Entrevista /// Battles @ Festival de Mayo, Guadalajara

Por: Zebra Hernández Jiménez (@uneZebre) /// Fotos: BigIdeas (OzCorp)

The BATTLES vino a México y después de ese fin de semana me siento obligado a escribir para siempre ese nombre en mayúsculas. ¿Qué es The BATTLES? ‘It all starts with the naming of the loops,’ dice Dave Konopka en el sol de las seis de la tarde , una vez hecho el soundcheck, atrás de la catedral de Guadalajara.

La banda empezó su prueba de sonido esperando que durara unos veinte minutos… dos horas después, John Stanier prueba tarolazos malhumorados más propios de su otra banda, Helmet, que los de BATTLES. Konopka prueba los loops de “Tonto”. Los locales preguntan quiénes son los gringos mientras la plaza se llena de un fenómeno endémico de Guadalajara o Roma: una marcha anti-aborto, anti-gays y pro familia. El grupo hace caras de extrañamiento y siguen en lo suyo. Ian Williams, quien es como un hermano de Jim Carrey sólo se ríe y acomoda el cencerro que está tan alto como el platillo al centro del escenario. Los efectos de sonido que uno reconoce del Mirrored suenan mejor de lo que uno esperaría. Sin embargo la banda es precisa. Discuten con los ingenieros hasta el hartazgo. “Tonto”, “Futura” y “Ice Cream” van sonando cada vez mejor, voraces. Ian Williams depende mucho más del Ableton, su MacBook y sus dos controladores que de su pedal, que también pasa a través de la ordenata. Konopka del otro lado del escenario tiene un área, calculo, de un metro cuadrado lleno de pedalos análogos. Destacan un Line-6 DL4 y un Moogerfoger, me imagino que será un filtro de frecuencias. Encima del amplificador hay un looper Echoplex de Gibson. John Stanier sale y entra con tarolas que cambia, ajusta y prueba, horadando la paz de los que se manifiestan con carteles de fetos pidiendo se les respete la vida. El tío vive sin cuidado y descubre que lo que está mal son los micrófonos y pide que revisen. Al final de todo, tocan “Ice Cream” casi completa. Sin música, Konopka prueba a sus “vocalistas” la chica de Blonde Redhead, Gary Numan y a Matías Aguayo en las pantallas hacen gestos y voces perfectas, igual que en el disco.

La única desventaja de Guadalajara es el calor de los soles imposibles; su ventaja, las mujeres improbables que uno ve en la marcha. Con la doble moral hasta el tuétano, Guadalajara es una ciudad cuya más notable franquicia es una Sex Shop llamada Erectus, apoya un festival que trae bandas como Flying Lotus y vende como botana brócolis gigantes en la plaza Liberación. Cuando Konopka baja del escenario le hago señas y se acerca. Gafas oscuras, dientes chuecos. Su amabilidad pasa de normal a exhaustiva cuando le expliqué mis siete horas de camión para verlos. Me cuenta, al ver el libro donde tengo anotadas las preguntas, que él era diseñador de arte editorial. Estudió arte en Massachusetts. Allá a donde la gente usualmente va a aprender matemáticas. Es curiosa la configuración de su pasado porque parece una broma privada de unos músicos que, a la postre, acabaron estampados bajo la etiqueta de math rock. Me explica que fue en la universidad que él tuvo contacto con una guitarra por primera vez. Una lefty, para zurdos, en la que su roommate tocaba canciones de los Smashing Pumpkins todo el día. Él empezó a tocar patrones de notas y fue hasta mucho después que conoció los acordes. Es sumamente enfático cuando refiere a la banda como un producto que se generó de manera orgánica. Sólo se juntaron y empezó a crecer de manera natural. Sin que le diga nada él mismo abre el tema de la salida de Tyondai Braxton. La broma/pregunta que le formulo es si el álbum es un Ty-less récord. Konopka se destraba y se ríe. ‘Sure, we had to un-Ty the entire thing.’ Por lo que me comenta, la situación con Braxton fue un poco dificultades de ego y hasta cierto punto flojera del otro de girar. Eso, sin mencionar que Braxton, tenía una tendencia a ser más frontman que músico.

