Pennywise
H2O
Axpi
Dolores de Huevos
Por Diego Álvarez Rex
Fotos Diego Figueroa @halofive
Posiblemente muchos de los que estuvieron presentes no dimensionaron el hito musical que se vivió con Pennywise; entre euforia, cerveza voladora y por supuesto maromas acrobáticas conocidas como “Mosh pit”, es poco probable que por la cabeza de aquellos confinados en lo que solía ser el Salón Mexica del WTC era que se encontraban en el concierto de Punk más grande en la historia de nuestra ciudad.
Se supone que el Pepsi Center WTC tiene una capacidad superior a las siete mil personas y aunque las gradas superiores estaban lejos de encontrarse llenas, la plancha se encontró atiborrada de todo tipo de personas, no solo personajes con playeras de Ramones o Agnostic Front, sino el accesible precio y la locación lejos de ser un tugurio de mala muerte, convocó una cantidad de personas inconcebible para un concierto del género en nuestro país. ¿Cuáles son los conciertos que nos vienen a la mente que han sido considerablemente grandes? Visitas de Bad Religion, Casualties, NOFX tal vez Gatillazo o 2 Minutos, pero hoy por hoy las cifras arrojan que Pennywise y H2O el sábado pasado fue el concierto de Punk más grande que haya visto la capital (a menos que quieran contar a Panda o a Green Day).
De entrada fue un concierto que brincó de una supuesta cancelación en Pasagüero hace unos años (aunque formalmente nunca se anunciara por filtrarse la información antes de tiempo), a volverse una gira por tres ciudades con dos nombres que por sí solos son palabras mayores en el Punk Rock “noventero” (H2O se comprobaría el año pasado con un Centro de Convenciones Tlatelolco a tope). Aunque tuviera un tropiezo por la inclusión de Tungas originalmente en su cartel que fue recibida por un unánime rechazo en redes al grado de sacarlos del concierto y meter en su lugar a AXPI, desde las 8PM que comenzara el concierto mucha gente estaba ya en la plancha del foro esperando a Dolores de Huevos (donde curiosamente toca un integrante de Tungas).
Muchos sabrán que cuenta con integrantes de Finde, Alisson y hasta Austin TV, y aunque Manolín, vocalista y guitarrista hiciera una suerte de performance, o más bien, se tomara el tiempo para leer un libro y bajarse del escenario con un micrófono inalámbrico que funcionó hasta la puerta del recinto y de regreso exclamando una y otra ver sobre el ensimismo y el autoexilio, la banda pasó relativamente sin pena ni gloria, caso ligeramente mejorado por AXPI que si convocó uno que otro empujón gracias a que sus más de veinte años de trayecto y experiencia, al final muchos de los presentes realmente esperaban con ansías a los norteamericanos, unos específicamente a H2O y otros a Pennywise.
A comparación de su gira pasada por nuestro país, H2O incluyó al hijo de Toby Morse para gritar “For those who don’t know…” así como mentarle su madre a Donald Trump e inclusive tocar la batería en “Nothing to Prove”. Sonaron y se vieron bien, fue un set no mayor a los 30 minutos pero sonaron las obligadas más temas nuevos, “Skate!”, “Guilt By Association”, “Faster Than The World” y hasta un fragmento de “Waiting Room” de Fugazi; Toby hizo caso omiso de las distancias entre la audiencia y el colosal escenario y varios temas bajó a cantar directamente entre la gente como buen show de Hardcore Punk recibiendo abrazos, gritos y un saludo unánime entre el público de “H2O, H2O, H2O…” hasta abandonar la tarima y dar paso a Pennywise quienes desde que se asomaron y vieron el monstruo al que se enfrentaban salieron a grabar con celulares y a agradecer sin siquiera haber tocado una nota.
Muchos años de espera, casi treinta, y la banda arrancó sin frenos: “Wouldn’t It Be Nice”, “Rules”, “My Own Country” y “Straight Ahead”. Las obligadas menciones al candidato presidencial de la coalición republicana, los tacos, etc, y al final cualquier cosa que dijeran estaba sujeta a gritos de ovación. Aunque el principal quórum esa noche le pegaba ya más a los treinta años que a los veinte, si hubo un considerable moshpit durante todo el set de Pennywise y una inverosímil cantidad de cerveza voladora dejando en ver punks acaudalados que pueden tirar la cerveza cuando en conciertos del Gato Calavera o el Alicia hasta se toman las que encuentren abandonadas. “Same Old Story”, “Alien”, y sus versiones a “Do What You Want” de Bad Religion, “Minor Threat” de Minor Threat” y “Stand By Me” de Ben E. King. Parecía que hasta sobraban temas.
El cierre fue digno, ya que entre staff, miembros de H2O, gente que acarrearon desde el público y hasta miembros de las bandas abridoras, el escenario se vio repleto de gente para el cierre de “Bro Hymn” como fin de una noche igual de enorme. Tal vez siempre un sólido precedente en beneficio de la industria de los conciertos de Punk en nuestro país o tal vez haya sido un golpe de suerte para la promotora y las bandas, pero lo que fue cierto es que fue una noche histórica por muchas razones, y aunque la banda todavía tenía un show en Guadalajara al día siguiente, esta contará como la “gran” visita de Pennywise a nuestro país que pasará a los anales de los conciertos locales como aquella noche donde todo mundo jurará haber estar presente.