It really, really, really did happen: Blur en el Palacio de los Deportes

It really, really, really did happen: Blur en el Palacio de los Deportes
Por Ernesto Acosta Sandoval @erniesandoval_
Fotos Lulú Urdapilleta (OCESA)

Hablar de un concierto de Blur para mí es complicado. La primera vez que los escuché hace 20 años algo cambió para siempre en mí. Desde entonces han estado en un lugar muy alto en mi lista de afectos musicales. Y sin embargo, por diversas razones nunca los había podido ver en vivo. Ya estaba más que resignado a jamás perder la voz coreando “Oh, my baby, oh, my baby, oh, why? Oh, my”, ni a brincar como loco al primer “Woo hoo!”. Pero como toda historia de pérdidas, siempre hay una luz al final del túnel. Anoche me puse a mano con una de mis grandes deudas de toda la vida y luego de 16 años desde que se presentaron por primera vez en el DF, logré sanar la herida. No tengo manera de alejarme de una postura crítica para hablar de lo que sucedió anoche, ni tengo referentes para comparar el concierto con las otras veces que han venido. Sólo me queda hablar como fan que se destrozó la garganta en cada una de las 21 canciones que tocaron.

Desde que Damon Albarn, Graham Coxon, Alex James y Dave Rowntree se reunieron en 2009 demostraron que nunca hubo una guerra contra nadie, ellos eran los vencedores automáticos y nunca tuvieron competencia ni quién les hiciera sombra. Este año, con el lanzamiento de The Magic Whip, ya ni vale la pena hablar de lo que pasó en 1995 cuando Country House llegó al primer lugar, pero The Great Escape no lo logró. Tan ni vale la pena que no hizo falta escucharla en vivo anoche. ¿Para qué si “Badhead”, “Trimm Trabb”, “Beetlebum” y “Tender” sonaron con una fuerza y una solidez que te retumbaban en el pecho en cada golpe y cada acorde? Blur puede tocar “Country Sad Ballad Man” y decir: “Si les gusta bueno y si no, ni modo”. Blur ya no tiene nada qué demostrar y en pleno 2015 lo saben. Son los únicos sobrevivientes del Cool Britania que siguen siendo cool y que siguen viviendo en los noventas sin sentirse anquilosados o queriendo exprimir glorias pasadas.

Blur siguen teniendo toda la química del mundo en el escenario aun sin dirigirse ni una sola mirada entre ellos y sonar como una banda de amigos tocando música porque les gusta hacerlo. Blur te puede seguir cimbrando y hacer olvidarte del mundo durante dos horas porque son imbatibles y lo saben y lo prueban en cuanto ponen pie en el escenario. Blur bien se podría desintegrar otra vez y de forma definitiva mañana dadas las recientes declaraciones de Damon Albarn, pero su legado quedaría para siempre como una banda que deja todo en cada concierto, tal cual sucedió anoche. Yo, por lo pronto, puedo morir tranquilo sabiendo que los viví en plena forma.

Setlist
1. Go Out
2. There’s No Other Way
3. Lonesome Street
4. Badhead
5. Ghost Ship
6. Coffee & TV
7. Out Of Time
8. Country Sad Ballad Man
9. Beetlebum
10. Thought I Was A Spaceman
11. Trimm Trabb
12. Tender
13. Ong Ong
14. Parklife
15. Song 2
16. To The End
17. This Is A Low
Encore:
18. Stereotypes
19. Girls & Boys
20. For Tomorrow
21. The Universal