Por Eduardo Crawffordd @crawffordd
Fotos Daniel Anguiano
El Lunario se presenció la magia del Folk en todo su esplendor. Patrick Watson logró acariciarnos con su música y hacer vibrar un concierto donde la lluvia de afuera y el ambiente frío de la noche, hicieron que la primera visita del cantautor quedara marcado en muchos de sus fans.
Thom Byles comenzó a deleitarnos con su música y poco a poco a conectar todos los sentidos en un solo contexto. Agradeciendo su visita a la ciudad, Thom expresaba su emoción de estar en nuestro país y dedicaba cada espacio para regalarnos un “Gracias” en nuestro idioma, el cual, a pesar de ser de Inglaterra, maneja muy bien.
Éxitos como “The Great Outdoors“, “In Your Blood” y “Lighthouse“, resonaron en cada uno de los elementos que hacen posible el estilo de Byles. Y aunque su presentación tuvo una mínima duración de 30 minutos, fue recibido con gran aceptación por parte del público. Su interacción terminó al concluir el concierto en general, ya que aprovechó todo momento para patrocinar su material y venderlo a las afueras del Lunario.
Al término de Byles, el ruido estremecedor que rompió el concepto del concierto “en silencio” invadió el lugar a la llegada de Patrick Watson. Donde los aplausos y las emociones se notaron desde su comienzo.
Comenzando a deleitarnos con sus sencillos “Love Songs For Robots“, “Places You Will Go” y “Hearts“, luego de ello, entre emoción y melancolía, Patrick sorprendió a todos cuando bajó del escenario para ponerse entre el público para cantar a capella “Into Giants“. Un momento realmente grandioso donde se pudo convivir de cerca con el artista.
Luego de ello, continúo con el coro para subir al escenario y seguir con su presentación. Momentos de silencio, canto, recuerdos y sentimientos se aunaron cuando Patrick cantó “Man Like You“, la cúspide del concierto estaba en todo su esplendor. Y claro, el plot twist del momento fue cuando “Adventures in your own backyard” sonó acompañado de dos mariachis.
Y cuando todo parecía haber concluido, Patrick Watson nos regaló otro rato más de música, aplausos y agradecimientos dieron por concluido uno de los grandes conciertos de Folk instrumental que hayamos tenido. Y aunque fue poco el tiempo, todo valió la pena.
La lluvia, sin duda alguna, fue la mejor combinación de la noche. No quedó a deber nada.
