Sunflower Bean
Human Ceremony
Fat Possum Records
7.9
Por José Marr @JR_Marr
CrazyRhythmsMusic
Hay algo de siniestro y bello en Sunflower Bean que se ha refinado y depurado tomando en cuenta las seis canciones que mostraron en su EP de 2015 Show Me Your Seven Secrets. Es un salto importante y un gran paso tratándose de su álbum debut cuando los tres integrantes apenas rondan los 21 años de edad, un punto donde en la vida se empieza a madurar y a la vez, aparecen los últimos destellos de jovialidad, algo que bien se plasma a lo largo de todo Human Ceremony. Pero debido a la media de edad que poseen Jacob Faber, Julia Cumming y Nick Kivlen las influencias del grupo no se encuentran directamente ligadas hacia bandas del siglo pasado, sino parece han sido capaces de tomar aspectos de gama alta de bandas de la élite Indie del nuevo milenio, algo que se expuso desde que a una de sus canciones decidieron nombrarla “Tame Impala“.
Shoegaze, Indie Pop, Rock, Post-Punk y Fuzz debajo de una atmósfera ligeramente teñida de Psicodelia pero con un sentido de la canción Pop impecable, estos son los elementos que conviven en esta ceremonia de 11 canciones. Por ello es impresionante el equilibrio que encuentran entre los momentos contundentes, los sutiles o donde se atreven a jugar con sus cualidades. Uno de sus muchos puntos fuertes son los entretejidos de guitarras oníricas de momentos luminosos como “Easier Said“, el drama sutil de “Creation Myth” con una maraca arriba de la mezcla además de sus acordes desencajados casi en la parte final. En ese mismo camino, el tema homónimo de apertura es un poco más misterioso e inquietante por la forma tan cambiante de su estructura pero hipnotiza por la seguridad con que se aborda, es el tipo de psicodelia en una estructura clásica que me atrevo a decir remite de alguna forma al Pink Floyd de sus mejores trabajos, a esto se suman algunas intervenciones por parte de Nick Kivlen quien sin hacer demasiado esfuerzo, posee un tono que termina por ofrecer lo suficiente de parentescos con la década de los 70s (¿Marc Bolan?).
Cuando se atreven con la celeridad y dinamismo lo hacen bastante bien. “2013” salta desde el primer segundo con un nerviosismo en su figura de guitarra inicial que no para hasta conseguir el acompañamiento del resto de instrumentos, es algo más rítmico y más complicado con sus movimientos, por el contrario la conversación en monosílabos deja lucir el aspecto musical que es algo realmente memorable. Si bien lo mostrado en su EP del año pasado era un estilo mucho más áspero en su conjunto, en este larga duración aunque la mayoría de los temas se ocupan de ser más brillantes, cadentes y accesibles, en actos como “Wall Witcher” y “Come On” se dejan oír nexos con su inmediato pasado, Punk eficaz sin complicaciones. Sin embargo no son momentos tan llamativos en comparación del resto del contenido, esto dicho porque “Wall Witcher” es tan incisiva con lo poco que ofrece que llega a ser molesta.
Dos de los atributos más fuertes de Sunflower Bean datan en la voz de Julia Cumming, quien pese a su entorno y pese a su imagen de niña indiferente y sin sentimientos, no pierde ni altera su tono tan puro y claro, incluso cuando comparte labores vocales con Kivlen, la química que hay entre ambos es magnificencia. Para esto hay que hablar de “I Was Home“, el tema más sorprendente del álbum, que en su primera mitad se sacude entre escasos dos o tres golpes enérgicos de guitarra, su parte central es un robusto riff y de repente se lanza al vacío decantándose en un Kraut Rock aerodinámico. En un caso parecido, las vocales de “Space Exploration Disaster” son de igual forma compartidas, en cambio, el desempeño de Faber en la batería es discreto pero preciso al mantener latente y amarrado el jam de Garage-Psych-Rock que sus compañeros elaboran arriba de sus tambores. Es un cierre que promete ser épico, pero no ocurre, sin embargo mantener la expectativa en casi cinco minutos lo hace ya bastante satisfactorio. Al igual que esta última canción, “Human Ceremony” muestra mucho de todo, en las suficientes cantidades y de la mejor manera por ahora posible para hacer creer que algo mejor está por venir cuando logren pulir más el talento nato y menos sus influencias. De momento, es más que suficiente.
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