And I have no compass and I have no map:
Zooropa de U2
Por moonman
Después de lanzar tu obra maestra ¿qué haces? Algunos optarán por huir para recomponerse y soñar todo de nuevo, o por otro lado, simplemente dejas que la creatividad siga fluyendo. U2 optó por lo segundo tras un año de estar de gira con el exitoso ZOO TV, en donde en vez de tomar un descanso se fueron al estudio para revivir algunas canciones que quedaron de la larga sesión de Achtung Baby y renovarlas.
Lo que originalmente sería un EP se extendió a un álbum y por primera vez en su carrera el tiempo estaba en su contra (la segunda ocasión fue con el apresurado Pop). Las sesiones se extendieron y se cruzaron con el inicio de la segunda parte de la gira, lo que ocasionó que después de cada concierto, la banda tuviera que volar de vuelta para Dublín para hacer sesiones nocturnas de grabación.
La dinámica interna cambió: The Edge se convirtió en productor y por segunda vez era el estelar en la voz de una canción (la primera fue ésta), mientras que Larry Mullen incursionó en el canto haciendo coros. Los sampleos se hicieron presentes al inspirarse en la creciente escena de Hip Hop americano y el naciente Trip Hop europeo. Algunos loops fueron creados por ellos mismos para después modificarlos a su gusto, otros los tomaron de archivos históricos de Lenin o incluso de Hitler al retomar el concepto de la nueva Unión Europea, la desaparición de la Unión Soviética y una nueva oleada fascista.
Todo esto hizo que por primera (y tal vez única) vez U2 se liberara de ellos mismos, haciendo un disco que no tenía una ambición, sino que complementara toda la experiencia de esta era. No había hits (tal vez “Stay“) y lo que se respiraba era experimentación que para 1993 era algo destacable. Mientras que fue un fracaso comercial, este disco se ha valorado mucho por atreverse a hacer cosas nuevas.
Otro regalo que dio Zooropa fue el entrañable personaje MacPhisto cuyas influencias fueron un personaje de una obra de teatro Robert Wilson, William Borroughs y Tom Waits sobre un alemán que hace un trato con el diablo. La segunda referencia, según su libro U2 by U2, fue un señor que encontraron en un club de Madrid vestido de forma elegante que saludaba a una audiencia invisible.
Sólo basta escuchar la introducción de dos minutos de “Zooropa” en donde salía a relucir la saturación de información de ZOO TV para luego transformarse en una cadenciosa canción que fue retomada hasta su gira 360º.
Hay grandes momentos como “Dirty Day” o “The First Time“, lo más distante que escucharán de U2 en “Daddy’s Gonna Pay For Your Crashed Car” o “Numb” y un magnífico cierre con “The Wanderer” al lado de Johnny Cash previo a su resurección al lado de Rick Rubin con la serie de American.
Zooropa es el Kid A de U2. Fue un momento de grandiosa creatividad que al parecer nunca volverá. Escucharlo en 2018 es hacerle justicia a una banda que dejó de experimentar.
Como dato curioso: ¿Sabían que originalmente se iba a incluir en este disco “Hold Me, Thrill Me, Kiss Me, Kill Me“, “Wake Up Dead Man” y “If You Wear That Velvet Dress“? Prueba de esto son las letras moradas que aparecen en la portada en donde estaba escrito el tracklist original.
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