Por Emilio Revolver
Radio Moscow vuelve a la Ciudad de México el 2 de diciembre para presentar su nuevo trabajo, New Beginings. Tan sólo en noviembre pasado se presentaron con éxito en el Foro Indie Rocks y están haciendo del país una parada indispensable en sus giras. Pero, ¿quiénes son estos nuevos amigos del público mexicano?
A diferencia de mucho del “Rock” que actualmente se practica, que parece tener sólo la mira puesta en el mainstream, y cuyas tonadas ligeras y sin calorías colorean muy bien comerciales de refrescos dietéticos o compañías de seguros para el retiro, el mayor talento de Radio Moscow parece estribar justamente en que la búsqueda de fama no los deja sin dormir por las noches, y parecen únicamente preocupados por entender la escala de Blues como un camino que se practica a diario; sólo les preocupa, gracias a Dios, la música.
El espaldarazo inicial se los dio Dan Auerbach, en 2006, cuando The Black Keys era otro de esos proyectos que estremecía por su inesperada capacidad de hacer del Blues algo novedoso. Parker Griggs fue a ver un show de ellos en Colorado, con un demo suyo en las manos, se lo dio a Auerbach, y, créase o no, la estrategia funcionó. El líder de The Black Keys esa misma noche le expresó que podría ayudarlo, pero no fue hasta un año después cuando le escribió para decirle que le gustaría grabar su música. Como es normal en el proceso de Auerbach, en tan sólo cuatro días fueron firmados por Alive Naturalsound Records y armaron por entero un álbum, Radio Moscow.
Esta historia atrajo la atención de los medios estadounidenses, pero la poca condescendencia al mainstream de Parker lo llevó a aumentar la saturación de las distorsiones y lo intrincado de los solos. Sólo le preocupa, en efecto, la vieja escala de Blues. Su segundo trabajo, Brain Cycles, de 2009, se sume completamente en la parafernalia del ácido y se aleja así de la inicial influencia de Auerbach. Alive Naturalsound Records le pidió que el material se grabara en Jamaica, quizá con la vana idea de tranquilizarlo un poco. Obviamente esto no ocurrió. El disco es una procesión de imágenes lisérgicas levantadas a través de solos y pedales; y es ya lo que debemos entender por Radio Moscow.
Si hasta ese momento Parker componía y grababa todo, construía la música de forma instrumental y al último las voces, para The Great Escape of Leslie Magnafuzz (2011) y Magical Dirt (2014), se unen a él Paul Marrone en la batería y Anthony Meier en el bajo, y se ganan el derecho de ser los irremplazables músicos que sellan este pacto de distorsión. A partir del 2014, ya como un power trio estable, salen de Estados Unidos y se dedican a explorar aeropuertos y carreteras. Su música sigue siendo un ataque furioso, los solos llegan desde todas direcciones, y hacen al escucha sentirse perdido en una selva llena de serpientes. Después de recorrer buena parte de Europa, en 2015 llegan a México, primero al Caradura, luego al Indie Rocks.
Para los incautos que todavía preguntan ¿de qué sirve tocar como The Jimi Hendrix Experience en 2017? Puede haber dos tipos de respuesta: una nos haría pregonar que el arte es como una nube siempre suspendida del influjo del tiempo, que es contemporáneo siempre, que es un eterno presente y El Quijote y Crimen y Castigo son cometas que pueden impactar el día y hacer un hoyo en la realidad de la misma forma en que lo hicieron en el siglo XVII y en el XIX, que las preguntas que levantaron son preguntas que están aún en el aire, pues atañen a la condición humana y ésta reformula sus propias respuestas a cada nueva generación y claro, un riff de Jimmy Page, Carlos Santana o Peter Green, un solo de batería de Buddy Miles o Mitch Mitchell pueden ser todavía la cosa más espeluznante que te pase en una tarde, y no por eso ser algo menor, pues ellos son tan indispensables ahora como en 1969 porque nos siguen llenando las venas de la energía suficiente para enfrentar la oscuridad, este pozo ultramoderno en el que nos encontramos; que el Rock, por antonomasia, es música para inconformes, y que mientras existan éstos alguien tendrá que tomar una Stratocaster y crucificarse en un escenario frente a ella, y claro, que el internet le da a veces todavía sentido a la vida llenándonos de información y nombres raros como Amon Düül II, Flower Travellin´Band, Ash Ra Tempel, Dust, Cactus, Power of Zeus, Radio Moscow, nombres que hacen dar gracias a dios porque siempre hay paraísos de miel por descubrir y monjes con guitarras navegando en el aparente sinsentido del Big Data, hasta que colisionan frente a algún avispado. Pero claro, esa sería la respuesta difícil. La respuesta fácil a ¿por qué tocar como The Jimi Hendrix Experience en 2017? sería: ¡¿Por qué carajos no?!
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