Por moonman
Hubo tantas similitudes en el concierto de Hatsune Miku que inevitable recordar aquel concierto de 2002 de Gorillaz en el Palacio de los Deportes. En ambos estábamos gritando y cantando frente a figuras virtuales y entre la audiencia podías ver a padres acompañando a hijos muy emocionados y que posiblemente era su primer concierto.
Lo diferente es que Hatsune Miku es un fenómeno muy peculiar. Comenzó como un vocaloid, o sintetizador vocal, que rápidamente fue popularizado por la capacidad de ser personalizado por miles de usuarios. Por primera vez, se daba al usuario el poder de tomar una figura virtual y moldearla a su gusto.
Para 2010, se convirtió en el primer álbum de vocaloid en llegar a las listas de popularidad tras anunciarse una gira mostrándola como holograma mientras toca una banda en vivo. Desde entonces han ido perfeccionando el show al agregarle “invitados especiales” como Kagamine Len, Kaito, Meiko y Megurine Luka.
El show pasó de Dubstep, Techno Pop, Balada a Rock de una canción a otra. Lo interesante es que en cada una de estas facetas lo hacía muy bien, sin notarse algo forzado o que decayera la energía del público, quien agitaba unas barras fluorescentes al ritmo de la música.
En una parte del show saludó al público en español agradeciéndoles que hayan asistido a Hatsune Miku Expo 2016. Incluso después del encore cantó una de sus canciones en español.
Para esta gira, lanzaron un disco en donde invitaron a músicos alrededor del mundo en donde obviamente Miku era el personaje principal. Entre los que participaron encontramos a Hachioji P, BIGHEAD, GHPZ, cosMo@Mousou P, CircusP, φquestrate, Xiao-Ming, YZYX, AlexTrip Sands y los ya conocidos y consentidos de MGR Anamanaguchi. Justo con estos últimos estrenó una canción llamada simplemente “Miku” esta semana, en donde confrontan el J-Pop con la música de 8-bits. Hace tres años tuvimos la oportunidad de verlos tocar en vivo y fue increíble, acá pueden ver la reseña de lo que pasó.
Para un veterano que ha ido a bastantes conciertos, el de Hatsune Miku fue una muy grata experiencia. Es muy probable que sea el primero en una serie de artistas virtuales (o fallecidos) que se vayan a hacer. El único pero que pondría, es que aprovechando los recursos de una artista virtual pudieron despegarse aún más de la realidad creando efectos especiales, ya sea dentro de su mismo vestuario, así como en una mayor interacción con el público.
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