Entrevista /// Elsa y Elmar

Espontánea y sin pretensiones, así suena Elsa y Elmar

Por Natalia Girón @nattgiron
Fotos Óscar Villanueva (Flickr)

Elsa Carvajal, de origen colombiano, es la mente detrás de todo este ecosistema de sonido y letras sencillas-existenciales, que oscilan entre Pop, Folk y una extraña explosión, que lleva su nombre en el título. Su voz y una guitarra son los instrumentos clave para que arriba de un escenario logré transmitir un poco de su esencia melancólica y en ocasiones, alocada.

En 2013 lanzó su primer material profesional, un EP llamado Sentirnos bien, el cual daría paso a su más reciente producción discográfica Rey (2015). Para Elsa, Sentirnos bien fue un descubrimiento personal, una forma de adueñarse de sus canciones, ya que empezó a preguntarse cómo quería sonar y cuáles eran sus mensajes.

Fue una bonita experiencia, grabado con las uñas, una guitarra eléctrica, una acústica, una batería y dos micrófonos.

Desde pequeña, antes de que la música fuera parte de su vida, Elsa jugaba con ser cantante y veía videos de sus papás, donde disfrutaba imitar a Pavarotti: “Siempre hacia canciones mías, letras, poemas, melodías, desde los 14 años. Convertí eso en mi cabeza en temas con amigos, hasta que empecé a aprender instrumentos”, dice.

Hace algunos años Elsa se trasladó a Boston para iniciar sus estudios universitarios. Ahí conoció a Santiago de Little Jesus, con quien en más de una ocasión ha compartido micrófonos, por ejemplo, en el Festival Coordenada de Guadalajara.

¿Cuál es el elemento esencial en tu música?
La esencia es que no tiene más pretensiones que hacer mis canciones, producirlas increíble, que suenen lo mejor que yo sienta que puedan sonar y que conecten al que quiera conectar… para luego evolucionar.

¿Cómo es la evolución del EP al álbum?
“Me viene bien“, me acompañó en momentos difíciles, me ayudó a lidiar con cosas de mi vida, momentos de pánico existencial. Aún hay canciones que las siento muy vivas, que no han perdido vigencia. Ya no está el factor miedo y sorpresa. Rey fue el reto, loquear y experimentar, siento que de verdad refleja esas ganas de cambio.

Al ser una cantautora, la música y la letra son tu responsabilidad, pero ¿cómo creas una canción?
Me salen frases, el coro y boom, alrededor de eso se arma la canción. A veces me siento en piano hasta que me obsesiona. La grabo en mi celular, la perfecciono, y la muestro hasta yo este orgullosa de ella.

Y como dato curioso, ella nunca ha hecho por separado una melodía de la letra, quizá por eso su ensamble resulta natural.

Las experiencias personales, de personas cercanas y los temas que le “toquen el corazón” son el alimento para su música.

La sensibilidad del tema llega y se vuelve mío

Durante su primera grabación profesional, su vida era el principal detonante para escribir, pero hoy en día, Elsa se preocupa y “deja perseguir” por la idea de la canción y la música.

 

¿Cuál ha sido tu mayor influencia musical?
En un principio era Jorge Drexler, quedé extasiada cuando asistí a uno de sus conciertos.
A pesar del éxito obtenido, ella aún se siente “increíblemente pollita” y considera que este momento en su carrera está lleno de aprendizaje y de retos por enfrentar.

Cuando sacas un disco es como si te hubieran drenado, yo estoy todavía recién drenada

¿Luego de Rey, con qué música te gustaría experimentar?
Me dan ganas de las cosas bailables y las letras menos melancólicas.

¿Cómo ha sido tu camino por la escena independiente?
Me costó mucho valor hacerlo, me encantaba el escenario, pero a la hora de hacer mi música me sentía indefensa. Han sido tres años, pero no estamos ni cerca del sueño. Ha sido trabajo, desde tocar un bar con dos borrachos hasta ir a mi ciudad y hacer un teatro. Me ha costado eso ¡Hey, bájate de esa nube y trabaja!

¿Cuáles son tus próximos planes?
Tocar, sacar sorpresas en el año, exprimir Rey, que lo puedan conocer, hacer videos y tocar. En los próximos cinco años haría lo que sea que me haga feliz y tranquila.

 

No me gusta la rutina

La vida de ‘Elsamar’, como la llaman sus amigos, ha estado siempre en constante cambio, Coachella resuena entre sus sueños, sin olvidar las tocadas memorables que ha ofrecido: “En Texcoco, una noche lluviosa, le tocamos a dos borrachos y un barman. Está increíble enfrentarte a tu ego”.

Sin temor y con ganas de experimentar, Elsa y Elmar augura una importante presencia en los escenarios alternativos.

Agradecimientos especiales al Hotel Condesa DF por las facilidades prestadas para realizar esta entrevista