Fotos y texto BigIdeas (OzCorp)
Ver a CocoRosie siempre resulta una experiencia increíble. Desde aquella primera visita al Teatro de la Ciudad, donde todos los asistentes acabaron ignorando las sillas y se transformó la solemnidad del recinto a un lugar de baile más semejante a un carnaval, o su regreso en el Carnaval de Bahidorá y la forma en que la música de las hermanas hizo mancuerna con el entorno y la puesta de sol para darnos un concierto sublime.
Ahora, regresaron en menos de un año para promocionar el disco más reciente que tienen: Tales of a GrassWidow; cabe notar que además el concierto se realizó en el Auditorio Blackberry, que ha estado cerrado desde hace varios meses. El auditorio les funciona muy bien, ya que encima del excelente sonido que tiene, las canciones en su forma mutada así como la decoración – una cuerda para colgar diferentes prendas- sirven para darle un carácter más lúdico a la estructura.
Desde temprano ya había gente formada y el nivel de griterío previo (que nunca decayó durante el concierto) a que salieran era bastante ensordecedor; y pues sí, las hermanas no decepcionaron una vez más, sin embargo ahora, al concentrarse en material del The Adventures of Ghosthorse and Stillborn en adelante, de alguna forma el concierto se terminó oyendo un poco uniforme ya que muchas de las canciones funcionaban con la misma dinámica, comenzaban medio tranquilas, para evolucionar hacia un clímax que no llegaba del todo; al hacerlas así, uno siempre se quedaba con ganas de más (que tal vez era a propósito por parte de la banda).
Claro, esto nunca fue impedimento para bailar, deschongarse, gritar, inclusive aventar uno que otro vaso, especialmente con “We are on fire” ya en el encore. Tampoco pudo faltar el solo de Tez, su fenomenal beatboxer que una vez más mostró sus habilidades con la boca, lengua, garganta.
Aun cuando no fue tan impactante como ese concierto del 2010, Bianca y Sierra, ofrecieron un gran concierto y da gusto ver al BB funcionando de nuevo. Para los que apenas las vieron por primera vez, ojala que les suceda como a mí: que lo guarden como una de las mejores experiencias que tengan, tanto por su energía en vivo como la forma que se trasladan las canciones de los disco a su mutación en vivo. Vaya que las hermanas saben cómo dejar recuerdos.
