Por C. Hadad (@HadadDosDos)
Fotos Iván Castillo @ivanovobeach
Todo lo que comienza tiene que acabar. Fueron tres noches seguidas de música y fiesta en un edificio abandonado en la colonia Tabacalera que albergó el House of Vans, pero esto no se acaba hasta que se acabe, y el último día de actividades estuvo plagado de talento nacional.
El mismo lugar, casi la misma gente que había asistido los días anteriores, la misma decoración, sólo que ahora con la diferencia de la rampa para skaters que se colocó en la parte de arriba del inmueble.
Malos Modales se encargaron de recibir a los que iban llegando tarde como se acostumbra en los eventos en el DF. Y fueron tanto los malos modales que la banda pasaba desapercibida aún por quienes los estaban viendo como por los que se encontraban dispersos por el lugar.
Dicho mal inicio se prolongó con una de las bandas estelares de la noche: Little Jesus. Jóvenes entusiastas que cuentan con una fama que ni ellos mismos conocen el motivo, pero que saben disfrutar de sus presentaciones. Acompañados por dos integrantes del grupo Big Big Love se intentó al principio de dar un gran concierto, e inclusive fueron vestidos de blanco aludiendo a los chicos de Naranja Mecánica; pero ni los mejores detalles hicieron que se pasara por alto la pésima calidad del audio que hacía que se saturara el sonido. Por fortuna este hecho se solucionó a la mitad del concierto, en el momento idóneo en donde se tocaron los hits conocidos como “Berlín” y “Químicos”, marcando un momento que contrató en su totalidad con el inicio, el concierto se volvió en uno épico. La gente coreaba al unísono, los integrantes de la banda presumían de su carisma con el público y se generó un gran ambiente. Para finalizar se interpretó una versión acústica del nuevo sencillo que presenta el grupo, “Norte”, el cual sonó de lo mejor con una gran sencillez. Sólo eran bajo, batería, guitarra eléctrica y una voz. Aunque duela, hay que reconocer que se han ganado el lugar en el que se encuentran.
Después de la cátedra que dio Lillte Jesus, pasó el turno de otra de las agrupaciones que se esperaban con gran entusiasmo: She’s a Tease. En cuanto arribaron al escenario no se ocultó el entusiasmo por verlos, por desgracia comenzaron con el nuevo sencillo que han presentado, “99”, pero todo volvió a la tranquilidad con “Death” en donde se podía notar a los regiomontanos realmente satisfechos y alegres por estar tocando, en especial el vocalista, Pibe, que sin importar las cosas malas por las que ha pasado se ha levantado más fuerte que antes, era quien disfrutaba más de lo que sucedía esa noche, lo decían sus ademanes y la energía con la que cantaba.
Posteriormente llegó el turno de que Milkman acompañara a los regios para cantar la ya clásica “Genio de los Deseos”, siendo un MC que cuenta con gran carisma y que demuestra que disfruta lo que hace e inclusive lo expresó a la gente declarando que era realmente bello ese momento. No se dejaron atrás las sorpresas musicales como “Long Time Roll” y claramente cerrando con el ya himno de una generación, “Why?”.
Una vez concluida la presentación de Sheza, los que se enteraron de que habría una sorpresa en la zona Indio acudieron para saber de qué se trataba, y no fue nada más ni nada menos que una presentación sorpresa por parte de Los Blenders, pero ésta no se disfrutó del todo debido al lugar donde tocaban. No se alcanzaba a ver y la mayoría de los ahí presentes sólo iban a surtirse del preciado alcohol gratuito.
La Banda Bastön cumplió y el duelo entre Toy Selectah y Siete Catorce al parecer fue bueno porque la gente bailaba, pero dudo que se llegue a recordar.
Aunque no fue un cierre memorable para tres noches épicas, sí se tuvo la oportunidad de vivir de dos presentaciones muy especiales, y con el cariño de mucha gente por Vans y sus tragos gratuitos.
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