Por José Marr @JR_Marr /// Fotos: Roja (Claudia Ochoa)
Mientras me encontraba a la espera de la salida de Atoms For Peace en su segunda noche en la Ciudad de México, recordaba algunas declaraciones de Thom Yorke previo al lanzamiento de Kid A en el año 2000 tras el descomunal éxito mundial con Ok Computer. En una de esas entrevistas leía: “Estaba harto de melodías, lo que quería era crear ritmos” y desde entonces es lo que ha estado perfeccionando, deformando, transformando y experimentando ya sea con Radiohead o completamente de lleno cuando vio la luz su material solista The Eraser en 2006 y más tarde este mismo año con el colectivo de estrellas llamado Atoms For Peace.
No era Radiohead, no era en un inmenso Foro Sol lleno hasta el último rincón, pero era Thom Yorke, Flea, Nigel Godrich y Joey Waronker en su máxima expresión, cuatro grandes personajes de la era moderna de la música con un disco que dividió opiniones pero asimismo, fue uno de los discos más esperados, interesantes y llamativos de todo el 2013. Impacientes los espectadores aclamaban la llegada del grupo, una falsa alarma cuando de pronto apagaron las luces solo para emocionar vagamente a los presentes, fue poco después que Atoms For Peace apareció y con “Before Your Very Eyes…” de inmediato la emoción se desbordó, cada movimiento de baile de Yorke era celebrado y elevaba la locura de los fans, los irregulares ritmos de “Default” y el sintetizador que estallaba en el ambiente también fueron un éxito, Yorke en especial sin la necesidad de traer su guitarra esta vez podía desenvolverse más en el escenario bailando de un lado a otro, haciendo con el micrófono algunos malabares y eso cada vez le fue agradecido.
Como era de esperarse, habría temas de The Eraser que fueron ovacionadas como clásicos, en el primer bloque la principal en aparecer de aquel disco fue, “The Clock“, más adelante “And It Rained All Night” y enseguida “Horrowdown Hill” que vio a Flea dando mayor fuerza a su sonido con las tildes de bajo que incluso son apreciadas en el disco The Eraser. Dentro de ese primer bloque también estuvieron “Ingenue” y “Dropped” que al ser piezas de AMOK con un poco más de prisa en sus tiempos, levantaban el ánimo también a la par de la sincronía de los efectos de luz, discretos pero exactos, que ademas hervían con mayor temperatura y color según la necesidad ya fuesen estrobos o las barras irregulares que fueron la constante en toda la noche.
Cerró el primer set el trance de “Cymbal Rush” y tras el encore volvieron con “Skip Divided“, todo un hipnótico acto ayudado por un clarín, seguida de “Pulled Apart By Horses” y un magnifico cóver a UNKLE con “Rabbit In Your Headlights“, con lo cual, la banda volvió a decir adiós, pero todo el equipo de sonido continuaba encendido augurando que la noche aún no había terminado. Llamando al grupo con aplausos, algunos otros con el típico “Olee Olee Olee Oleee” y cientos de silbidos por tercera ocasión, Atoms For Peace salía a brindar más de su música, entonces Yorke preguntó “¿Quieres un poquito más?” y todos respondieron a favor, de The Eraser, “Atoms For Peace” y una genial interpretación de “Black Swan” con Yorke de nuevo tomando la guitarra; así el concierto llegó a su conclusión.
Así que no era Radiohead, pero la otra gran cara de Thom Yorke, donde también intenta hacer algo que el mundo no ha oído, donde también busca una perfección que alguna parte de la inteligencia logre comprender al 100%, donde se sumerge en la complejidad de hacer música con una decena de cajas de ritmos, donde sus cantos son monásticos, donde puede bailar y poseerse de sus creaciones. Así también tener a Flea dominando su instrumento, danzando de un lado a otro, y Godrich dando efectos y operando en las complejas consolas. Sin embargo, lo más increíble es como se nota una armonía en los integrantes, a pesar de ser grandes estrellas, no hay egos, no hay nadie más que otro, solo genios dando vida a música y presentándola como arte, arte inteligente, hipnótico y bailable.
Vean la galería de completa en nuestro FB
Pingback: Reseña: Thom Yorke /// ANIMA - Me hace ruido