Anatomy of melancholy:
25 años de Ladies And Gentlemen We Are Floating In Space de Spiritualized
Por Ernesto Acosta Sandoval
El álbum comienza con una suplica, con un pedido que se repite a lo largo de tres minutos y cacho y que va quedando oculto: “All I want in life’s a little love to take the pain away, getting strong today, a giant step each day”. Va quedando oculto tras capas y capas de instrumentos, otras voces (una de las cuales canta/murmura/recita “Can’t Help Falling In Love”) y kilos de distorsión. Bueno, poquito antes de que comience, una voz femenina nos anuncia que estamos flotando en el espacio. La repetición de la línea como mantra sirve para que nuestro héroe y narrador ponga la mesa y se disponga a contar una historia muy dolorosa, desde que comienza hasta que termina. Eso es Ladies And Gentlemen We Are Floating In Space (1997) de Spiritualized. El arco de una relación tormentosa, una relación que todos hemos vivido al menos una vez en nuestras vidas, aderezada con abuso de drogas, caídas y Gospel. Es la manera de Jason Pierce (J Spaceman, para los cuates) de sacar adelante el dolor que le provocó la partida de Kate Radley y ver cómo se casaba con Richard Ashcroft de The Verve sin poder hacer nada.
Terminado el tema que le da nombre al disco entra con toda la fuerza del mundo “Come Together”, así como ese enamoramiento que de pronto nos noquea y nos deja en el suelo: “Little Johnny’s sad and fucked, first he jumped and then he looked”. ¿No es lo que hemos hecho todos? Al demonio, saltar y luego mirar. Pero luego comienza la reflexión sobre este crush inicial, “I Think I’m In Love”. Toda la apatía ante comenzar una nueva relación. ¿Qué me va a mostrar esto que estoy sintiendo que no haya sentido antes? Por el otro lado, la letra es lo suficientemente ambigua como para hablar de heroína al mismo tiempo.
En “All Of My Thoughts” y “Stay With Me” comienzan los problemas. Las dudas que en “I Think I’m In Love” eran sólo eso, acá se convierten en temores. En lo que dice Woody Allen al final de Annie Hall: “We need the eggs”. Tememos estar solos, pero tememos estar solos por las razones equivocadas. “Electricity” es lo que proponía “Come Together” ya materializado. Venga, saltemos y luego veamos qué pasa. Es la alegría de estar aquí y de hacer cosas nomás porque el amor nos empuja a hacerlas. Pero vienen de nuevo los problemas. Se vislumbra el final que va a ser devastador. “Home Of The Brave” tiene eso. Tiene las líneas que acaban con todo: “I don’t even miss it/but lord how I need it/When i’m not with her/I’m not all myself/Sometimes I have my breakfast right off of a mirror/and sometimes I have it right out of the bottle”. Es la destrucción, lo trashy de un final. Es una oda a la indiferencia, estimulada por cocaína y alcohol. Va creciendo, va creciendo y desemboca en “The Individual”, una explosión sónica de cuatro minutos de pura distorsión. El final. La destrucción. El fuego en pleno.
¿Qué sigue? La calma. Pero la calma anestésica. “Broken Heart” es el despertarse una mañana y darse cuenta que la otra persona no va a volver jamás. Es poner tu mejor cara y aceptar lo que sucede aunque sabes que por dentro te está cargando la melancolía de la peor manera posible y a la otra persona le importa nada. “Broken Heart” es el fracaso representado en 6:38 minutos de capas de cuerdas, la voz lánguida de J Spaceman que sientes que se le quiebra cada vez que dice: “Lord, I have a broken heart”. “Broken Heart” es de esas canciones que sirven para doblar las manos y rendirte, es la inmovilidad hecha canción. Pero hay una luz al final del túnel. “No God Only Religion” es el resurgimiento. El darse cuenta que nada es eterno, ni el más fuertísimo de los dolores que pudieras haber sentido. Todo para dejar la mesa puesta y hacer que “Cool Waves” nos lave por dentro y por fuera. Valga el lugar común de la calma después de la tormenta. “Cop Shoot Cop” cierra con 17 minutos de reconstrucción de uno mismo. También sirve para darse cuenta que, bueno, aquí estamos, somos lo que somos y somos todo lo que nos ha sucedido y que eso nos ha moldeado. No es esperanzadora como las dos anteriores, no es digerible ni nos quiere ayudar a salir adelante (ni que estuviéramos escuchando un disco de autoayuda). Somos esta suma de fracasos y así nos quedaremos.
Ladies And Gentlemen We Are Floating In Space de Spiritualizad es medicina, como el empaque lo sugiere; es catarsis, es expiación y es dolor sónico. Es una guía de 70 minutos para sobrevivir a uno mismo y seguir adelante.
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