Fotos: Roja (Claudia Ochoa)
Al anunciarse que habría un nuevo festival en la costa de Acapulco, resultó muy tentador para muchos que están acostumbrados ir de puente o de fin de semana a este puerto, ya que es un lugar en el que muchos chilangos hemos tenido muy buenas experiencias desde pequeños, incluso me atrevería a decir que muchos pusieron por primera vez su pie en la arena en estas playas.
Al irse adentrando al festival fue inevitable pensar en el Bahidorá, el cual fue una causa indirecta de Trópico al predisponer a los asistentes a salirse de la ciudad e ir en busca de una “aventura musical” en un lugar distinto. La diferencia es que el ambiente era menos enigmático y hippie y más relajado y sofisticado.
El área era un apartado del Hotel Princess, el cual hubiera estad bien que tuviera acceso directo a la playa, aunque no fue tan necesario ya que los asistentes estuvieron gran parte del festival disfrutando del sol en traje de baño.
El momento más bizarro de la noche (y el cual dio un obvio clic) fue cuando entre banda y banda pusieron en la música ambiental pegadas “Cuando calienta el sol” de Luis Miguel y “Chilanga Banda” de Café Tacvba, ya que en sí se trató de una invasión del DF en Acapulco motivado por una excelente selección de bandas que muy probablemente regresen.
La primer banda que vimos en el festival, ya con bebida en mano, fue al dúo residente de Los Ángeles, Poolside liderado por Filip Nikolic y Jeff Paradise, que en su modalidad de acto en vivo, se hacen acompañar por dos músicos extras, con ganas de bailar bajo el rayo del sol, la banda soltó bueno beats incluidos en su disco debut de 2012 el Pacific Standard Time.
La conexión entre el grupo y los presentes fue inmediata, pese a que gran parte no los
ubicaba, esto no fue impedimento para disfrutaran de sus temas, mientras que otros corearon temas como “Slow Down” y “Do You Believe”.
La agrupación convenció a sus seguidores y cumplió el reto de calentar los motores con sus líneas de bajo fuertes y excelentes texturas de sintetizadores, pese a que la gente se mostraba dispersa y ajena a lo que sucedida en el escenario.
Nada mejor para ver el atardecer desde Acapulco Diamante, que musicalizado por acordes de Washed Out, quien se volvía a presentar por segunda ocasión en México.
Ernest Greene vino a acompañado por toda su banda para enriquecer sus temas en vivo, provenientes de ultimo álbum Paracosm, sin dejar fuera canciones de su producción previa, en donde su vibra era mas cercana al Chillwave como “Feel It All Around” tema principal de la serie de TV Portlandia.
Los interesados en ver su actuación se acercaron al frente, seguida de los que bailaban al ritmo de sus cadencioso beat como “It All Feels Right“, “Don’t Give Up” y “You & I” mostrando las exuberantes capas que envuelven su sonido, entre canción y canción Greene es un hombre de pocas palabras, pero dejo claro su emoción de estar de vuelta en el país y más con aquella vista al mar, aunado a la gran energía que desprende con su banda.
Desde Lima, Perú se presentó el dueto conformado por Felipe Salmon y Rafael Pereira los cuales le dieron un lado más latino y tropical al ambiente, ya que muchos de los asistentes sólo buscaban ese detonante para comenzar a bailar y moverse con sus parejas.
Ellos lo lograron con su pastiche musical de Cumbia sicodelica con Techno y Dancehall que se demostró en los temas de su producción La Alianza Profana que combinaron en un pequeño DJ Set. A estas alturas de la noche es lo que la gente quería, ya que en la madrugada fue puro baile.
La banda por la cual valía la pena hacer el viaje hasta Acapulco fue sin duda Jagwar Ma, trío de Sídney, Australia y cuya sorpresa radica en la potencia que consiguen con las canciones de su primer disco Howlin’, ya que mantienen un fuerte espíritu para la pista de baile, incluso Gabriel Winterfield, vocalista, prefería soltar la guitarra, para echarse sus pasos de baile, quien todo el tiempo se mostró casi eufórico y logrando una buena sinergia entre quien lo observábamos.
Jono se encontraba al fondo y pendiente de las secuencias junto a los sonidos grabados, mientras que Jack Freeman apoyaba en los coros y en robustecía los temas con sus acordes del bajo, un set que se sintió breve ya que su disco sólo esta compuesto por 11 temas a pesar de mostrar una versión muy extendida de “Come Save Me”.
Entre el baile y una buena iluminación, los puntos más álgidos se consiguieron con “The Throw” y “Man I Need”. Con este concierto demostraron ser una banda que emociona por su entrega y por reflejar ese gusto, de estar sobre el escenario.
El carisma de Yukimi Nagano dio un inmediato efecto entre los asistentes al mostrar secuencias simples pero con gran ritmo, ya que tienen una interesante dualidad entre una buena composición que de repente tiene destellos y explosiones de baile que mantuvieron el buen ambiente entre los ya entrados en copas.
Para esta ocasión, estuvieron acompañados de dos bailarinas que hacían coreografías que de repente sí se sincronizaban con la música, pero en otras se veía muy forzado. Yukimi dijo que era un gusto estar ahí ya que se habían encontrado encerrados grabando su próximo material que saldrá en los primeros meses de 2014. Justo después nos dieron un adelanto con una canción nueva que se distinguía por una melodía muy pegajosa en los sintetzadores.
Casi para finalizar tocó una canción inspirada claramente en la cumbia, por lo que todos volvieron a ese ambiente tropical y costero. Desafortunadamente escogieron un tema más clavado para finalizar el set siendo que ya tenían a la audiencia amarrada con un baile cadencioso.
Nicolas Jaar nos visitó hace sólo tres meses con su live act en el Festival Ceremonia y ahora regresó para presentar su nuevo proyecto tan celebrado bajo el nombre de Darkside junto al guitarrista Dave Harrington.
Desde el momento que alistaban todo, se veía a Nico muy al tanto de la conexión del equipo y al arrancar el set, se mantuvo dando muchas indicaciones, para tener el control de cómo quería sonar.
Vestido de color negro y con el cabello rapado, Nicolas bailaba detrás de sus sintetizadores y ovacionado cuando cantaba, mientras que la otra mitad del grupo, causaba furor al momento en que sus riffs aparecían de manera protagónica, al entrelazar sus sonidos generan un prisma sonoro de texturas donde la velocidad y el tempo cambia constantemente.
Para algunos de los presentes, su actuación les pareció un tanto monótona, al caer esporádicamente en un mood contemplativo, pero muy disfrutable cuando estallaba el beat siendo inevitable no mover los pies, sus falsetes graves provenientes de Jaar son cada ves mejores, mostrando seguridad al exponer su voz.
Su primer disco Psychic es una ejemplo del camino que este joven productor busca en la experimentación, una fusión de atmósferas oscuras pero sin duda una grata experiencia al ser testigo de como se va puliendo el proyecto del novel Nicolas.
Nortec ya es garantía de un buen rato de baile en donde el orgullo nacional, florece. Aunque este formato de producción ya lo vienen trayendo desde hace algunos meses, Bostich y Fussible pusieron a todos a bailar al dar una faceta aún más electrónica de sus ya reconocidas canciones del Tijuana Sound Machine.
¡Ya queremos oír algo nuevo de ellos!
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