Agnostic Front @ La Cosa Nostra

Agnostic Front

Doble D

Gameness

Por Diego Álvarez Rex
Fotos Manuel Castillo @MrCastleManu

Noche de campeonato en la Ciudad de México, noche de Hardcore Punk clásico desde Nueva York con no solo un pilar, sino todo un icono del movimiento: una vez más Agnostic Front pisó suelo capitalino y una vez más fue indiscutiblemente épico.

Más de 15 años después de su primera visita al desaparecido Rockotitlán, lo mejor de cada visita de este coloso es ver como crece su público y se diversifica al mismo tiempo viendo caras nuevas y no necesariamente ataviados de skinhead o punks, sino cualquiera es bienvenido en el pit, y por lo mismo bandas de pesado hardcore cono ROT y Doble D, compartieron cartel con Oi! Punk como Gameness (grupo integrado por miembros de Nacidos del Odio, Fallas de Origen y Puños y Sangre), ondeando la misma bandera en que Agnostic Front une tribus, ideologías y es capaz de influenciar movimientos enteros.

En un bar no mejor (o peor) que cualquier congal del Centro Histórico, en este caso La Cosa Nostra (antes el Chupa Cheve) frente a la Arena México, más de 600 personas abarrotaron cada rincón del lugar que despejó toda la plancha de mesas o sillas para que algunos moshearan y otros bailaran ‘throw down” con pit abierto; si bien la calidad del sonido en un principio dejó mucho que desear en las primeras bandas, para el cierre de Doble D el sistema de sonido pudo seguirle el paso a los norteamericanos aunque para cuando Roger Miret comenzara a cantar sonara entrecortado y a veces hasta sin sonido.

Para las once de la noche, hora en que la banda estaba ya sobre el escenario apabullando al sudoroso foro, se dejó ver otro de los mejores factores que implica cada nueva visita de la banda que recién integrara a Craig SIlverman de la extinta Only Living Witness a sus filas, es ver que los esfuerzos de la agrupación por venir y presentar material nuevo siempre desembocan nuevos clásicos para desangrarse y cantar a todo pulmón ya que de los últimos tres lanzamientos ya se sienten “clásicos” y perfectamente acoplados temas como “For My Family”, “My Life My Way”, “A Mi Manera” y ahora “Never Walk Alone” con la que cerraron la parte principal de su set, aunque claro, cuando suenan “Blind Justice”, “Friend or Foe” y el clásico “Crucified” de Iron Cross el moshpit llega a su mejor momento.

En perfecto español (gracias a sus célebres raíces cubanas) y con el brazo alrededor de Vinnie Stigma que nos regaló la horrenda canción de borrachera “Pauly, the Dog” ataviado con un gabán de los Acereros de Pittsburg, Rogelio Miret agradeció el apoyo y el esfuerzo para seguir trayéndolos, así como la entrega de un público que siempre busca lucirse y mostrarse a la altura de los padres de todo un movimiento, y tras su célebre reversión a “Blitzkrieg Bop” de los Ramones, la banda intentó despedirse una y otra vez pero mientras haya personas aún con energías para un último salto mortal del escenario hacia la gente, la banda seguirá regresando al escenario y a nuestro país para enfrentarse a esos puños al aire y esas cabezas rapadas que reclaman su nombre como canto de guerra.