Reseña: Lana Del Rey /// Honeymoon

October 2, 2015

lana-del-rey-honeymoon

Lana Del Rey
Honeymoon
Interscope Records
7.1

Por José Marr‏ @JR_Marr (CrazyRhythmsMusic)

Demasiado se le ha criticado y hasta blanco de burlas ha sido el tema de la autenticidad del personaje que Elizabeth Woolridge Grant popularizó en 2012 con su álbum debut Born To Die. Que si es un “producto” elaborado desde las más altas autoridades discográficas, asunto el cual, pudo ser cuestionable con aquel primer álbum y de haber sido cierto ni siquiera estuviera existiendo 3 años más tarde Honeymoon, o al menos, no estar convertido en un título super-ventas en una industria que actualmente está en crisis por el pago de la música. Lo cierto es que desde el año pasado con Ultraviolence, Grant y su equipo de productores (en el que participo Dan Auerbach de The Black Keys), tomó riesgos en labrar una personalidad y estilo que desentona de tanto Pop plástico, artificial y sumamente desechable en la actualidad, y a pesar de ello, le resultó. Todo el sofisticado cansancio depresivo de su música lo llevó a donde quería, le dio el protagonismo necesario a su voz y a su frágil y tímida imagen y aún con todo esto, logró resultar en música que gusta a las masas y que al mismo tiempo no es el producto acostumbrado para las mismas. Aspectos todos que se han venido a reafirmar con su tercer trabajo Honeymoon, hundiéndose más bien que mal, en ese mundo que a propósito ha creado.

Lo importante recae de nuevo en Lana Del Rey como centro, letras contadas con una narración casi impecable, obsesiones amorosas, sufrimiento y lamentaciones por errores de cualquier índole, cuentos llenos de melancolía. Hay que sumar que mucho de este nuevo trabajo está compuesto principalmente por una sección de cuerdas cálidas y de iluminación apenas tenue, claro es desde la apertura con el tema homónimo Honeymoon, al que se agregan apenas unas contadas notas de piano para marcar el vació sonoro. En algunos momentos más compuestos para ser sencillos las pulsaciones electrónicas intervienen para dar cuerpo, “Art Deco” asombra por la cadencia de cómo brotan los arreglos digitales y loops sin descomponer el acabado lánguido incluso cuando aparece un pequeño saxofón en espiral decorando el andar de Del Rey. Excepción la hacen dos temas centrales “High By The Beach” y “Freak” que dejan escuchar más proceso en el actuar de la interprete y retumban por debajo con un rendimiento mucho más allegado al Hip Hop.

En otros momentos donde parece estancarse en el mood del disco sorprende cómo es a través de ello que logra rescatar la monotonía de las canciones, es como en “The Blackest Day” se ahoga en la profundidad de sus lamentos y ella misma se salva con los trucos vocales del estribillo, casi igual que una más orgánica “Swan Song“, donde el título sugiere algo del canto de cisne que se crea por el ensamble de sus capas de voz. Sin embargo, el momento mejor logrado se encuentra en “24“, que apartando un poco una letra que pudo haber dado más, la música parece extraída de alguna película en blanco y negro de hace más de 60 años, fusionando elementos de aquel Jazz por la manera en que las escobillas acarician los tambores y platillos, las castañuelas y la voz de Lana Del Rey que se siente como un canto perdido entre calles empedradas y noche lluviosa de aquellas épocas; con todo esto la canción crece en algo un poco más bélico al final y logra resaltar particularmente del resto.

El intento más valiente ocurre al final, de nuevo Del Rey toma una de las más grandes piezas del Soul proveniente de la voz de Nina Simone tal y como ya lo había hecho en Ultraviolence con “The Other Woman“, contrarrestándola (por decirlo de alguna manera), al estilo y concepto de su álbum, subrayando la música con un órgano 60s pero sobre todo, interpretando una letra que más bien necesitaba para suplicar por las malas críticas hacia su persona. Así como por este último acto, todo Honeymoon es un valiente álbum dentro de la industria del Pop, con todo y su confiada falta de variedad que será un impedimento y argumento en contra para los oídos necesitados de ganchos, de coros, de mayor energía cinética. Es evidente que la prioridad son las sensaciones, el aspecto cinematográfico para dar vida a música que puede adornar escenas de amor en sus estados dolorosos y variaciones, pero ahora en Honeymoon parece que Elizabeth Grant está bastante orgullosa de todo ello y eso es lo que hace que éste sea un álbum al que se le podrá tachar de todo menos de malo y más aún, imposible de fracasar.

Post escrito por: Jose Marr

Post Relacionados