Por Jorge Vigeras /// Fotos cortesía Indie Rocks!
La expectativa de los tres conciertos por parte de los seguidores mexicanos, quienes esperamos durante un par de décadas para verlos, era bastante exigente al querer escucharlos tocar sus temas clásicos. Obviamente no iba a ser posible por parte de la banda cumplir todos los deseos de sus fans en México, sin embargo hicieron muy bien en tocar tres playlists completamente diferentes en sus presentaciones.
Los tres conciertos tuvieron algunas un par de similitudes como comenzar sus shows a las 9 en punto con una duración de casi tres horas, así como también que en todos hicieron un intermedio proyectando en una pantalla capítulos de Popeye por poco más de 30 minutos.
En el primer concierto, resaltaron dos cosas, la primera fue que en el área de abajo habían sillas con asientos numerados, mismos que no se pudieron respetar al momento que la gente comenzó a brincar y bailar. La segunda fue que a Les Claypool, una persona del público le aventó un vaso lleno de cerveza a corta distancia lo que hizo interrumpir la canción y, molesto, ir por una toalla para secarse. Minutos después del incidente, Claypool se acercó al micrófono y dijo que él suponía que si le aventaron una cerveza es porque esa canción no les gustaba y por eso no la acabaría de tocar. La gente molesta con el individuo que hizo esto, pidieron a gritos que lo sacaran del recinto. Después de algunos movimientos por parte de agentes de seguridad y seguidores del grupo, al parecer identificaron a la persona y lo retiraron del lugar.
Sin embargo, Claypool continuó con su show con una actitud algo distanciada y el setlist fue bastante tranquilo, lo cual se notaba al oír a la gente pedir por algunas canciones que no fueron tocadas.
Para el segundo concierto, quitaron las sillas de la zona General, lo cual le dio más calidez al concierto para que la gente se acercara más al escenario, a pesar de que no se podía notar un lleno total como en el primer show. El setlist fue mucho más dinámico y pensado en los fans de antaño, mismos que respondieron coreando las canciones, brincando y haciendo pequeños mosh pits. Claypool no tuvo mucha interacción con la gente durante esta noche, sin embargo la música habló por sí sola. Resaltó que tocaran covers de “Frankenstein” de Edgar Winter Group y que cerraran con el clásico de Black Sabbath “Electric Funeral”.
Finalmente, la tercera noche contó también con un excelente setlist, lleno de energía y temas de la vieja escuela, dejando así un muy buen sabor de boca a la gente en la Ciudad de México. El virtuosismo de Les Claypool en el bajo y contrabajo, así como en las voces es impresionante. Durante ésta gira proyectan imágenes de caricaturas y películas, mismas que van secuenciadas con la música. En cada canción que tocaban, agregaban más tiempo para hacer pequeños jams en los que se escuchaban ciertos solos de guitarra, batería y obviamente bajo.
Los músicos que lo acompañaron a Claypool fueron el ex-Possessed, Larry LaLonde (quien ha acompañado a Primus desde sus inicios), y el baterista Jay Lane, quien curiosamente no ha grabado mucho con Primus pero ha sido parte de los proyectos solistas de Les Claypool y que lo caracteriza una eterna sonrisa al tocar con una precisión y fuerza que pocos pueden hacerlo.
En general, Primus mostró que pueden hacer tres o más shows, llenarlos de diferentes canciones, imágenes y jugar con la gente en el buen sentido de la palabra. Les Claypool explicó durante la segunda noche que, cuando ellos tocan más de una vez en un lugar como era el caso de la Ciudad de México, les gustaba hacer setlists diferentes por noche. Agregó que era semejante a las pizzas, que uno podía comer pizza por varios días pero que tenían que variar los ingredientes y así lo hizo:comimos varias de estas buenas rebanadas musicales con Primus.
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