Por Ulía Moreno y moonman /// Fotos: BigIdeas (OzCorp) y cortesía Sony Music
Gustavo Santaolalla es posiblemente la persona más importante e influyente en el rock latinoamericano; desde su proyecto de rock sicodélico Arco Iris en la década de los 70, así como en sus siguientes bandas y como solista, fue comprendiendo el poder imaginativo que tiene la música.
Fue así como comenzó su labor como productor al volverse un artesano del sonido en donde esculpía por medio de instrumentos paralelos estilos musicales de importantes bandas tanto en Argentina como en México, ya que él fue uno de los grandes responsables del crecimiento del rock en nuestro país principalmente en la década de los 90. Posteriormente comenzó a explorar el valor cinemático de la música creando importantes soundtracks que lo llevó a ganarse en dos ocasiones un Óscar.
¿Qué mas queda por hacer? Gustavo decide crear un propio espacio, un lugar especial en donde de nueva cuenta retoma su posición como músico dentro de un ensamble, en donde el flujo de decisiones le permite estar más cómodo y abosorber de nueva cuenta la energía del público para procesarla y regresarla en forma música. Eso es Bajofondo para él, un lugar especial en donde se siente feliz y con el que ha podido viajar alrededor del mundo.
Bajofondo tiene un lugar muy especial en tu carrera
Sí. Me ha dado la oportunidad de tocar nuevamente en los escenarios y seguir explorando y encontrando cosas nuevas en la música. También me ha ayudado a expresarme y a saber de dónde vengo y a dónde voy ya que lo hago dentro de un grupo, cosa que no hacía desde Wet Picnic o Arco Iris. Luego de trabajar produciendo varios grupos me encanta volver a trabajar en un ensamble, por eso Bajofondo es un proyecto clave de mi vida.
Hace 10 años había otros proyectos como Gotan Project y demás proyectos de tango electrónico, pero hoy en día se ha mimetizado con más ritmos que se ha convertido en algo más complejo
Igual nosotros no calzamos en el tango electrónico porque para explicar nuestra música debemos mencionar por lo menos otros 15 géneros musicales. Cuando empezó toda esa movida fue interesante porque ni Gotan Project ni nosotros sabíamos de la existencia del otro, de hecho nuestro disco salió meses antes de ellos. No éramos los únicos, en Argentina había otra banda llamada Narcotango… era algo que estaba en el aire, había una búsqueda en la música electrónica para acercarse a la música étnica por lo que la producción era un papel importante.
¿Cómo llegaron a hacer este peculiar estilo?
Empecé Juan Campodónico y yo -Uruguay y Argentina unidos- invitando amigos para samplear y programar, por lo que comenzó como un disco de laboratorio. Tuvo tan buena repercusión en el mundo que nos incitó a armar algo en vivo. Al montarlo muchas cosas mutaron al cambiar programaciones a instrumentos en vivo. Hoy en día la energía que transmitimos es como de una banda de rock; la música es una mezcla de rock, electrónica, tango, progresivo, clásico, candombe y demás. El mote de tango electrónico viene de ese entonces, incluso hay muchas bandas en Argentina haciéndolo, pero creo que lo nuestro desarrolló un lenguaje propio.
Presente es un disco que ya no tiene invitados y tiene un sabor más auténtico
Al hacer este disco pensamos en que fuera hecha por nosotros nada más, a diferencia de tener invitados como lo hicimos en Mar Dulce. Fue muy especial porque ahora los que no cantaban ahora lo hicieron. En mi carrera siempre canté, pero nunca lo hice con Bajofondo por lo que le dio un sello más personal.
Yo creo que Presente es un disco más conceptual, no una colección de tracks individuales. Fue concebido como un disco entero. Está muy inspirado en discos como Pet Sounds de The Beach Boys o el Sgt. Pepper de The Beatles, justamente esos álbumes utilizan la orquesta además de la banda ya que le agregamos no sólo cuerdas, sino vientos y maderas que es característico de estos álbumes.
Cuando se habla de bandoneón es inevitable mencionar a Martín Ferres, cuéntanos de su aportación en la banda
Es el único bandeonista que ha terminado un concierto con las manos sangrando, he visto bateristas o guitarristas pero nunca a un bandeonista. Cuando estábamos en el proceso de armar la banda fue difícil encontrar su posición; lo que tiene él es que aparte de tocar la guitarra y el gusto la música clásica contemporánea, le encanta el rock. Es difícil encontrar un bandeonista así porque todos son muy tangueros.
Uno de los tracks que más interesantes de Presente es “Nocturno” porque utilizan instrumentos no tan comunes en Bajofondo
Es un tema que como el nombre lo indica es muy nocturno: tiene esa penumbra, media oscuridad… como un buen tema de Bajofondo es muy cinemático. Siempre recibí comentarios desde que estaba en Arco Iris que mi música era muy visual, y creo que ha sido un componente que me ha distinguido. Me gusta que también Bajofondo converja en este terreno también.
Lo interesante de Bajofondo es el uso del guiño interno de usar el doble sentido de las palabras, ya que nosotros tenemos un lenguaje interno en la banda como “Código de barras“, “Segundos afuera” o “Pide piso” así como el refinamiento que encontramos en “Nocturno” o en las cosas que ofrece Martín o Jade, pero también está el rocanrol, el heavy metal y la cancha de fútbol.
Hubo un momento en el que la globalización musical hizo que todo sonara parecido, ahora en Latinoamérica las nuevas bandas están reinterpretando sus raíces, ¿qué opinas de este movimiento?
Me parece genial. Todo lo que de alguna forma nos conecte con nuestras raíces y que demuestre tu identidad y que represente quién eres y de dónde vienes me parece buenísimo. Por eso hemos ido a Corea por cuarta vez, porque la música de Bajofondo aparte de tener toda esta mezcla de géneros que es un lenguaje que cualquiera entiende perfectamente, también tiene cosas locales que lo hacen sonar distinto, muy “sudaca”, como la milonga o tango que lo convierte en algo muy atractivo para todo el mundo.
Desde el Re de Café Tacvba, que ya va a cumplir sus 20 años, se veían esos guiños de unir lo folclórico con lo contemporáneo
Eso te iba a decir, bandas como Café Tacvba expresan muy bien quién son y de dónde vienen pero al mismo tiempo tienen un montón de cosas en donde la gente se puede relacionar.
¿Piensas volver a producir a alguien?
He producido más de 100 álbumes y me encanta hacerlo pero uno tiene que elegir darse su espacio. Estoy terminando un disco que dejé pendiente por el disco de Café Tacvba. Me encanta trabajar con ellos y lo haré el resto de mi vida porque los adoro y admiro profundamente y tenemos algo en conjunto que funciona y es bárbaro. El disco que casi termino es de un duo argentino llamado Orozco Barrientos. Por el momento estoy dedicado a Bajofondo y a mis proyectos para experimentar y buscar cosas buenas. De repente doy charlas en Nueva York o Madrid, o trabajo con orquestas juveniles… me gusta tener este tipo de actividades también.
¿Qué podemos esperar de tu concierto en México?
Hay varios motivos personales para visitar México. Es un lugar que adoro y en donde tengo grandes amigos como Café Tacvba, Julieta Venegas, Molotov, Maldita Vecindad, etcétera; aparte en la parte cinematográfica de trabajar en cuatro películas con Alejandro González Iñárritu. Es un momento alucinante para visitar México, tuvieron que pasar 10 años y hacer este disco para llegar a este punto. También hay varios integrantes que por motivos políticos se fueron a estudiar a México, entonces también tienen un enganche emocional aquí.
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