All you have to do is call: 45 años de Tapestry de Carole King
Por Ernesto Acosta Sandoval @erniesandoval_
“The Loco-Motion”, “Chains”, “Will You Love Me Tomorrow?”, “Take Good Care Of My Baby”, “Pleasant Valley Sunday”, “(You Make Me Feel Like) A Natural Woman”, “You’ve Got A Friend”. Todas trancazos a principios y mediados de los sesenta, interpretadas por artistas tan diversos y disímiles como The Monkees, Little Eva, Aretha Franklin, los Herman’s Hermits, James Taylor y hasta los Beatles. Todas, escritas o co-escritas por la misma persona: Carole King. Responsable de mucho del sonido de la época, y sin embargo, sin tener un estilo reconocible o repetir una fórmula. Eso es lo que hacía a las composiciones de King algo increíble. Definieron todo un momento desde la heterogeneidad. Con todo, resultaba difícil de creer que la compositora no hubiera debutado ella sola. En 1970 lanza Writer, sin mucha repercusión o impacto. Pero las cosas cambiarían al año siguiente.
En 1971, Tapestry la encontró retomando algunas de las canciones arriba mencionadas y un grueso de temas inéditos, pero ahora en su propia voz y con un estilo único que las revitalizó y demostró que King no sólo podía escribir para otras voces sino que la de ella misma era una voz cálida, conmovedora y poderosa a la vez. Mientras que la versión de Aretha a “A Natural Woman” es fuerte y cadenciosa, la de su autora es tiernísima y te puede romper el corazón a la primera. La versión de Taylor a “You’ve Got A Friend” por momentos peca de empalagosa, la de King se siente dulce, apapachadora y acariciante, como si Carole te la estuviera cantando a ti y nada más a ti. Pero no olvidemos “I Feel The Earth Move”, sin duda uno de los tracks abridores más fantásticos de la historia (o al menos, uno de mis favoritos). En tres minutos, como su título indica, Carole King ya estremeció la tierra, los altavoces, te noqueó y te mandó a la lona como no te lo esperabas. “Where You Lead” es una de las canciones de amor más alegres que puede haber, sin sufrimiento de por medio, y no necesariamente amor romántico de pareja, puede ser cualquier tipo de amor y eso es lo valioso.
Tapestry es de esos discos que parecen Greatest Hits. No importa si nunca has escuchado a King, lo pones y te das cuenta que conoces al menos más de la mitad de las canciones, en su voz o en la de alguien más.
Carole King está muy arriba en la lista de los grandes compositores Pop del siglo XX, a la altura de Jerry Lieber y Mike Stoller, de Lennon y McCartney, de Brian Wilson, de Phil Spector o de quien se imaginen. Su influencia es incalculable hasta la fecha y nunca es demasiado tarde para apreciarla, valorarla, servirse una copa de vino y poner la aguja sobre el primer surco y dejar que King nos acaricie el alma.
