápidos de Producción en Audio e Ingeniería. El disco lo acabé de mezclar ahí porque tenía miedo de finalmente arruinar la mezcla. Quería esos detalles técnicos que me ayudaran a decidir por qué un compresor es mejor poniéndolo en cierto lugar, es decir, cosas que en el pasado había hecho por estética auditiva pero que realmente no sabía porqué estaba bien. Cuando acabé el curso y obtuve el conocimiento técnico por fin terminé de mezclar esas dos o tres canciones que tenía desde el 2010, pero que en ese momento no sabía cómo quería que sonaran. Lo oía en mi mente pero no sabía cómo hacerlo. Justo tengo ese problema ahora, también.

Parece un problema menor en tu caso. Tu lista de lanzamientos te delata como un músico prolífico e inquieto
Lo hago simplemente con la intención de no dejar un gran hueco y decido lanzar sencillos. Son canciones que no quedan con otro disco, como, por ejemplo, la que hice con Piyama Party. Esas canciones las meto a compilaciones pero nunca estarán en alguno de mis discos.

¿Será posible que haces esto con el afán de no violentar a un nuevo oyente del Sr. Amable con un género o estilo distinto?
La idea es que no exista un sólo género. Que caigan todos esos preceptos de “¿yYtú qué tocas?”. Yo no sé qué toco… Si lo quieres ver de forma tradicional, yo toco la computadora. Por más que suenen baterías o guitarras grabadas todo está hecho en mi computadora, así que yo hago música electrónica.

Entonces en tus colaboraciones con otros músicos ¿no te apoyas en ellos para hacer una participación colectiva?
Ahora sí. Mañana, por ejemplo, vamos a grabar unas baterías para un disco que apenas se me ocurrió ayer. Será un cover y cuatro canciones y las voy a grabar con Marco, el baterista de una banda muy buena que se llama The Mueres y con El Tan en el bajo. Es con una guitarra electroacústica pero distorsionada y una voz, ambos con delays. Con ellos les pido, por ejemplo, que me graben una batería varias veces, varias tomas de una misma parte, las tomo y las recorto. Rara vez dejo algo con una larga duración, casi todo es una serie de recortes. Eso me ayuda a lograr la textura que necesito.

¿Este tipo de colaboración entre músicos es común en Chihuahua?
Se conformó CUU desde el Espacio que es nuestro colectivo pero no sé si exista más. Sacamos un disco recopilatorio en el 2011 pero yo sentía que estaba mintiendo. Produje la mitad de ese disco pero sentía que estaba inventado una escena que no existía. Mucha gente apreció ese disco. Es un trabajo que amerita ponerle atención pero muchas de esas bandas dos meses después ya no existían.

A falta de espacios para tocar y de organización de eventos fue cuando nos empezamos a hacer una comunidad. Todos comenzamos a trabajar para un evento en específico. Muchas veces sugeríamos: “¿qué quieren escuchar?” “A Juan Cirerol”, y lo traíamos. Entre todos cooperábamos y comprábamos su boleto pero Chihuahua es la capital de la antipatía y también es la capital del random. Nunca puedes pronosticar lo que va a pasar. A Cirerol podía reventar el lugar o podían ir 15 personas. Afortunadamente se llenó, pero es difícil.

Aún cuando grabas Himnos… prácticamente tú solo, no se escucha hermético, aunque tiene una calidad de sonido muy particular.
Himnos al Desencanto sí tiene influencias claras lo-fi. Una de mis primeras era la estación Radio Ranchito. Me gusta cómo sonaba, con un poco de gis y que truene. Me gusta que cruja. Es esa sensación de escuchar un viejo vinilo o una estación de acá que te da cierto confort. Por otro lado lo que hice con Marian Ruzzi quería que fuera lo más pop y hi-fi. Está más claro todo, sobre todo en las voces y los bajos, siempre se puede más. Tardé como un año para mezclar esa canción. Casi me volví loco. Ya todo lo quiero hacer rápido, así como salga.

¿Prefieres eso?
No, se requiere. Las veces que me he tardado mucho haciendo algo no ha sido sano. No avanzas. Te sientes mal. Ya cuando sales es un alivio enorme.

Ahora la estoy pasando bien pero en el 2009 estuve muy mal. Deprimido. Era el mero desmadresote aquí. Ahí es cuando hice el CUU LP (2009). Me pasó algo muy extraño en donde escuchaba todo. Empecé a experimentar con un pedal que se llama Memory Man que es como una droga. Puedes crear loops infinitos y meter delays y capas y capas y más capas. Unos amigos y yo nos juntábamos a hacer esos loops por horas, a veces siete horas y siempre encontrábamos algo nuevo. Salía de esas sesiones, escuchaba todo y sentía que me estaba volviendo loco. No podía ponerle atención a algo en específico. Estaba mezclando ese disco a la vez y fue muy pesado. Soy la persona más pesada del planeta cuando estoy mezclando. Me obsesioné con ese proceso.

Además, Sr. Amable es el medio para sacar la ira y la impotencia que tengo al ver muchas cosas; ahora me he inclinado por el tema político pero todos los discos tienen un sentido contestatario desde el 2008. Siempre tienen dos vías: amor: como lo que hice con Marian o esta idea de que nos están jodiendo. El que viene está cargado más a éste último.

¿Es ira entonces?
Es ira y decepción. Himnos al Desencanto es decepción, es un “¿Qué no ven?” El disco que viene también es así pero va a estar más movido e irónico, se va a disfrazar más. Himnos… quería que te quebrara, éste último hasta lo vas a poder bailar.

Lo que trato de manejar ahora son significados múltiples. Me gusta la mucho la ambiguedad, la ambiguedad de la letra. “Zigzag” es, por ejemplo, un tema de fútbol si quieres: “Sentirte fuera de lugar”, “Falle garrafal”, cosas así. Estoy muy concentrado en ese ejercicio y me gusta mucho hacerlo. Para mi el trabajo de las letras es lo más importante de Sr. Amable. A veces cantar la canción bien sería arruinarla. Necesita ese personaje errático y ambíguo que no sabes si ríe contigo y o de ti. Si te está echando mierda o está de tu lado. Me parece que es un personaje así, que se mueve de un lado al otro. Ése es Amable.

Sr. Amable se presentará el próximo 22 de septiembre en la Ciudad de México dentro del Festival Antes de que Nos Olviden 2012

Escucha: Sr. Amable /// Deguerra

Video: Marian Ruzzi & Sr. Amable /// Una Pieza Más