Guys, you know you better watch out:
20 años de The Miseducation of Lauryn Hill
Por Ernesto Acosta Sandoval (@erniesandoval_)
El Hip-Hop es un género predominantemente masculino. Muchas de sus canciones, muchos de los temas que toca, exudan testosterona y, a veces, rayan en la misoginia. La industria en la que está enclavado también sufre de lo mismo. A lo largo de la historia del género, pocas han sido las mujeres que sobresalen por sus propios méritos, y resultan una rareza. En subgéneros afines, sucede igual. Pero hace 20 años, una mujer de entonces 23 años le dio la vuelta a la norma e hizo que todo se saliera de su órbita. Y sólo tuvo que desnudar su alma y mostrarse tal y como era. Olvidarse de todo lo que sabía, des-educarse, pues, y volver a aprender a armarse a sí misma. Esa mujer había sido la única presencia femenina en un grupo de rap unos años antes. Algo tenía que decir. Alguien tenía que escucharla. Por fortuna, ese alguien fue el mundo entero.
A The Miseducation of Lauryn Hill hay que entrarle sabiendo que no se van a encontrar respuestas. No es un manifiesto de ningún tipo porque no fue concebido como tal. Es una colección de canciones en las que su autora y cantante se pregunta quién es, dónde está parada, qué significa ser ella tanto como figura pública como ser humano, qué le significó su reciente maternidad en ese momento. Es una lección auto enseñada tras otra. Las 16 canciones que lo componen son monólogos internos que Hill nos comparte porque tiene la necesidad de ser escuchada. Como si al externarlo pudiera entenderse mejor. Hay referencias a la fama (“Ex-Factor”, “Superstar”), a amores perdidos (“I Used To Love Him”, “Nothing Even Matters”), a su propia sexualidad (“Doo-Wop [That Thing]”), y a la experiencia de haber dado luz unos meses antes y cómo eso la cambió para siempre (“To Zion”). Todo envuelto en beats gruesos, sampleos discretos, colaboraciones sorpresivas (con D’Angelo, Mary J. Blige y Carlos Santana), pero que nunca opacan la potente voz de Hill que por instantes recuerda a Aretha Franklin y a Whitney Houston, revelándola como la gran vocalista que parecía estar opacada en los Fugees.
En su debut, y único álbum hasta la fecha, Lauryn Hill dejó el alma y abrió la puerta para que otras cantantes pudieran apropiarse de un género mucho más allá de ser el adorno en el que generalmente las posicionaban. 20 años después, seguimos des-aprendiendo todo lo que creemos saber gracias a la profesora Lauryn Hill.
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