Foto Lulú Urdapilleta (OCESA)
Foto Lulú Urdapilleta (OCESA)
Foto Lulú Urdapilleta (OCESA)
Foto Lulú Urdapilleta (OCESA)
Por Josuelo
“When I’m in love I am Intense” es la frase que fue una la constante en la pantalla que acompañó durante la noche a Elizabeth Guerra Vázquez, en el cierre de la gira El Origen en el Teatro Metropólitan. Estamos a casi por cumplir diez años en espera de material inédito de Ely, un trabajo discográfico que le de seguimiento a su Hombre Invisible de 2009, pero en ese ínter y para aligerar la tardanza le ha sacado todo el jugo posible a su etapa, denominada “El Origen” un concepto que desde 2014 se ha tratado de compartir su música a dos voces, piano y voz, buscando llegar a lo más profundo de las almas de los espectadores, por medio de sus canciones y sonidos.
La presentación en el Metropólitan fue memorable, luego de cuatro años de recorrer muchas ciudades dentro y fuera del país acompañada de su fiel músico y amigo Nicolás Santella que durante las dos horas del show no se despego del piano.
Una actuación intima donde el set constó de una selección de temas que componen sus cinco trabajos de estudio como “¿Por qué tendría que llorar por ti?”, “Ángel de Fuego”, “Peligro” el hilo conductor de la noche lo iba narrando la señora Guerra y las etapas que tanto ella como lo presentes se embarcan al iniciar una relación amorosa y las diferentes fases emocionales, porque para Ely hay tres mentes: la femenina, la masculina y la gay, que es la que la tiene todo claro.
Ely se notaba contenta y muy desenvuelta platicando con sus fans, platicando que ahora que tiene 46 años se mira al espejo, va al gimnasio, sigue siendo sexual y que en toda este tiempo ha crecido espiritualmente mientras que los asistentes le contestaban con gritos y chiflidos, otros más le gritaban “Te amo” a lo cuál ella le contestaba “No sabes lo que dices” porque su fama de intensa es la que la acompañado todos estos años.
Su potente voz estuvo acompañada por momentos de su guitarra rosa, en la primer etapa del show Ely vistió de color blanca para regresar del intermedio cantado entre las butacas del teatro cerca de sus fans pero ahora usando color negro a manera de yin yang, la apropiación de sus versiones a temas de populares no pudieron faltar en esta actuación como “Solamente una vez“, “El Triste”, “Júrame”, “La llorona” temas que viven en nuestro colectivo mental y que se cantaban de una manera controlada para poder disfrutar de la voz de Ely y no ensordecer al de junto.
En un sube y baja de emociones porque como dice Ely: “No sólo aprendes a perdonar también tienes que aprender a soltar, que es lo más increíble sueltas la carga, te vuelves ligero y compartes“. Para despedirse, la cantautora comento que en el situación actual del país hay muchas cosas por las cuales merece la pena abogar, pero que lo mas importante es pensar primero en nosotros, por que si no la situación no va a cambiar y concluyendo que los mexicanos en dolor sabemos crecer, para cerrar como ha sido una contaste con el tema “Vale que tengas” a capella.
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