Los Fabulosos Cadillacs
Tokyo Ska Paradise Orchestra
La Vida Bohéme
Por David Bajaras @DavidDBarajas
Fotos Iván Castillo @ivanovobeach
Como diría Rosa Montero, escritora española en su libro Instrucciones para salvar el mundo: “En este mundo de absolutas incertidumbres, creo que todavía hay algunas pequeñas verdades a las que agarrarse, y una de ellas es ser buena persona, ¡maldita sea! Eso puede salvar tu pequeño mundo, tu integridad”.
Entonces… ¿Qué tan grande es un mundo si es que cada cabeza es uno?
El mío, por ejemplo, es un mundo de 1.76 m de altura, 86kg de peso, 1 litro de recuerdos que hieren, 21 gramos de alegrías perpetuas y una cantidad ilimitada de amor por la música.
Es el 12 de noviembre del 2015 y Los Fabulosos Cadillacs regresan tras dos años de ausencia al Foro Sol, escenario ya conocido por los argentinos y que sin duda saben bien lo que hacen sobre este.
Termina de tocar la Tokio Ska Paradise Orchestra, y llega ese momento de calma y euforia mezcladas en un trago que raspa la garganta, ese silencio antes de que salga la banda a la que fuiste a ver. Es como ese amigo de la preparatoria o secundaria con él que viviste años maravillosos de tu vida, ya lo conoces bien y probablamente se cuenten las mismas anécdotas de cómo se salían con la suya después de un desmán, ¡pero es tu amigo carajo! Siempre estará poca madre verlo y platicar con él.
Se apagan las luces, el público comienza a gritar y uno a uno salen esos Cadillacs, clásicos Fabulosos, para hacer sonar “El Genio del Dub” y así iluminar con hartas luces -literal y metafóricamente- ese escenario donde caben los Cadillacs, los hijos de Flavio y Vicentico -que tocaron con ellos un par de canciones demostrando que la sangre llama y lo hicieron con ganas- y un artista visual que creaba a la par de la música ilustraciones que se podían apreciar en las pantallas, y es entonces que te das cuenta que tu amigo no sólo tiene las mismas historias, tiene más e inclusive las historias de siempre te las cuenta de forma tan distinta que te vuelve a sorprender.
Salvar el mundo es una tarea compleja, es irónico cómo se puede lograr con acciones sencillas. La música en esa ocasión salvó a poco más de 60 mil mundos y así cumplió su cometido, mundos dispuestos a ser salvados por la música y que nos une en forma de coro colectivo en un “Vasos Vacíos“, esa que nos une en un slam del “Mal Bicho“; permítame usted lector tomar lo que cite al principio y concluir: “Todavía hay algunas pequeñas verdades a las que agarrarse, y una de ellas es la música, ¡maldita sea! Eso puede salvar TU mundo”.
Setlist
El genio del dub
Mi novia se cayó en un pozo ciego
La luz del ritmo
Demasiada presión
Estoy harto de verte con otros
Gallo rojo
Destino de paria
Manuel Santillán, el León
Piazzolla
Hoy lloré canción
Sábato
Calaveras y diablitos
Vos sabés
Saco azul
Revolution Rock
Siguiendo la luna
Los condenaditos
La música salvará al mundo
Carnaval toda la vida
Mal bicho
Matador
Encore:
Carmela
Vasos vacíos
Te tiraré del altar
El Satánico Dr. Cadillac
Yo no me sentaría en tu mesa
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