The Twilight Sad
No One Can Ever Know
FatCat Records
7.9
Por Marco Avre @moody_
Se podría decir que The Twilight Sad es una de esas bandas que mantienen un perfil bajo y que emergen a la luz cada que lanzan un material discográfico. La expectativa por su tercer álbum No One Can Ever Know empezó desde finales del año pasado cuando el sencillo “Sick” prometía un nuevo camino sónico para la banda, y en efecto, volvieron a salir de las sombras para que su nuevo álbum fuera esperado con anticipación.
Esta producción es de esos que empiezan en la portada, incluso quienes estamos acostumbrados a la oscuridad característica de la banda, nos encontramos también perturbados por la imagen que representa el disco, el título acentúa ese toque de misterio alrededor de la producción, y todas las canciones en efecto, nos hacen sentir que estamos escuchando algo prohibido, algo que no deberíamos estar escuchando.
“Alphabet”, encargada de cortar el listón, abre con la fuerza característica de las producciónes de Twilight, concisa, marca la pauta de las canciones que irán llegando. “Dead City” es sin duda un gancho que atrapa al escucha y mientras el disco avanza, la intensidad en la voz y el acento casi inentendible de James Graham van en crescendo, las letras tienen un tono amenazante, como las de un cazador en plena noche, Graham lamenta y advierte “I’ll find you, don’t worry” en “Another Bed”, canción que sirve como segundo sencillo.
Joy Division, Nine Inch Nails, así como los viejos y oscuros años de Depeche Mode se asoman en esta producción de manera muy amalgamada, aunque las influencias son irrefutables y evidentes en el uso de los synths y los acordes de las guitarras, no suenan cínicas. Los Twilight Sad muestran evolución sonora durante el álbum, esta vez suenan mucho menos crudos, cada nota está mucho más afinada y pensada; y en este rubro, habrá que darle el crédito a Andrew Weatherall en la producción.
El álbum termina con “Kill It In The Morning”, un cierre duro, con varias capas atascadas de sonidos más a la NIN que nos deja con la sensación de haber sido arrastrados por las guitarras desde el primer segundo del disco. Un cansancio que se disfruta luego de acompañar a la banda por un camino lúgubre bajo la narrativa de Graham. “A Million Ignorants” es un bonus track disponible en la versión iTunes que sirve para aliviar el remolino emocional de la tercera placa de la banda escocesa.
No One Can Ever Know es un disco que cumple, excelentemente, al despertar todo tipo de sentimientos, cada canción nos deja sedientos por la que sigue y el final es abrumador, sin embargo, el estandarte en los medios que la banda manejó para presentarlo como un “cambio radical en su sonido” no resulta del todo cierto. Aún cuando hay un cambio evidente, afirmar que es un giro de 180º, dejaría decepcionados a muchos que consultaran sus anteriores producciones.
Destacan: Dead City /// Nil /// Another Bed
Video: The Twilight Sad /// Another Bed
The Twilight Sad //// I Became A Prostitute (acústica)