Por: Chulo Castizo y Roja /// Fotos: Roja (Claudia Ochoa)
En una amena e interesante conversación, el dúo YOKOZUNA formado por los Hermanos Tranquilino (Arturo, vocalista y guitarra, y Toño, todo percusión), nos hablan acerca de sus comienzos, de la gestación de su nuevo disco, Quiero Venganza, y de sus elucubraciones musicales.
¿Cuándo se inician en el mundo musical? ¿Y cuándo como YOKOZUNA?
Toño: Al ser hermanos siempre hemos estado inmersos en la música. En mi caso en particular empecé a los 6 años, cuando me fue diagnosticado oído absoluto; mis papás prefirieron ayudarme a través de la música, primero comencé con la guitarra, más tarde con la batería, y después vino el violín, la trompeta, la armónica, y finalmente el piano.
Arturo: Siempre me llamó la atención, pero nunca me gustó que nadie me dijera cómo hacerlo, en las clases a las que asistía no me alentaban, no me trasmitían confianza, así que preferí hacerlo por mi lado, haciendo bandas y siempre acabábamos tocando juntos, no importaba con quién, así que llegamos a la conclusión de que mejor hacerlo nosotros dos. Anteriormente ya habíamos conceptualizado la banda como Yokozuna, y probado con Kelsey, una amiga al bajo, con un sonido muy punk, rolas de 30 minutos de puro viaje, muy Sonic Youth. Yokozuna nació en torno al año 2004 gracias a la fiesta de cumpleaños de un amigo, quien nos animó, tocamos y desde aquello seguimos en la carretera.
Cuéntenos de su último trabajo Quiero Venganza
Arturo: El trabajo de este disco es el reflejo del camino que llevamos hasta el momento, de nuestra carrera en el rock ‘n roll, hemos tratado de concebir un sonido más auténtico y más pesado.
Toño: Este disco en particular es un viaje que debe oírse enterito, es el punto más alto como creación al que hemos llegado ahora, haciendo un rock agresivo, un disco muy crudo, muy ácido. Cuentan las letras historias de viajes que se pueden aplicar a muchas cosas…
Arturo: Está producido por Pablo Romero, quien había trabajado en proyectos más pop, Lolo de Miranda, Café Tacvba, y masterizado por Tom Baker, y al final se ha concretado en un sonido muy crudo ideal para volar las bocinas.
¿Qué tipo de influencias musicales reconocen? ¿Podría ser junto con los discos de Led Zeppelin o The John Spencer Blues Explosion?
Toño: Existe la parte que va más hacia los 70, y está también la parte en la que no jugamos con las cuestiones más técnicas y ordenadas del rock, sino que se convierte en la parte más Garage. En momentos la parte Garage nos llama y nos da esa fuerza en ciertos temas, creo que este disco tiene la mezcla perfecta. Me puede llegar a remitir al sonido de los años 70 de muchas bandas, desde el principio con Jefferson Airplane, o Led Zeppelin, hasta a Jethro Tull, y por otro lado está la parte Garage más contraria, la que sigue esa furia, esa pasión desbordada, que a momentos se hace de una manera ordenada y setentera, y en otras se hace de una manera garagosa como John Spencer Blues Explosion.
¿Qué es lo que los anima en la composición de sus letras?¿Cuál es su motor de composición? ¿Compónen ambos?
Toño: Componemos los dos con la intervención añadida de Pablo. Arturo tiene una cosa genial con los riffs, yo en cambio suelo hacer la estructura. Nosotros vemos la canciones como una caja de herramientas, empezamos con un riff, la estructura, la letra y luego te das cuenta de que ese no es el momento para esa canción, como nos pasó con “Quiero Venganza”, que originariamente iba para un EP anterior, y nos esperamos y no la utilizamos para ese trabajo.
Arturo: Para la grabación, Pablo nos animó a recuperar y retomar la esencia de tocar en vivo, olvidándonos de pedales y amplis, a la manera tradicional, tocar en crudo sin perder la parte del sonido original de la madera, y la cuerda, de la manera más pura, y grabar con Toño fue increíble, dando más espacio a los tambores y más pausa a las canciones para darlas más eco además de trabajar más en la afinación de la batería.
