Reseña: Frank Ocean /// Channel Orange

Frank Ocean
Channel Orange
Def Jam
9.0

Por Luis Arce (@lsfarce)

Desde la portada esta producción es sobresaliente. Entre los acontecimientos propios de su “hypeo”, no sólo como miembro de Odd Future, sino por su excepcional mixtape del 2011, y la maquinaria mental de un letrista que ahora demuestra ser más maduro, equilibrado y honesto consigo mismo; surge, astutamente pública, la persona de Frank Ocean. Aunque bien puede tratarse de una personificación de mercado, que anuncia su bisexualidad días antes del lanzamiento oficial de Channel Orange, o la personificación del narrador detrás de una genealogía propia por escrudiñar con sumo agrado entre la escritura y la intención lírica en cada una de sus cartas; en Channel Orange escuchamos la imagen de una persona que, como cualquier otra, se siente segura en el resguardo de los demás.

Frank Ocean lo ama, pero no tenemos que hablar sobre ello. Si bien estuvo presente en varios de los lanzamientos importantes del año pasado (Goblin, Watch the Throne o The OF Tape, Vol. 2) ni siquiera la idea nunca realizada de Nostalgia, Ultra, permitió anticipar el progresivo desarrollo de una carrera que asciende hasta cierto estrato ideal mediante el continuo descifrar de los sentimientos. Sin embargo, estas declaraciones prueban que para un músico altamente comprometido con el material que está creando, no existe un punto de mediación, no hay tal cosa como el desequilibrio, porque todo parte desde un equívoco, de cierta univocidad que permite al escucha entrar en cada fragmento de la música; pero se reserva lo más profundo de su individualismo para sí mismo. El álbum, de hecho no pierde tiempo en especulaciones, y prácticamente comienza con la exaltación del pensamiento amoroso, y la negación de cualquier consuelo en “Thinking Bout You”.

Estrategia de mercado o no, el asunto es fácilmente superado una vez entendemos la historia. Una confesión desembocada y sinuosa del narrador, que revela el doloroso conglomerado que es Channel Orange. Historia que exalta su libertad como artista, mientras construye lentamente su libertad como hombre.

Claramente estas letras y estos espacios dinámicos entre drum kits, cuerdas, instrumentación tradicional y hand claps, se corresponden con la nostalgia desenfrenada de cada nota que Ocean aletarga. Es un narrador de sutiles efectos, de historias que no cuentan con moraleja o enseñanza, historias cuyo mensaje está anulado por la desesperación de contarlas.

Prácticamente es ese lirismo el que entrega sentido al álbum; se trata de un lugar donde el mismo Ocean es dueño y corruptor de todas las reglas. Hay exclusión hacia dentro, como alejada de cada persona que intente ofrecer una palabra de consuelo. Como si encontrarse con la gente fuese “algo intrínseco a la vida”. Es sólo que no es la exclusión de un tipo solitario que habita cómodamente en su soledad. Por el contrario, Ocean trata todo el tiempo de alcanzar un estado de comunión donde pueda ser escuchado. “Pyramids”, la pieza central del álbum que roza los 10 minutos de duración, concentra algunos de los motivos centrales del álbum: un amor con imposibilidades de existir, palpable mientras pierde todo aquello que convive con la libertad de la persona que extiende su mano.

Entre esa pérdida y la manifestación más diáfana de su personalidad, Ocean, escribe historias de constante búsqueda, extravios que cambian su naturaleza, y con ello, la forma en cómo se relaciona con las personas. Durante “Super Rich Kids”, por ejemplo, su forma de cantar se siente llena de alegría, segura de las palabras que está diciendo: “Real love/I’m searching for real love” asienta de alguna manera la búsqueda conceptual que circunda todo el álbum: buscar entre las personas, un espacio para ser uno mismo, para hablar directamente desde nuestro propio ser.

Altamente satisfecho con el tratamiento que ha dado a su música, y a sus letras, Ocean nos ha regalado en Channel Orange, la manufactura más fina de su música, al formar una imagen, un calco de su persona que se distingue por un brillo único, y una narrativa cuyas entradas y signifados son profundamente subjetivos.

Escucha: Frank Ocean /// Pyramids

Video: Frank Ocean /// Thinking About You