Por Jorge Viguera /// Fotos: Diego Figueroa tresrolas.com
Esta fue la segunda vez que Black Sabbath ha tocado en la Ciudad de México. La primera vez fue hace ya más de dos décadas presentando su disco Dehumanizer en un noviembre del año 1992 en el que la banda, lidereada en aquella ocasión por Ronnie James Dio, reunió en un domingo cualquiera tristemente a escasos 5 mil espectadores dando un excelente y sencillo show.
Tuvieron que pasar varios acontecimientos con la banda desde entonces, como cambios de vocalistas, problemas legales con el nombre, reuniones y separaciones, proyectos solistas, etcétera; para ahora reunirse nuevamente con Ozzy Osbourne, grabar su disco 13 y así poder armar una gira mundial de promoción y acabarla en Latinoamérica cerrando en México.
Muchos predicen que éste nuevo álbum de Sabbath los hará ganar un Grammy, lo cual es muy posible y lejos de refutar, sin embargo nos enfocaremos de momento en el concierto de la noche anterior, en la que se dio un lleno total del recinto con alrededor de unos 50 mil espectadores quienes se dieron cita a las 8 de la noche, como indicaba el boleto ansiosos de ver a los Thrasheros teloneros de Megadeth y a los Padrinos del Metal, Black Sabbath con Ozzy a la cabeza.
El reloj marcó las 8 de la noche y las pantallas en el escenario se encendieron mostrando unas imágenes de unos bloques que se iban transformando y que sugerían terminar en letras que formaran el nombre de la banda y con una explosión así lo fue, se leyó Megadeth sobre el escenario y seguido a eso surgió un gran número 18 a lo que dio comienzo “Hangar 18” de su álbum Rust in Peace.
Megadeth es una de esas bandas que ha visitado varias veces México y a la que la gente sigue mucho, cantando cada canción, cada coro e incluso cada solo de guitarra. Con un set de una hora exacta de duración, Megadeth cumplió con las expectativas de sus seguidores y los no tan seguidores que se unieron para aplaudir a la banda una vez que terminó su show con “Holy Wars… The Punishment Due“. Fue notable en un par de ocasiones ver que entre canción y canción proyectaron pedazos de películas en los que alguien hace mención de la banda, como ejemplo Garth de Wayne’s World. También al final del show, dejan la música de fondo “My Way” de Sid Vicious y pasan los créditos de cada uno de los integrantes de la banda así como de todo su staff que los acompaña en su gira al estilo película.
Tan solo pasaron 15 minutos en que Megadeth dejara el escenario para que se volvieran a apagar las luces y se escuchara la voz de Ozzy cantando el famoso canto mexicano de “Oe, oe, oe, oe” a lo que la gente se unió y se escucharon unas fuertes sirenas, mismas que hicieron que la gente explotara de la emoción reconociéndolas e identificando que eran la intro de la canción “War Pigs” y es así como dio comienzo Black Sabbath en el Foro Sol la noche de ayer, 26 de Octubre del 2013.
El sonido de la banda era impecable, el carisma de los músicos era ejemplar, sobre todo de Geezer Butler quien sonreía todo el tiempo al ver como Ozzy hacía como quería al público, que si los hacía levantar las manos, que ahora las movieran de un lado a otro, que brincaran, que gritaran a la de tres, etc. Ozzy, a diferencia de lo que era Dio es que es un gran anfitrión y a su vez algo comediante al preguntar en cada momento cómo se siente la gente o decirles que le parece que pasan un buen momento. Uno de los que también se llevó la noche fue definitivamente el baterista, Tommy Clufetos, que traen con ellos de gira y que es el único miembro que no es original de la banda, Clufetos tocó un solo que dejo boquiabiertos a todos al escuchar la ametralladora que parecía sonar mientras tocaba su increíble batería. Todos se preguntaban de dónde había salido, quién era, si era o no el baterista de Rage Against the Machine quien había grabado el 13. En conclusión, Clufetos ha tocado con Alice Cooper, Ted Nugent y Rob Zombie, quien seguramente, por la amplia amistad que tiene con Ozzy pudo hacerle llegar a sus oídos para así ser incluido en esta gira.
Los riffs y solos de Iommi, con ese estilo único que ha influenciado a miles de bandas de nuestra actualidad, fueron increíbles. La desafinación de Ozzy fue bastante notoria, pero todo se le perdona al hijo del Rey de las Tinieblas gracias a ese legado que ha logrado formar durante su larga trayectoria en la historia del Heavy Metal. Cada canción, cada imagen o proyección que puso el grupo mientras tocaba fue ejemplar y digno de mostrar quienes son los padres de este género musical. Todas las canciones fueron escuchadas y coreadas por la gente, de las que más se podían escuchar ser cantadas por la gente fueron Black Sabbath, “Iron Man“, “Children of the Grave” y obviamente “Paranoid“, canción con la que cerraron un show de dos horas de duración.
Ozzy preguntó al final si los volvían a invitar a tocar en un futuro a la Ciudad de México a lo que la gente fuertemente respondió que sí al unísono. La realidad es que si vuelven a México, será un concierto de los que no hay que perderse en caso de que no hayan podido asistir la noche anterior ya que sólo los que les gusta el Pop se lo pudieron perder.
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