RPM: 40 años de Horses de Patti Smith

December 10, 2015

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Jesus died for somebody’s sins, but not mine: 40 años de Horses de Patti Smith
Por Ernesto Acosta Sandoval @erniesandoval_

Dice Danny Fields (en su momento, manager de los Ramones) que en la historia del Rock sólo hubo dos cantantes a los que se les podía etiquetar como poetas: Bob Dylan y Patti Smith, que es mejor olvidar a Jim Morrison y a cualquier otro letrista con esas ínfulas. Siempre es bien complicado aplicarle a la música Pop las reglas para ser entendida como poesía. Cualquier intento puede quedar como algo ridículo y hasta menor. Se necesita una sensibilidad muy especial para poder lograrlo, y sí, yo estoy de acuerdo con Fields: Dylan y Smith han sido, históricamente, los dos cantantes que, de manera constante, lo lograron, vez tras vez. ¿En qué consistió su éxito en la hazaña? Quizá en que favorecieron la palabra a la música, en que siempre confiaron en lo que estaban haciendo y en que les salía de forma natural. Sus respectivos estilos nunca se sintieron forzados: en ambos casos escribir letras complejas no resultaba pedante ni arrogante ni impenetrable. Patti Smith llegó a afirmar que lo que siempre quiso fue escribir para gente como ella, solitaria y alienada de la sociedad.

Smith en 1975 estaba enclavada en la efervescente escena neoyorquina junto con los Ramones, Blondie y Television. Los Ramones intentaban regresar al Rock a sus raíces, con canciones de no más de tres minutos y reducirlo a la estructura básica de verso-coro-verso. Television demostraría con su debut que se podía juntar las estructuras musicales de Jazz con lo que los Ramones proponían. Patti Smith y su banda juntarían las dos propuestas y las sublimarían con letras que remitían al simbolismo francés. Horses, el debut de Smith, es la mezcla de dicho movimiento con las específicas influencias de Arthur Rimbaud y Charles Baudelaire, una pizca de William Blake y la sencillez y efectividad de los tres acordes básicos para generar el Punk que poco a poco comenzaba a nacer. Lo fabuloso del álbum, y del estilo de la cantante, es que nunca se siente como que quiera impresionar al escucha, más bien lo invita a unirse al viaje que emprende en el momento en el que, seductoramente, articula la primera oración: “Jesus died for somebody’s sins, but not mine”. Vaya manera fulminante de querer captar la atención de aquellos que compraron el disco hace cuarenta años. A partir de ese momento, Smith nos toma de la mano para demostrarnos que lo que va a suceder durante los siguientes años es una revolución de proporciones épicas, tan épicas como lo son “Gloria”, “Birdland” y “Land”. Tan épico todo como la amenazadora y evocativa foto de Robert Mapplethorpe que sirvió de portada. Smith parece estar diciéndole al espectador que estos son sus principios y son innegociables.

Antes de que el Punk empezara formalmente, Patti Smith expandió las posibilidades artísticas y estilísticas del género. Pocas veces un álbum debut logró hacer eso: proyectar y definir todo un movimiento. Pocas veces un álbum detonó la influencia y dictó el estilo que habría de estar presente hasta nuestros días.

Sonoris Causa /// Patti Smith

Post escrito por: Ernesto Acosta

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