Por moonman /// Fotos cortesía Casete
Si hablamos de música electrónica latinoamericana debe de salir a flote el nombre de Matías Aguayo, ya que tiene una visión muy globalizada de cómo crear música para un público amplio, en vez de pensar en un nicho local. Ha pasado por distintas residencias en su vida: desde la provincia alemana, pasando por Chile, Perú y Argentina. Esto ha ocasionado que su mente sea abierta y receptiva para que fluya y nunca se estanque.
Sus ritmos son tan originales que sólo creando clasificaciones “Frankensateinianas” como Dark Disco y House Futurista podríamos alcanzar a imaginar lo que crea.
Aparte, es uno de los fundadores del sello Cómeme, el cual se ha convertido en un importante semillero de proyectos electrónicos alrededor del mundo y que en México comenzará a tener una presencia importante. Aparte se ha convertido en una interesante plataforma para conocer cuál es la temperatura que se viven en los clubs en ese momento en el que la noche deja de llamarse así.
La entrevista se realizó en épocas mundialistas, cuando aún Chile y México competían, así que nos dejamos llevar por la fiebre de ese entonces para romper el hielo y comenzar una agradable plática.
¿Le vas a Chile o Alemania?
Mi corazón siempre se va con Chile, sobretodo en fútbol. El equipo alemán nunca me ha gustado mucho. Cuando no esté Chile compitiendo le iré a cualquier otro equipo latino. Mi esposa Abril es mexicana, por lo que también le voy a México.
¿De dónde surgió esa fascinación por la música?
No hubo un momento en el que decidí ser músico. Hice música desde muy pequeño de una forma muy natural y grababa cosas. Trabajé mucho tiempo en teatro, estudié en una academia de arte, pero la música fue lo que dominó y lo que al final me dediqué, ya que nunca pensé que viviría de esto. Cuando comencé a hacer música Techno en Colonia, estaba motivado por la emoción mas no por una ambición profesional.
Tus primeras grabaciones, ¿cómo fueron?
Fue grabar cualquier cosa en casete, ya sea mi voz o el instrumento prestado de mi mamá. La computadora entró muy temprano a mi vida, por lo que lo tomé como un instrumento musical más. Paralelamente estuve tocando en bandas. Cuando empezamos con Closer Musik grabábamos en Minidisc y DAT y ahora ha cambiado mucho el proceso.
Eres una persona que ha viajado mucho por lo que has absorbido muchas influencias que se refleja inmediatamente en tu música
No es un proceso muy consciente. No voy a Colombia y luego hago cumbia o en Berlín tomo el techno. La música es un lenguaje claro y honesto y refleja el pasado y presente de países que ha tenido diferente experiencias y un presente con muchos cambios. Crecí en Chile, crecí en Alemania, luego viví en Perú, por lo que me tuve que adaptar a tener que hablar un lenguaje bastante abierto para que sea entendido en lugares diferentes. Esto no insinúa a quedarse en un sólo género y sofisticar música que sólo entienda gente de una región.
También uno aprende que no importa lo que piense la otra gente y que en el fondo la música es un refugio para mí porque me ayuda a soñar y a liberarme. Desde muy temprana edad no me sentí apegado a una escena o contexto, ya que vivía en la provincia alemana. Era una ventaja porque uno imaginaba cómo sonaba la música que era tendencia y eso hacía que trabara con instrumentos que no eran comunes.
¿Cómo incorporas todas esas influencias en tu música?
Siento que mi voz es mi instrumento musical, el que más domino y en el que soy más preciso, también lo veo a un nivel de arreglos. Creo que las melodías que creo con la voz son más interesantes que las que compongo con un instrumento. Me gusta mucho que el español tiene muchas variantes, entonaciones y acentos por lo que lo tomo de influencia para crear melodías y arreglos. Eso me gusta descubrirlo en improvisaciones al escuchar grabaciones instantáneas en donde agarro palabras y rimas que a lo mejor no tienen conexión. Lo veo como muy espiritual esa parte.
La ventaja de ser músico es que también tienes un labor de comunicador, un ejemplo de esto es el programa de radio de Cómeme. ¿Cuál ha sido el sentido social del sello?
Me ha cambiado la vida de una forma positiva porque me gusta colaborar con gente. Al momento en el que mi centro de atención no es mi propia creación, sino la de alguien más, se vuelve más esencial lo que uno hace al aportar y dialogar con alguien mas y crear una situación de trabajo muy diferente a la que uno está acostumbrado. Ha sido algo que me llena mucho.
¿Cómo se ha ido conformando la familia Cómeme? ¿Les mandan demos o son conocidos?
Cada uno tiene su historia. A Sano lo conocí una vez que fui a Medellín, él era parte de un grupo que me invitó, fui a su casa, lo escuché y me encantó su acercamiento a la músca. Los DJs Pareja los conocía mucho antes de armar Cómeme, lo mismo con Christian S, ya son de un circuito que se concretó desde hace tiempo. A Rebolledo lo encontré en las épocas de MySpace.
Lo que nunca ha pasado es que alguien nos mande un demo. Eso no existe. Por lo general surge de un contexto colaborativo ya sea haciendo remixes, giras o de residencias en Alemania, justo hace dos años hicimos una cerca de Berlín y de ahí surgieron varios materiales como lo nuevo de Philipp Gorbachev y mi reciente disco Visitor.
En cuanto a la electrónica mexicana, hay muchos productores “de recámara” (sobretodo del norte del país) que están consiguiendo una buena exposición, ¿qué opinas de lo que está pasando en México?
Creo que en México es uno de los países más interesantes en cuanto a “música contemporánea popular”. Siento una apertura musical muy grande por las nuevas generaciones. En Europa me siento en el Viejo Continente, porque siento que México está más futurista musicalmente. Desde 2006 que voy se ha vuelto un lugar importante para ti.
Tuvimos la oportunidad de verte con Mostro en el Festival Nrmal, ¿qué tan diferente te sientes con este traje?
Me interesa mucho separar los diferentes perfomances que tengo y desarrollar un concepto en vivo como Mostro, ya que es más físico.
¿Qué te gustaría explorar próximamente?
Me siento muy al comienzo de mi carrera. Creo que es muy importante sentirse así porque cuando uno cree haber logrado algo es cuando uno empieza a no buscar más y no crear situaciones nuevas. En Mostro puedo descubrir nuevas cosas porque tengo métodos de trabajo diferentes a los establecidos que tengo cuando me presento por mi cuenta. Experimenté con unos amigos de Colombia y grabamos un disco que saldrá a la segunda mitad del año.
Para terminar, ¿de dónde surgió el “Sucu Tucu”?
Es algo fonético. Es una interpretación de ritmos porque cuando hablo describo a la música creando sonidos. Es un sonido muy Giorgio Moroder (tararea “I Feel Loved” de Donna Summer).
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