Do it one more time for me!
40 años de Leave Home de los Ramones
Por Ernesto Acosta Sandoval @erniesandoval_
El chiste es no moverle a la fórmula. Al menos no mucho. El segundo álbum de los Ramones en menos de un año parecía una copia casi al carbón del debut. Los mismos trucos, los mismos tres acordes, el mismo Rocanrol básico, hasta la misma duración. En una primera escucha, no hay mucho más que agregar. En 1977, si habías sido de los afortunados que los escucharon unos meses antes, y te había emocionado lo que estabas escuchando, lo más probable es que te hubieras quedado con ganas de más. Leave Home vino a cubrir esa necesidad. El título, por supuesto, era irónico. No se iban a ir de casa (fuera la ‘casa’ su sonido habitual, la escena Punk del Nueva York de la época, el CBGBs, etcétera), al menos no pronto. Joey, Johnny, Dee Dee y Tommy iban a seguir machacando los oídos de la mejor manera que sabían hacerlo.
Pero, también había diferencias casi imperceptibles. Sire Records ya confiaba un poco más en ellos y les autorizó mayor presupuesto para la producción y la mezcla, y el resultado fue un sonido más pulido, más afinado, lo que les permitió lucirse mejor en piezas más calmadas como “I Remember You”, “What’s Your Game?”, o el cover a “California Sun” (que ya iba a ser claro para este momento que se iban a reventar uno por álbum hasta el final de sus días). Hubo experimentaciones sónicas como “Pinhead” (en donde introdujeron su segundo grito de guerra, GABBA GABBA HEY!, sacada de la película Freaks de Tod Browning). Johnny pulió la técnica en la guitarra como se nota en “Oh Oh I Love Her So”, en los riffs de “Now I Wanna Be A Good Boy” y en la controvertida “Carbona Not Glue” (la sacaron de la edición original del LP por supuestas violaciones de copyright al usar una marca registrada, pero la verdad huele más a censura. Otro cambio: pasaron de aspirar pegamento a solvente industrial de un álbum a otro). Hasta incluyeron una guitarra acústica al final de “You’re Gonna Kill That Girl”, para los que dijeron que no había habido cambios. Las letras, si se les mira con cuidado, también muestran un cambio. Son más ligeros, más mordaces, se toman menos en serio y se nota que se la están pasando a todo dar. Leave Home es, al final, un disco bien divertido, a diferencia del primero en el que aun ponen ciertas angustias de manifiesto.
La NME ha dicho que los cuatro primeros álbumes de los Ramones han pasado a la historia como el statement musical más perfectamente fraseado, agresivo y engañosamente primitivo que se haya hecho. Y sí, a estos cuatro primeros discos (Ramones, Leave Home, Rocket To Russia, Road To Ruin) hay que verlos como un todo indivisible, como el testamento musical más frenético de la segunda mitad del siglo 20, uno de los más influyentes y, quizá, la última vez en la que el Rocanrol fue sólo eso: Rocanrol derecho, creado para mover los pies y agitar la cabeza mientras uno grita a todo pulmón GABBA GABBA HEY!
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