Ambiente general
Por Diego Álvarez Rex
Estamos aquí ante un festival que realmente destaca de sus congéneres o predecesores, no precisamente por un cartel enfocado en un particular nicho, sino por cuidar identidad y concepto.
Concebido como un evento con propuesta “cultural”, la ejecución de Roxy Fest ciertamente cumplió expectativas integrales para destacarse en ese ámbito; la zona infantil con música y numerosas actividades recreativas permitió que muchos padres pudieran disfrutar del festival sin arrear críos, mientras que la extensa área de mercadería estuvo bastante completa en ropa, joyería, accesorios y temas de salud y hasta zona de juegos de arcadia, secundada por numerosas opciones gastronómicas. Hubiera parecido que había otro festival dentro del propio Roxy.
Sobre el “concepto” del festival, el encuentro fue concebido como un espacio donde en cada edición se le rendiría “tributo” a un icono o estrella de la música con ayuda de una banda de reversiones y hasta la encomienda al cartel de ejecutar un tema del mártir en cuestión.
El año pasado se celebró el legado de David Bowie por medio de David Brighton’s Space Oddity, llamada la banda tributo al músico #1 en el mundo y aunque en ese entonces el cartel hizo caso omiso de este proyecto, para la edición de este año donde Freddy Mercury fue protagonista, Erasure cantó “Love of My Life”, La Unión “We Are the Champions”, Liniker e os Oaramelows “Another One Bites the Dust” y Franz Ferdinand la primera estrofa de “Crazy Little Thing Called Love” logrando una verdadera experiencia “conceptual” que desembocó en la presentación de God Save the Queen, el tributo a Queen más grande y laureado del mundo.
En el tema de la curaduría, incluir propuestas de Jazz como Antonio Sánchez, Os Caramelows y Troker le dio la vuelta a la alineación en pro de la variedad, ya que cada vez es más difícil ver esto en festivales locales aunque géneros como Ska, Rock, Pop y hasta Metal sigan prosperando, mientras que en el resto del cartel fue grato ver Hip Hop de la vieja escuela como Crew Peligrosos en vez del tendencioso Trap, así como Hard Rock por medio de The Last Internationale y los jóvenes prodigios regiomontanos The Warning que complementaron nombres internacionales muy grandes.
Hay que hacer hincapié en que el evento contó con varias bandas que al desfilar una tras otra durante los dos escenarios gemelos en la zona principal, bien hubiera podido más de uno ser la cabeza de todo el festival. Franz Ferdinand, LCD Soundsystem, Sublime With Rome, Incubus y hasta Erasure son de tocar en arenas o inmuebles usualmente grandes por sí solos, desembocando en que muchos se dieran todo un festín de grandes nombres y la reflexión que la distribución del orden de bandas debió ser tarea difícil y de ninguna manera se hubiera podido complacer a todos.
Sobre de la calidad de su ejecución, hubo un par de situaciones que dejaron mucho que desear más aunque fueron contadas a muchos les dejó sabor amargo, primero recortando cinco minutos a la histórica presentación de Peter Murphy con David J haciendo que el dueto peleara contra Erasure frente a todos por el sonido, y posteriormente dos apagones totales durante el set de Incubus, donde fuera de eso el evento pasó sin ton ni son, sumándole un breve y excéntrico karaoke de tres canciones para “enviar fuerza” a José José tras una operación.
En general, Roxy Fest descató para bien. Lamentablemente mucha gente seguramente recordará el evento más por las fallas mencionadas que por sus virtudes, y aunque los garrafales descuidos en producción y logística son difíciles de ignorar, la realidad es que el festival fue una innegable fiesta donde la música fue protagonista superando tendencias para concentrarse en concepto.
Es un evento que al cuidar los detalles mencionados en identidad y experiencia toma su distancia del resto de los masivos no sólo de Guadalajara sino del país. Habrá que tenerle en la mira puesto que festivales con esta dedicación tienden a llegar lejos.
The Warning
Jonaz
Technicolor Fabrics
Cuarteto de Nos
Crew Peligrosos
Sublime With Rome
God Save The Queen
The Last Internationale
Incubus
La Uniøn
Aquí tenemos un proyecto que por su bien debería desbandarse y despedirse de manera definitiva. A pesar de contar con Rafa y Luis, dos de sus integrantes originales, el proyecto ha transmutado de un cuarteto de New Wave y Pop Rock a un conjunto de Eurodance que confunde, aburre y sobre todo desilusiona.
Valiéndose del lastimoso elemento de la nostalgia, inclusive llamando a sus “congéneres” de 40 y 50 años a aplaudir y ser “jóvenes otra vez”, aunque los alguna vez iconos del rock español dejaron escuchar “Dónde estabais”, “Ella es un volcán” y “Lobo-hombre en París“, su nueva faceta las volvió irreconocibles y desabridas. Evítenlos a toda costa.
Antonio Sánchez & Migration
El cuarteto del laureado baterista mexicano dio un set contundente aunque difícil para el festival ya que arrancando uno de sus temas más largos, “Pathway to the Mind” que dura casi media hora, su aparición fue justo cuando el sol se encontraba más inclemente en la jornada musical.
Breve pero brillante, más aunque con todo y su cinemática ejecución de un Modal Jazz altamente psicodélico, muchos buscaron sombra o estaban con cara de suplicio producto del sol tan potente. Hubiera tal vez funcionado mejor en la carpa techada a la vuelta de los escenarios principales.
