Arcade Fire
Bomba Estéreo
Por moonman
Ahí vamos nuevamente a la catedral. Lo digo así porque Arcade Fire es de las pocas bandas que realmente logran que un concierto se convierta en una comunión con sus fans. No necesitan el órgano monumental que usaron en Neon Bible (y que pudieron haber usado el del Auditorio) para darle toques espirituales y religiosos a su setlist; sólo la intensidad, precisión y honestidad de sus canciones lo logran con sus grandes cánticos que lejos de ser himnos de estadio unifican y asoman el alma.
En 2017 regresaron tras su exitosa presentación en el Vive Latino 2014 con álbum que ha sido polémico por las reseñas que le han dado y por su campaña de promoción que utilizaba muchos recursos mercadológicos con humor, pero que no quedaron tan bien como esperaban. Si consideramos que cada uno de sus álbumes ha tenido un concepto muy fuerte detrás de ellos, Everything Now quedó incomprendido por eso. Pero lo que acaba siendo importante son las canciones que vienen en él y vaya que en vivo hicieron justicia propia.
Luego de un muy difícil set de Bomba Estéreo, con pocos asistentes y uno que otro spot en el Auditorio con gente bailando, por fin llegó Arcade Fire figurando un ring de box que en sus conciertos 360º sí relucen. Comenzaron con “Everything Now” y su coro intencionado que fue grabado “en vivo” para reflejar justo esa energía de sus conciertos. De los cortes nuevos el menos afortunado fue “Chemistry” mientras que “Creature Confort” fue el más ganador al igual que “Electric Blue“, “Signs Of Life” o “Put Your Money On Me“. La que también destacó por cómo la colocaron en el setlist fue “We Don’t Deserve Love“.
Una de las grandes sorpresas del tour fue rescatar “It’s Never Over (Oh Orpheus)“, una de las más destacadas de Reflektor, que desde 2014 no tocaban y que colocó a Régine Chassange a la altura del balcón de Auditorio. Otro gran momento fue “Ocean Of Noise” el cual tuvo un acompañamiento final con mariachi al igual que el gran final con “Wake Up“.
Es interesante ver cómo conforme sus primeros éxitos se van alejando a la distancia del tiempo, van recobrando fuerza o van madurando, sobretodo los de su disco pasado Reflektor como “Afterlife” o “Here Comes The Nightime” o la ya mencionada “It’s Never Over (Oh Orpheus)“. En el caso de las de Funeral o Neon Bible no necesitan absolutamente un cambio porque siguen igual de intensas y potentes (“Intervention“, “Rebellion (Lies)“, “No Cars Go” o “Neighborhood #1“).
Arcade Fire odia esa cuarta pared y la rectitud de un escenario, por lo que siempre tratan de romper esa barrera y se mezclan con la gente para absorber su energía y nos sólo para los privilegiados de las primeras filas ya que tanto Will como Win Butler se dieron vueltas en la parte baja. Y como costumbre, terminaron el concierto como una marching band bajando del escenario mientras el público seguí coreando los oh-oh’s de “Wake Up” y cerrar una de las mejores noches del año.
Hubo un momento de empatía por parte de Win Butler y compañía al momento de mencionar su apoyo por los temblores del pasado mes de septiembre, ya que ellos fueron uno de los grandes promotores de la ayuda cuando sucedió aquel terremoto en Haití. Esto se vio reflejado que $1 de cada boleto vendido en México fue donado a PLUS1, institución dedicada a salvar vidas, revitalizar comunidades y transformar la salud global a través de Partners In Health.
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