These New Puritans
Field of Reeds
Infectious
8.6
Por Luis Arce @lsfarce
Los primeros tres minutos de Field of Reeds, implican una suprema atención del escucha. Durante estos minutos, una liviana armonía de piano y una inspirada partitura para cuerdas y vientos, dibujan lo que podría ser un aproximado del disco en su totalidad. Casi como si la instrumentación y las voces comenzaran a afinarse; un diminuto prólogo a lo que está por ocurrir. En “This Guy’s In Love With You”, todos los instrumentos rematan con una elevación gradual de la armonía, hasta colocar lo acontecido en perspectiva: este álbum es completamente diferente.
De no ser por el inconfesable sentimiento de Indie Rock que rodea este álbum, Field of Reeds podría pertenecer a la categoría de composición contemporánea al estilo de sellos como ECM; pero no, éste es un álbum de These New Puritans, es el tercero en su discografía, y es, por mucho el mejor logrado y el más desafiante de todos.
Resulta bastante agradable contemplar le evolución del trío; pues tras abandonar la mecánica Indie Punk de Beat Pyramid y la oscura electrónica de Hidden, These New Puritans consiguen no reiventarse en un sentido estricto; sino reinventar la manera en cómo transmiten su música. Líricamente son tan ingenuos como siempre; pero la atmósfera donde esta ingenuidad pasea ahora, es asombrosamente madura en estructura, y revitalizante en contenido. Si se quiere, el álbum puede ser leído como un delicado entramado de sonoridad, una orfebrería musical académica o una reflexión en torno a la presencia de un sonido “típico” dentro del indie-rock. Todas son lecturas válidas.
Tomemos, por ejemplo, uno de los mejores tracks del álbum “V (Island Song)”, está lejos de ser una canción típica Indie: dura nueve minutos, de los cuales, cinco son meramente instrumentales, con George Barnett, desplegando un ritmo cargado de profundidad estética y complejidad técnica, sin perderse entre la marea atonal de los instrumentos de cuerda y las tenebrosas vocalizaciones de su hermano Jack Barnett y la cantante Elisa Rodrigues.
Gran parte de las pistas, carecen en suma de una estructura fija, llegando a trastocar esos territorios libres de forma tan magistralmente creados por Talk Talk, o las exploraciones sonoras de compositores como Bèla Bartok y Arvo Pärt. De hecho, la misma grabación del álbum, que tuvo lugar en el Studio P4 Funkhaus Nalepastrasse, y luego en Londres, involucro en demasía la estética de las grabaciones de música de cámara, pues el disco en general suena crudo, sin mucho tratamiento y con un trabajo de producción que magnifica lo acontecido, más no lo reproduce. El ensamble dirigido por Andre de Ritter, y la instrumentación divergente –incluido un piano de resonancia magnética, mantiene el estrato “clásico” del álbum, sin pervertir la visión personal que el grupo tiene sobre estas composiciones.
El resultado es un álbum fascinante en texturas y espacialidad sonora. No por ello una investigación en el tratamiento de la música clásica, pero si una exploración sumamente específica y personal de la música Indie y su supuesta agilidad y sencillez.