Toño: No tenemos una fórmula, no creemos en ellas. Así tenemos esta independencia en donde los cambios no están determinados. La riqueza y la emoción de hacer y promover un disco es no saber adonde te va a llevar ese sonido, que lo tienes que ir descubriendo poco a poco, meterte en lugares en donde nunca antes habías estado.
¿Qué argumentos usaron para la elaboración de este nuevo disco? ¿Qué o quién alimenta la venganza?
Toño: Los discos son norma, el artista busca la ambigüedad. La vida te hace girar, y con las canciones nos pasó igual, una vez acabadas, no teníamos ni diseño ni portada, y ahí es donde Pablo nos sugirió poder ordenar a su criterio las canciones del disco, concibiendo una estructura ordenada en la que no entendimos el porqué, simplemente le dejamos hacer, y ahora sabemos que aquello fue una decisión acertada. Cómo se suele decir: A mayores cálculos menos sorpresas al final te llevarás con las que de veras aprendas.
Se nutren de la realidad social, aquello que es extrapolable a otras latitudes, sus compromisos con la música son universales, ¿Qué opinan de la realidad musical?
Toño: Actualmente falta agresión en el rock, porque lo que caracteriza al rock es la rebeldía, una actitud de transgresión, y un rompimiento de lo que antes había. La música de Miles Davis por ejemplo, en su disco Bitches Brew se caracterizaba por eso, es una música rompedora para aquella época, y eso es lo queremos poner en el mapa, con las bandas que luchan desde abajo. Si nos vamos a la grabación “Tutti frutti” de Little Richard en 1956, esa es la letra rompedora del establishment a la que nos referimos, la que debe estar siempre unida al rock ‘n roll.
Arturo: “Quiero venganza”, tiene ese enojo en contra de la mediocridad artística, las bandas van por lo fácil y vendible, y también por la autocensura. Eso no nos gusta porque es el peor enemigo del rock.
Toño: Que algo está creciendo y está vivo, que se está inconforme con la realidad, que quiere un mejor futuro, distinto… Lo que define como tal al rock, lo que la gente quiere son guitarrazos. Ese espacio es para la cultura. La gente no tiene inconformidad absoluta, está como alienada, es algo que se ha gestado culturalmente en el país, de generación en generación, en donde desafortunadamente la gente tiene establecidas muchas distracciones que hacen que no se den cuenta de la auténtica realidad, de su realidad. La sociedad tiene un momento en el que olvida su pasado, ¿un retroceso o un cambio de verdad?, y es esa la cuestión ¿qué parte del pasado vamos a olvidar?
Arturo: Es bien extraño en este país para el que quiere hacer cambios en lo que sea, tenga el camino más difícil, pero, eso no significa que sea imposible, al final uno tiene que ejercer su libertad de expresarse en aras de hacer un mejor país.
¿Que planes siguen para Yokozuna? Una próxima gira, ¿Quizás España?
Arturo: Es temprano para hablar de eso. Estamos de gira por la República Mexicana. Hoy en día gracias a internet, nos acercamos a un público en otras latitudes, y notamos el resurgir de bandas que se salen de lo masivo tanto en Argentina como en España. Nuestras letras son universales, por eso hace falta unirnos y llevar la música a otros lugares, a modo de intercambio creemos que sería lo ideal.
Toño: España ha marcado siempre un ejemplo en la contestatariedad musical, desde la llamada movida hasta lo más reciente con bandas como Eskorbuto, Def con Dos, Ska-P, Tokio Sex Destruction, y de alguna manera este tipo de música es la que nos emociona. Ahora te pones en la piel de gente de la calle, de lo que nos importa, nosotros tratamos de llevar una representación con la gente, y sobrellevar la vida con días malos y días buenos en un sistema en el que estamos inmersos todos. La contestatario en el rock es la necesidad de decir las cosas tal y como son.