Peter Murphy & David J
El set que más dio de qué hablar y tal vez lo mejor del festival. Un icono del Post Punk y pioneros del Rock Gótico, por razones que nadie comprende eligieron Roxy Fest como parte de su muy limitada serie de apariciones en el mundo, para celebrar 40 años del nacimiento de Bauhaus. En medio de un solazo a las 5PM, una de las masas de gente más grandes se congregó para este breve pero histórico set.
Ambos músicos se encuentran en forma y demostraron porqué juntos suenan mejor. Al menos un tema de sus cuatro primeros álbumes así como célebres sencillos incluida la legendaria “Bela Lugosi’s Dead” robaron aplausos y hasta lagrimas, y aunque la ironía en que la otra mitad de la banda anda igual reviviendo viejas glorias en forma de Poptone seguramente pasó por la mente de varios, la celebración de tener a estas dos figuras reunidas por primera vez tras más de diez años debutando en un escenario nacional fue una celebración por sí sola, y que hizo revuelo en medios internacionales.
El final del set fue lo que más dejó de qué hablar, ya que al robarles cinco minutos la banda se negó a recortar su presentación y cerrar con “Ziggy Stardust” de David Bowie mientras les cortaban luz, sonido y hasta ponían en las pantallas el inicio del set de Erasure que sucedía a tan sólo unos metros. El publicó que igual se negó a dejar a la banda gritó lo que pudo de la canción hasta que la despedida con el audio del otro escenario fue tajante y la enorme masa de gente se fue insultando y arrojando proyectiles al de la consola de sonido.
Erasure
Siempre una innegable y divertida fiesta cada que Andy Bell y Vince Clarke hacen acto de aparición. Todas unas celebridades por su propio nombre, así como de los pesos pesados en el Synthpop británico, la banda no solo calmó la furia de los que previamente lucharon en nombre de Peter Murphy, sino que entre pelotas gigantes del patrocinador y menudos pasos de su carismático cantante, todo se tornó de color rosa ya que además incluyó una reversión a Queen siguiendo el juego del festival en rendirle tributo a Freddy Mercury.
Una presentación breve pero llena de éxitos, canciones como “Who Needs Love Like That”, “Sometimes” y “A Little Respect” que además de seguir siendo capaces de hacer bailar hasta el más tieso, tiene arreglos un poco más cercanos al Dance y a la Electrónica para darles una pequeña dosis de modernidad sin comprometer su esencia.
Liniker E Os Caramelows
Uno de los nombres de más vigencia en el Jazz Funk brasileño que ha encontrado un gran público como exportación de “World Music” en Europa, la banda fue una gran bocanada de música fresca para quienes huyeron del Ska Punk de Sublime With Rome.
Desde la carisma de su vocalista hasta la versatilidad de la banda, de poco en poco se fue llenando la pequeña carpa en el festival para dar paso a un gran set donde varios se arrodillaron para saltar, bailaron de un lado a otro y aplaudieron el ritmo de “Lava”, “Zero” y “Sem Nome, Mas Com Endereço”, entre otros.
Richard Ashcroft
Tras la cancelación de su show en El Plaza Condesa, muchos capitalinos aprovecharon esta oportunidad para ver una vez más a la leyenda del Rock británico con banda completa, y que sin duda se ve más que contento de estar en nuestro país. Explícitamente agradeciendo el “espíritu” del país y su entusiasmo como un detonante para seguir adelante, el oriundo de Wigan dio un gran set aunque para la hora fue algo pesado por tratarse de muchos temas lentos.
No podían faltar sus temas más celebres de solista como “Music is Power” y “Song for Lovers”, más clásicos de The Verve, lo que si, es que a Ashcroft le encanta extender los temas de manera innecesaria para puentes donde la gente aplauda, coreé y alce las manos volviéndolo un poco soporífero si no se está de humor.
Franz Ferdinand
Siguen siendo la mejor banda en directo de su generación. Con todo y la notoria ausencia de Nick McCarthy, el conjunto escocés sigue siendo garantía de un gran show, y más cuando la gente se sabe todas y cada una de sus canciones como es común en México. Con al menos un solo tema de toda su discografía, la banda jamás permitió que el ambiente decayera del frenesí que es verles y para muchos seguro fue el mejor set de todo el evento.
LCD Soundsystem
Una vez más el “headliner incomodo” de los festivales ya que para cuando este enorme ensamble de Dance Rock por fin aparece muchos ya se fueron o sencillamente no están de humor. La gente que no se fue después de Franz Ferdinand se retiró con Incubus y es que para estar esperando a la 1AM para escuchar lo nuevo de James Murphy y compañía tampoco es un horario muy amigable.
No solo pasó en Hellow Festival o en Corona Capital, sino leer sobre sus apariciones recientes T-In the Park, Primavera Sound o Coachella donde la realidad es que al poner a esta banda al final de los festivales como “gran cierre” ha sido contraproducente para ellos ya que a muchos les da igual y prefieren ahorrárselos. Aunque el ambiente sólo brilló por momentos en temas como “Tribulations” o “All My Friends”, en general el puñado de gente presente se sintió más como estar ahí para hacer valer su entrada que realmente disfrutar de un ensamble que es de hecho muy bueno en vivo. Una lástima para los neoyorquinos.