Han pasado mas de dos décadas de que Caifanes no han entrado como grupo a un estudio de grabación, para crear nuevos temas. Fue en 1994 con El Nervio del Volcán cuando cerraron aquella etapa.
Siete años desde la mítica reunión en el Vive Latino 2011, con cuatro discos en su historia son pilares del Rock nacional, ahora celebran 31 años de la formación de la banda. En esta ocasión y con un sold out de meses atrás, frente a 10 mil seguidores, Saúl Hernández agradeció por acompañarlos y seguir de necios como ellos, dando la bienvenida a lo que el llamo un “ritual” y “ceremonia”.
Un concierto de Caifanes es una experiencia de “grandes éxitos”, escuchar y ser participe de canciones que nos han acompañado por años, pareciera que es parte del crecimiento estudiantil de miles en fiestas y borracheras, temas ya del dominio popular del mexicano el show arrancó con “Afuera” seguida por “Viento” en dónde Diego Herrera destaca aventándose un solo de saxofón, para cuando llego el turno de “Miedo” de nueva cuenta Saúl de dirigió al publico declarando que: “Miedo a nada, a la vida hay que tenerle coraje, pasión y una perspectiva muy grande de lo que eres tú y lo que puedes hacer y que al amor nunca hay que tenerle miedo porque es lo único que nos maneja y nos libera y nos mueve en todo el universo”.
Con una producción modesta, se podía ver tres paneles de pantallas que por momentos se unían para armar una sola imagen, El uso de videos fue muy recurrente, se proyectaban niños felices sonriendo, trabajo de pintores del muralismo nacional ya consagrados, hasta emulación de peleas prehispánicas, contrastando con la iluminación por momentos de una bola disco gigante detrás de la batería de Alfonso André quien portaba una playera con el primer logo de la banda. Para “Debajo de tu piel” en las pantallas se mostraron los tatuajes de muchos fans que se han tatuado frases de canciones o los diferentes gráficos de la banda, con el perro en distintas versiones.
Previo a que arrancara el show en las pantallas, continuamente salían las redes sociales de la banda así como cada uno de sus integrantes, que por lo visto ahora están muy interesados en ellas y por ello incluyeron dos temas que por este medio sus fans les habían pedido “Sombras en tiempos perdidos” y “Nunca Me Voy a Transformar En Ti”.
Las leyendas del Rock nacional siempre han tenido una posición política muy clara y fuerte, cosa que las nuevas generación se han mantenido muy ajenas a esto, por eso Saúl no perdió la oportunidad levantar la voz: “Muchos desaparecidos, desmembrados, inocentes, estudiantes, es un llamado a los Derechos Humanos, donde todos nosotros debemos participar, colaborar, desde nuestro propio nido que es la casa, hacia enfrente que es la calle y luego el mundo, armar un camino de luz, cambiar la estructura, porque México no necesita Presidentes, si no bueno ciudadanos” dedicando la rola de “Antes de que nos olviden”.
Las canciones del disco debut de la banda han envejecido de una manera que hoy en día suenan muy actuales y que cualquier banda envidiaría como lo escuchamos con “Amanece” las primera notas de “Cuéntame tu vida” o la misma “Metamorféame”.
Fueron 24 temas los que pudimos disfrutar en esta actuación, para cuando regresaron al escenario y a manera de encore interpretaron una versión extendida y clavada de “Quisiera ser alcohol” en donde cada uno de los cinco integrantes mostraron su virtuosismo sobre el escenario. Se despidieron con la versión alargada y tropical de la cumbia “La Negra Tomasa” que hace 30 años levantó muchas ámpulas y rompió esquemas del purismo “Rock en tu idioma”.
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