Es evidente que Dave es el centro del campo, Stanier el sólido central y Williams un delantero tiempista que a veces brilla cual loco metiendo los goles que los otros hicieron desde atrás de la media cancha.

Ty tuvo que ser eliminado del disco. Todas sus partes que estaban a la mitad del proceso fueron anuladas y el grupo se configuró como un three-piece sumamente poderoso porque ahora el sonido es mucho más espeso. Como parte de la wishlist, Gary Numan respondió a este Ty-less BATTLES. A Matías Aguayo, por ejemplo, lo conocían de Kompakt. Lo más interesante es que para Konopka el proceso del disco fue algo invertido pues primero grabaron, ‘and then we sorted out how to replicate it live.’ Los ingenieros que están en los créditos del álbum son buenos amigos que, al parecer, escucharon el disco y se quedaron tan sorprendidos como la banda. Es decir, aprendieron a tocar su propio disco y lo pensaron todo de nuevo para hacerlo en vivo. ‘An investment into our future as a band,’ tanto tocar todo el nuevo disco, como dejarlo sin las partes de Tyondai. Para seguir adelante, un statement de ese calibre es necesario.

Además de platicar un poco sobre cómo Lynx para él era un proyecto en el que específicamente buscaban estar etiquetados como math rock, me responde la pregunta que le hice un poco por curiosidad personal: ¿qué banda te impulsa a seguir una carrera musical? ‘Don Caballero’. El tipo vive el sueño de algún modo, pues toca con un miembro de la banda que lo inspiró, Ian. Una de las preguntas manidas que odio hacer y que acabo haciendo es qué banda le gusta más que ninguna otra en la actualidad. Sin dudarlo responde Nissenenmondai. Cuando lo escribo, obviamente mal, toma el bolígrafo y me corrige. ‘Una banda japonesa que básicamente son BATTLES con chicas. Son increíbles.’ The BATTLES, siendo una banda que ha tocado siete veces en Japón y apenas una en México, tiene que saber de lo suyo. Nissennenmondai: vale la pena asimilarlas viniendo el consejo de alguien que en vez de drogas compra pedales, toca con un baterista increíble y un loco con cara de comediante.

En un momento de silencio, me atrevo a preguntar: ‘So, Dave, economically speaking, to start a band might get to be quite difficult, how do you make that jump from having a day job to start rehearsing on a daily basis and playing even on weekdays?’ Dave se quita los lentes y dice las palabras ‘Leap of Faith, man. We started living on the advance money we got from the label for the record but I must say is a leap of faith’.

Lo último que atino a preguntar es la razón por la que el crash está siempre tan alto. La respuesta es una metáfora de la banda. Todo comenzó porque John no quería ver el crash tan a la mano y por eso lo subió. Se empezó a volver una especie de bandera de la banda y ahora es lo primero que acomodan.

Como diseñador me explica un poco la secreta arquitectura detrás de la composición visual del escenario con el crash como eje. Esto, también sucede con la puesta en escena de todo lo que suena.

Me despido de él y sigo pensando en el ‘Leap of Faith’.

Ya en la noche la plaza Liberación se llenó. Y The BATTLES escribió con mayúsculas su primer gran
noche como acto de tres piezas.

Setlist
Africastle
Sweetie & Shag
Dominican Fade
Wall Street
Ice Cream
Inchworm
White Electric
My Machines
Futura
Encore:
Sundome

Especial felicitación a la gente de Guadalajara. Daniel, el encargado de prensa, fue tan amable que les juro que voy a presentarlo con la promotora que empieza con O y termina con CESA.