Reseña: Braids /// Flourish // Perish

September 2, 2013

braidsBraids
Flourish // Perish
Flemish Eye
8.3

Por Marco Avre @moody_

Poco queda de aquel sonido oscuro y a veces macabro, difícil de describir pero sumamente emocional que fuera denominado como Trip-Hop hace ya dos décadas, en cuya vena corrían bandas grandiosas como Portishead (aunque renegaran del género), Massive Attack, Tricky e incluso Björk en ciertos momentos. Pero así, como otras bandas que alimentaron el género proliferaron, se fueron extinguiendo con uno o dos álbumes en su haber o migrando hacia otros géneros que les aseguraran un lugar en su disquera (Emiliana Torrini ¿alguien?)

Flourish // Perish, el segundo álbum de la banda canadiense Braids y su primero sin Kate Lee, miembro fundador y tecladista, se presenta como la evolución natural del sonido Trip-Hop pero 20 años después. El sonido Post-Rock que abundaba en el primer álbum del ahora trío y que les ganara una nominación al premio Polaris, ha sido llevado en otra dirección que podría augurarles una carrera más fructífera ahora que las guitarras han sido sustituidas por sintetizadores y las baterías en vivo por beats programados.

El sonido de bandas como Hooverphonic, Mandalay y Kosheen se ven revividos en este álbum que mezcla elementos del Trip-Hop original y los combina con electrónica actual, dando como resultado una obra sintética pero artesanal que se siente gélida y lejana aunque conserva cierta calidez en su núcleo. Post-Dubstep, Art-Rock y Psicodelia son otros de los géneros que podrían intentar describir este nuevo álbum sin que ninguno pudiera englobar la totalidad de todos los elementos sonoros que relucen en cada canción.

Se podría pensar en el álbum como un jardín lleno de figuras de hielo, dentro de las cuáles la voz y letras de Rapahelle Standell-Preston brillan en un punto cerca de la extinción pero con fuerza poderosa para alumbrar la figura completa. La experiencia es distinta a medida que vamos visitando cada una de las figuras, pero la atmósfera es la misma. “Victoria” la encargada de abrir el disco reverbera como un lamento en una cueva perdida. “Fruend” es a ciencia cierta la canción con la estructura más convencional y los ganchos más pop de todo el álbum, sin duda, el opuesto de cualquier canción de Native Speaker, disco debut de Braids.

Se podría decir que a medida que el álbum avanza, las canciones van tomando más densidad y empiezan a aumentar su duración. Los puentes instrumentales adquieren más terreno dentro de la composición del álbum reflejando cierta similitud con su primer álbum, culminando con “In Kind“, uno de los primeros adelantos del disco y lo más parecido al Post-Rock de su producción anterior.

Flourish // Perish es una pieza sólida de inicio a fin, difícil de entender pero fácil de digerir. Las letras son herméticas y en varios puntos casi inaudibles (como el coro final de “Ebben“), la instrumentación está detallada con wurlitzers que suben y bajan de intensidad y varios elementos inesperados que adornan las canciones y hacen que este álbum se convierta de momentos en una experiencia extraterrestre y en otros, una jornada en el sueño de alguien más. Con esta segunda producción, Braids ha logrado encaminar la pasión desenfrenada con la que compusieron su disco debut y lo encarrilan en un sonido mucho más distante y etéreo, más alejado de la influencia de Animal Collective y más parecido a obras como el Mezzanine de Massive Attack.



Post escrito por: Marco Avre

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