Por: Yorch // Foto: BigIdeas (OzCorp)
Era 1986 y John Peel, ya estaba cansado de que Frankie Goes to Hollywood le quitara puestos a Echo and the Bunnymen en las llamadas. Había logrado con insistencia y el ya clásico “Gently Fades In…” que la banda de Morrissey se hiciera más y más grande en Manchester. 1986 fue el año en que el Festive Fifty, lista de cincuenta canciones que hacía el locutor, tendría cierta polémica debido a que cuatro canciones del The Queen Is Dead en los primeros diez lugares. Robándole el puesto dos a “Cemetery Gates” aparecería una de las insistencies y a la vez apadrinamientos del afamado DJ: Jesus and Mary Chain. “Just Like Honey” fue para Peely, la telonera de la beatitud máxima de los mancunianos.
El pasado día de muertos, en honor a John Peel, se estremeció el Vive Cuervo Salón ubicado pasando apenas Polanco dejándonos a todos celebrando el dos de noviembre de la mejor manera.
Entrando puntuales, el estremecedor sonido grasoso de los dedos y los acordes llamó la atención al personal. En aparente edad promedio de más de treinta años, los que alguna vez fueran la vieja guardia de Rockotitlán estaban ahí presenciado tracks primarios y básicos. “Teenage Lust” fue probablemente la canción que confirmó que ahí estábamos, frente a los escoceses. Existe un maltrato que se le sigue dando al público mexicano, aunque hago hincapié en que se agradece la muestra de formalidad saliendo a tiempo. En la tercera rola, un alguien en su afán de corregir algo que no hizo bien previamente, cortó el sonido. Aún así, Reid aguantó estoicamente y tras unos minutos, se reanudó el asunto.
“You Trip Me Up” y “Sowing Seeds” fueron llegando en afanes de tocar a la vieja usanza, sin parar manteniendo los beats toscos de la tarola. Jim Reid, seguro de su negocio, entregó la voz facsimilar a la de los discos, sólo que con una resignificada flojera por todo afuera del escenario. Para el clímax, llegaron de la mano “Some Candy Talking” y “Happy When It Rains” haciendo olvidar la ola de conciertos que acecha este país cada época pre-navideña.
Nada tienen que hacer los Crystal Castles, los Cut//Copys frente al ensordecedor uso de amplificadores como propuesta estética. El set se terminó con “Just Like Honey”. El encore no tuvo más que regalar a la audiencia tres canciones de las cuales “Reverence” fue tanto la más coreada/alardeada.
Así, de menos de hora y media, terminó Jesus And Mary Chain. La ciudad a las nueve de la noche había recordado ya the power of negative thinking.
Ese concierto fue un asco… caro… corto… sin ganas… un verdadero asco la verdad…
Primera vez que vienen y tocan como 10 rolas… PUAJ!
Deberian aprender a un Radiohead que toca 25 canciones… y hace dos encores….
Chafisima el concert..
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