RPM: 15 años de The Hour Of Bewilderbeast de Badly Drawn Boy

June 4, 2015


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I’m not here to try and fool you: 15 años de The Hour Of Bewilderbeast de Badly Drawn Boy
Por: Ernesto Acosta Sandoval @erniesandoval_

En su tercer álbum, Have You Fed The Fish?, Damon GoughBadly Drawn Boy para los cuates- afirma: “Tienes que darme dos días, y, mujer, te convertiré en niña”. Si me lo preguntan a mí, creo que en esa línea reside el truco de toda su discografía. A Gough no le interesa convertirse en un poeta de la música Pop, a él lo que le gusta es conservar una inocencia juguetona y adorable y desde el inicio de su carrera lo ha sostenido. En 2001, cuando ganó el Mercury Prize por The Hour Of Bewilderbeast, el álbum que hoy nos compete, afirmó: “Nunca creí ganar porque las cosas buenas no le suceden a la gente buena”. Es una afirmación que, viniendo de casi cualquier otra persona, sonaría pomposa y sobrada, pero del cantante y compositor originario de Bedfordshire es honesta y no lleva carga de malicia. Badly Drawn Boy, en The Hour Of Bewilderbeast debutó como un letrista directo, sin adornos, pero al mismo tiempo sin temor de experimentar musicalmente.

Quizá sea la atípica edad en la que Gough lanzó su primer disco (31 años), lo que le entrega un sentido de calma, de no quererse comer al mundo a puños. The Hour Of Bewilderbeast es un ente orgánico que respira y se toma su tiempo para irse construyendo. Es el otro espectro de la música pop, ese que casi nunca se explora y se ve. Algo así como madurez inocente. “The Shining”, la abridora, es una declaración de principios y pone el tono lírico para las siguientes 17 canciones: discreta y poderosa, fresca pero familiar. Eliott Smith, el héroe de Gough, debió haber estado muy orgulloso al ver su legado prolongarse aquí. Ya para cuando llega “Disillusion”, en la recta final, estamos completamente inmersos en el mundo de Badly Drawn Boy. Hemos recorrido un camino luminoso, que nos deja con una sonrisa en la cara que difícilmente algo nos podrá borrar.

Y sí, por momentos, el álbum se puede sentir inconexo, sobre todo por la duración del mismo, pero nunca pierde de vista las intenciones de su creador: mostrarnos que el mundo puede ser un lugar mejor al menos durante una hora y 18 canciones.

Post escrito por: Ernesto Acosta

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