Por moonman
Foto Óscar Villanueva (Flickr)
¿Por qué es indispensable ver a Rolling Stones en vivo? Sólo imaginen que su carrera rebasa los 50 años, ellos han pasado por muchísimas etapas en su vida donde se han adaptado a los tiempos en los que vivían, por lo que hoy en día ya tienen clarísimo su esencia y legado. Aparte sumen las horas que llevan sobre el escenario, por lo que saben a la perfección cómo funciona y cómo logran que la gente se mueva hacia donde ellos quieren.
La noche comenzó con la polémica decisión de tener a Little Jesus como teloneros, siendo el último eslabón de la cadena conformado por Caifanes–Alejandra Guzmán–Fobia. Independientemente del ruido que se hicieron en las redes sociales sobre si esta fue una buena o mala decisión, lo importante fue lo que pasó en el escenario. Desafortunadamente para los chicos, a esa hora no había tanta gente por lo que hubo una reacción neutra, no como las que normalmente tienen al tocar su hit “Azul“. Previo a su concierto, mostraron su nerviosismo en redes sociales y se notó en el escenario donde la energía desbordante que los caracteriza no pudo propagarse como debía. Será un buen momento para sus currículums, pero no resultó ser ESE momento como lo que vivieron en el Foro Alicia.
Ahora bien, siento que en esta ocasión (a pesar de que esta es la cuarta ocasión que vienen a México) habíamos muchos que sería nuestra primera vez en verlos. Sí, esos rumores de “posiblemente sea la última vez que los veremos” seguían en el aire, pero para sorpresa de todos es una banda que a pesar de estar entre sus 68 a 74 años, nunca dan señal de debilidad, todo lo contrario, es una cátedra de experiencia y de realmente mostrar que disfrutan el escenario y el recibir la energía de la gente.
Vamos por partes: Mick Jagger, ese personaje provocativo que probablemente puso a tu madre a pensar en una vida al lado de un rebelde, ahora cautiva a sus hijas o incluso nietas. Sus característicos movimientos siguen ahí, con sólo mover la cadera desencadenaba gritos por doquier. Cada paso que da en el escenario es certero: le gusta ir hasta las partes laterales para decirle a todos: “¡Hey! No creas que no te estoy viendo“. Aparte en el concierto no sólo pidió las clásicas disculpas por tardarse tanto en venir, sino que dijo cosas certeras como: “Hace 10 años bebíamos tequila, ahora bebemos mezcal” o bromear sobre Sean Penn y “El Chapo”.
Keith Richards es de los guitarristas que no puedes pensar cómo sería su vida sin su alma gemela -su instrumento musical-. Ya sea desde la guitarra eléctrica o la acústica sabe lo mejor que le puede sacar a cada una. Mostró un gran momento de humildad al terminar “el momento Richards” con la dupla “You Got the Silver” y “Before They Make Me Run” al arrodillarse frente a los miles de personas agradeciendo sus aplausos y gritos.
Ronnie Wood, quien se integró a la banda a mediados de los 70s, también muestra esa actitud rockera y relajada pero siempre al tanto de Keith para encararse con él y comenzar la conversación con sus respectivas guitarras. Para terminar está el discreto Charlie Watts, quien básicamente fue el que direccionó a los Rolling a un terreno más Blues y que el mismo Jagger lo considera como el líder real de la banda.
Fue gratísimo escuchar canciones que nos han acompañado toda la vida en vivo: desde “Start Me Up“, “It’s Only Rock ‘n’ Roll (But I Like It)” o la ganadora de la trivia en redes “Street Fighting Man“, canciones que suenan bien desde una estación de radio como Universal Stereo hasta en una fiesta. Hubo un momento muy íntimo con “Wild Horses” donde varios asistentes no evitaron la emoción y rompieron en llanto. La parte más energética fue con “Paint It Black” que pesar de que no fue un momento épico como lo que pasó en Argentina, puso a todos a corear la canción con gran entusiasmo.
Antes del encore tuvieron una cadena de hits que sonaron brutales con “Miss You“, “Gimme Shelter” (con la excelente participación de su vocalista Sasha Allen), “Jumpin’ Jack Flash” y “Sympathy for the Devil” y “Brown Sugar“. Posteriormente vino uno de los momentos más emotivos con “You Can’t Always Get What You Want” acompañados de un coro local para dar paso a la gran clásica “(I Can’t Get No) Satisfaction“.
Al final todos se reúnen, como lo han hecho miles de veces, y hacen reverencia hacia el público con particular emoción porque saben que el final de la gira América Latina Olé está cerca de su final. Gran noche.
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