The Antlers
Familiars
Anti- Inc.
6.7
Por José Marr @JR_Marr
Han sido cinco discos de The Antlers, pero sólo dos (incluyendo este) han estado ante la obligación de superar algo que ya es considerado una obra para la posteridad. Fue en 2009 cuando el trío de Brooklyn dio luz a Hospice, un disco cruelmente apegado a la realidad que narraba las vivencias de una niña en etapa de cáncer terminal, de una forma bella, bélica, épica, sutil y desgarradora. Tras esto, no se pudieron evitar fuertes comparaciones con Arcade Fire quienes acababan de proclamarse como mesías de ese tipo música con Neon Bible, pero The Antlers de forma inteligente buscó desmarcarse de esa comparación y continuar por otro camino, por ello en 2012 con Burst Apart de reinstalaron pero en un mundo más sombrío y de un sonido fabril, aún, manteniendo algunas conmovedoras melodías.
Hay que mencionar el cambio de disquera; mientras sus dos últimos discos se editaron con Frenchkiss, ahora han mudado sus cosas a Anti- Inc., por lo cual, se nota un cambio hacia un sonido que trata de no caer en errores, de no experimentar demasiado, de no arriesgar prácticamente nada. Tal parece que Peter Silberman ha olvidado el sentido de las canciones Pop, Familiars es un entorno más espacioso y cauteloso, hay mucho de la batería y trompetas que se desliza como si fuese Jazz extendiéndose por canciones que duran en promedio cinco minutos. De hecho, el mismo Silberman en entrevistas previas dijo haberse refugiado en obras clásicas del Jazz en busca de inspiración y es algo que sin problema se refleja en Familiars, tal como la apertura dada por “Palace“, pista cual se desmaya y se desenvuelve tiernamente sobre una línea de piano terso, así también “Hotel” es igualmente soñadora, que habla además por los cuernos sonámbulos que abren y cierran su viento tras la voz principal en lamento.
“Intruders” es un caso con algo más de color ya que debido a la guitarra hace algo de remembranza a los ratos más catárticos de Burst Apart. Funciona en especial aquí la voz de Silberman con versos somníferos, que quizá se han vuelto menos penetrantes pero más hipnóticos y cálidos. “Surrender” sería el tema más apegado al Jazz que aquí yace, esto llevado por el tiempo marcado por el platillo pastoso, la misma “Refuge” por su preciosa trompeta digna de Miles Davis.
Más que en cualquier pasado de The Antlers, se emplean en demasía con las secciones de vientos en favor de crear el ambiente melancólico adecuado. Hay una impresionante profundidad artística en la manera que se usan los instrumentos y la voz por lo que Familiars se envuelve con maestría en una nueva zona de confort, en ocasiones alcanza puntos que llevan al borde de las lagrimas (“Revisited” incluyendo su delirante final de guitarra). Sin embargo mentiría en dar por hecho que éste, es el mejor disco del grupo, quizá por algún momento la finura de su ornamentación sea suficiente para arrullar y perderse en ella, pero es muy cierto que nunca va a ninguna parte, de inicio a fin, Familiars se encuentra varado en el mismo lugar, como si fuese un callejón sin salida para sus autores, pasando de lo épico y bello, a lo bello y monótono.
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