Por Diego Álvarez Rex
Fotos Iván Castillo @ivanovobeach
Al tomar el micrófono y dar la bienvenida a los asistentes, Midge Ure preguntaba si era cierto que Ultravox fue “enorme” en México, y aunque el puñado de presentes juraba que sí a gritos, la realidad es que la sala medio vacía era prueba en su contra, ya que ninguna estación de radio o canal de televisión pudo convocar un lleno total evocando nostalgia a comparación de otros íconos de los ochentas OMD, Gary Numan o un pedazo de New Order llamado Peter Hook.
Mientras el coctel de bienvenida en el lobby del recinto tenía un gran porcentaje de invitados comiendo y bebiendo mientras el escosés iniciaba su recital, los pocos que se dieron cita para una de las figuras más importantes del New Wave por vez primera en México, demostraron ser verdaderamente seguidores al inclusive cantar a todo pulmón las canciones de su etapa de solista, cosa que el mismo cantautor en escena correspondió con sorpresa.
Para bien o para mal, el Midge Ure que se presentó en México tuvo un sonido lejos del Post Punk, New Wave o como quieran llamar a lo que en su momento fue Ultravox o Visage, ya que con la guitarra como instrumento predominante sobre todas las piezas, el estilo que más se dejó escuchar en el Lunario fue algo así como “Soft Rock para padres de familia”, similar a lo que hoy día hace Sting o Billy Joel, y aunque sonaran clásicos como “New Europeans“, “All Stood Still” y por supuesto “Vienna“, los nuevos arreglos hacían que el teclado y notas de sintetizador se hicieran presentes únicamente en puentes o “solos”, mientras que la mal ecualizada guitarra de Midge Ure adoptara protagonismo, al grado de ser el único iluminado en escena con todo y sus músicos tocando en una oscura penumbra hasta el fondo.
Gran parte del concierto la ecualización jugó un papel “revelador” ya que, si bien la batería, bajo y teclado sonaron totalmente opacos y por momentos con una nitidez digna de bar de mala muerte, al final se dejó en evidencia que aunque la ecualización mejorara el hecho era que Midge Ure debía sonar por encima de todo de manera tajante; a la audiencia no parecía realmente importarle ya que de principio a fin se recibía cada movimiento del cantautor con los gritos y aplausos que solo un devoto podría dar, pero siendo objetivos y directos, el show fue por momentos plano e inclusive aburrido (el momento de mayor alboroto fue la aparición sorpresa de Aleks Syntek que fue recibido con un tajante y abrupto abucheo).
Entonces, recordando el momento en que Midge Ure tomara liderazgo de Ultravox tras la partida de John Foxx, y como volvió al grupo de vanguardia a un conjunto Synth Pop para las masas, la realidad es que Midge Ure habita y siempre ha habitado los reinos del “Pop Rock”, pero más ahora toma su distancia de intenciones a transgredir, experimentar o siquiera avanzar en su nivel de ejecución.
Con todo y un tributo a Visage, más las obligadas “Hymn“, “Love’s Great Adventure” y “Dancing With Tears in My Eyes“, el show que tuvimos anoche basta con decir “cumplió”.