Yesco
Por C. Hadad (@HadadDosDos) /// Fotos BigIdeas (OzCorp)
Para algunos puede que haya sido el concierto de su vida o uno de los mejores de lo que va el año, y para otros, pudo haber sido uno más. En el caso del concierto de Tame Impala, hubo más personas que escogieron la primera opción. Dicho concierto se llevó acabo el jueves 24 de octubre en el José Cuervo Salón por parte del sexto aniversario de 8106, y poco después de la presentación que tuvo esta agrupación australiana de Rock psicodélico en el Vive Latino de este año.
Para los fans que llegaron desde muy temprano para poder estar hasta enfrente recibieron una buena sorpresa, OCESA ahora organiza las filas colocando números a los boletos para que se respete los lugares de todos; dicha organización se perdió cuando fue el momento de entrar y que cada quien eligiera el lugar que le gustara. Lo que no todos sabían es que habría telonero, se trató del grupo mexicano Yesco, proyecto de Alec Sander, quien se acompañó por Julian Placencia de Disco Ruido y de un tecladista. Con un poco de recelo por parte de los fans comenzó la peculiar mezcla de electrónica y funky con tintes ochenteros, que terminaron por conquistar a los ansiosos fans, quienes sólo pudieron escucharlos un momento y comenzaban a gritar por su grupo.
Posteriormente el escenario fue invadido por el staff que traían algunas batas de laboratorio simulando una especie de experimento, y con cada instrumento que se colocaba era recibido por gritos eufóricos. Alrededor de las 23 horas se acabó la música de fondo, un científico subió al escenario para apretar una secuencia en el teclado la cual recibió a Dominic Simper en guitarra y teclados; Cam Avery en el bajo; Julien Barbagallo en la batería; Jay Watson en los sintetizadores, y a un Kevin Parker descalzo en vocales y guitarra, que al entrar saludó diciendo “Hola Mexico City”. Comenzaron con una pequeña introducción armoniosa y llena de toda la vibra que caracteriza a la agrupación —mientras se podían ver que los visuales consistían en una onda que se alteraba con cada instrumento que se tocaba—, y posteriormente interpretar “Endors Toi”, “Solitude Is Bliss”, “Why Won´t They Talk To Me?”.
“Muchas gracias ciudad de México. Nosotros somos Tame Impala; es realmente agradable el haber regresado, y vamos a pasar un buen momento. Esto se llama ‘Keep on Lying’”, es como saluda en inglés Kevin. Hasta ese momento todo era perfecto: la vibra y el entusiasmo del público que le robaba tímidas sonrisas a Kevin, las excelentes canciones que estaban interpretando, y lo agradecidos que se mostraban los músicos. Pero hubo un momento que se convirtió aún más especial. Como disparándose las órbitas musicales y haciendo sonar aún mejor a Tame Impala, comenzaron a sonar unos acelerados contras en la batería, y todos sabían lo que vendría después: “Half Full Glass of Wine”, tema que en su versión en vivo interpretan una larga improvisación llena de Psicodelia, demostrando que se toman su tiempo al tocar, y no lo hacen de una manera apresurada, simplemente lo disfrutan. Desde ese momento se preparó un combo brutal conformado por “Elephant” que fue de las más coreadas, “Be Above It”, “Oscilly” dónde Kevin jugaba con su guitarra lo que hacía que se alteraran las ondas de sus visuales para después interpretar “Desire Be Desire Go”. Sin dejarnos descansar, el combo continuó de manera brutal con “Mind Mischief” que con una nueva versión hacía que oscilaras entre la gente y aplaudieras rítmicamente en conjunto con Kevin, y volviendo a corear al unísono con “Alter Ego”. Para cerrar este gran combo, no era de sorprender que fuera con “Apocalypse Dreams”, en dónde le aventaron a Jay una bandera de México la cual se la dio a Kevin, quien agradece y se la coloca en el hombro.
Esto llevó al encore que, cuando regresaron se mostraban más alegres: bromeando con su staff, agradeciendo y Kevin regalándole el parche de la batería a un afortunado fan, y en lo que se volvían a colocar los instrumentos no se pudo contener más, “Feels Like We Only Go Backwards” llevándose el resto del aliento que le quedaba a todos demostrando ser una de las canciones más esperadas. “Habíamos olvidado lo que era tocar en México. Ustedes están jodidamente locos. Tenemos una canción más por tocar” comenta Kevin y pasa a interpretar “Nothing That Has Happened So Far Has Been Anything We Could Control”, convirtiéndose en el mejor cierre que pudieron haber elegido.
Esa noche no importaron los empujones y las heridas que estos provocaron, sólo importó el hecho de que se presenció lo que muchos dicen: el concierto de sus vidas.
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