Por moonman /// Fotos: Jaime Fernández (Flickr)
La lluvia poco importó para los que asistimos ayer al Cuervo Salón. Todos necesitábamos una buena dosis de rock en medio de tanta caricias musicales. Afortunadamente todas las expectativas que teníamos fueron igualadas e incluso superadas.
La noche comenzó de forma ideal con Kadavar, una banda alemana de Rock que quedaba a la perfección con el acto principal, tanto así que algunos aún no se deciden si fue lo mejor de la noche. Con sólo tres personas dieron gala de todos los trucos que un buen Rock ofrece: riffs continuos y poderosos, pausas repentinas para provocar el efecto “Uuuuu” en la audiencia y el juntar canciones non stop para no dejar espacio a un respiro para reponerse. Ellos saben muy bien lo que hacen y lo hacen a la perfección, no necesitan ser “la banda del momento” para demostrarlo, es más, un buen rockero SABE que no debe de ser así. Si quieren comprobar en carne propia este poder, estarán presentándose hoy en el Caradura en donde seguramente su poder será aún más concentrado.
Acto seguido se presentó un añejado Andrew Stockdale (vocalista de la banda), cuya barba comenzaba a darle competencia a su espesa cabellera china. Tal vez este sea el look que estaba buscando hace ochos años cuando lanzó su disco debut. El inicio fue poderoso, dando una clara señal de que estaban aquí y ahora con el combo conformado por “Dimension“, “New Moon Rising” y “Woman“, ufff, la gente se volvía más animal que nunca gritando, coreando y brincando.
Pasó un fenómeno poco visto en el Cuervo Salón: el techo comenzó a condensar el furor de la gente con pequeñas gotas, vayan ustedes a saber si este líquido será el ingrediente secreto de una pócima, pero era una clara señal de que el público estaba reaccionando de forma tremenda ante la primera presentación pública de Wolfmother, ya que la primera estuvo limitada a un centenar de personas (ese concierto también fue épico).
Mentiría al decir que fue un concierto excepcional porque llegó ese momento de “las canciones dle nuevo disco” en donde se desaceleró la emoción, pero como buena montaña rusa volvía a subir el ánimo básicamente con canciones de su álbum debut, el cual con el tiempo ha sabido madurar tan bien como el look de Andrew.
El cierre no pudo ser mejor que con “The Joker And The Thief” en donde tanto la guitarra, el sicodélico sintetizador Juno y la potente batería nos hicieron emocionarnos sólo por la música y no por quién la tocaba (fenómeno muy común hoy en día).
Recuerdo que en 2006, cuando trabajaba en la revista Sónika, estábamos con la gran duda de cuál sería el disco del año: el disco homónimo de Wolfmother o Black Holes And Revelations de Muse… creo que a ocho años de distancia hicimos una mala elección.
Setlist
Dimension
New Moon Rising
Woman
I Ain’t Got No
White Unicorn
How Many Times
Apple Tree
Mind’s Eye
Feelings
California Queen
Heavy Weight
New Crown
Vagabond
Tall Ships
Love Train
Colossal
Encore:
Joker & the Thief
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