Por moonman
Cuando todos se quejan sobre algo y no hay nada que lo sustente se crea una complicidad en la que todos somos parte del problema y mucho menos de una solución. Esto fue algo que alarmó a Francisca Valenzuela, quien al darse cuenta de que la falta de presencia femenina en la industria musical era muy notable, hizo un a investigación para mostrárselos a quienes creen que el problema no existe.
No sólo hablamos de intérpretes, sino de personas en mesas directivas, booking, management y producción que realmente puedan comprender mejor las inquietudes de una mujer al usar los recursos adecuados para que sus mensajes lleguen correctamente.
Aparte de crear el festival Ruidosa, una plataforma donde se discuten todos estos temas, Francisca Valenzuela ha explorado en todas sus canciones ese sentir femenino con una postura firme, sensible, de constancia y más recientemente de coqueteo, pero siempre en un ambiente de confianza y seguridad.
La última vez que te vimos fue en un concierto en Pata Negra, que de hecho tembló
Sí, nos bajaron a todos y nos subieron de nuevo. La gente reaccionó muy bien. Fue en un periodo “inter” posterior a Tajo Abierto. Estaba en la mitad de un baile muy clavado y la banda paró y el guardia me dijo: “Diles que está temblando”. Fue cómico.
En este periodo previo sacaste muchas colaboraciones donde exploraste tu parte más bailable y electrónica, ¿por qué te fuiste por este lugar?
“Tómame” es la primera canción de lo que viene, que no todo no será bailable. Creo que la introducción del lenguaje sintético y electrónico fue una herramienta liberadora. Me gusta el formato banda, sigo con ellos en vivo para las canciones nuevas, sin embargo la posibilidad de producir y grabar combinando los sintético y análogo ha sido muy bacán y me ha dado un lenguaje para construir canciones de manera más solitaria, para explorar nuevos caminos. Eso me abrió un mundo de sonidos y actualización a sonar a lo contemporáneo y entenderlo para tener opciones a elegir con esas herramientas.
Me encanta la letra de “Tómame” porque estamos pasando una época crucial de las mujeres. Tomaste un lenguaje juguetón y directo como si estuvieras con tu novio en la sala y quisieras jugar al hablar de tú a tú. Dices cosas sexys y provocativas pero padres y que una mujer te lo diga está increíble. Las baladas siempre han sido hombres hablándoles a la mujer y ahora tú cambias los papeles
Es tal cual eso. Antes de pensar que esta canción tenía una postura como rol de género, era una canción Pop deseosa y juguetona y casi chistosa porque es obsesiva. Apela a cuando uno esta en esa fase que le pides a la otra persona que se acerque, es casi eléctrico.
Inconscientemente estamos programados tanto hombres y mujeres a pensar en el género como algo polarizado, es decir, yo puedo ser una mujer pasiva y sumisa y soy objeto de deseo como muñeca pero no soy interactiva y no demando y hay espacio al error; o puedo ser una mujer atrevida que es ninguneada por ser así. En la canción quiero ser una mujer con postura y con autoridad y autonomía pero también puede invitarte. Retroactivamente, luego de acabar la canción me di cuenta de eso que estaba en la letra, pero al final del día quería canción entretenida, sexy, femenina, coquetona y bailable de una mujer deseos desprejuiciada sin temer a ser dueña del placer o del cuerpo.
La canción concentra muchos puntos nuevos ya que siempre en tus canciones muestras una visión femenina pero aquí pones un ambiente de confianza
Hay confianza e invitación. Creo que es más gozadora y hay más seguridad. Hablaba de eso con una amiga en Chile que canciones como “Dulce” o “Mujer modelo” que tienen perspectiva de género muy activa, “Tómame” es el resultado de la seguridad porque no la pude haber escrito hace 10 años cuando tenía otra batalla interna, de seguridad corporal, física o relaciones que vas aprendiendo conforme vas creciendo.
Hablando del festival Ruidosa, platícanos un poco de la expansión que ha tenido
En el fondo Ruidosa es una plataforma de contenido y de comunidad así como en festival que busca el empoderamiento de las mujeres creativas para buscar una transformación social igualitaria. Como en muchas áreas de la sociedad hay una evidente baja de participación y representación de las mujeres en la industria creativa. Cuando me puse a investigar los números de participación de las mujeres, esos números no existían por lo que debíamos generar data, diálogo y testimonios para diagnosticar el problema y desmitificar el proceso profesional porque muchos creen que el proceso profesional es mágico; quise entender eso con perspectiva de género al colocar mujeres en las mesas de negociación porque en booking o management o en medios que casi no hay mujeres. ¿Por qué no están? ¿Hubo diferencia entre ellas? Queremos crear un diálogo donde exista eso de forma testimonial con data para guiar.
Eso era una inquietud externa que tenía así como el sueño de aportar algo al problema y buscar una solución. Desde lo personal, quise aprovechar que soy conocida en Chile para buscar recursos y entregar herramientas, información y conocimientos. Es importante dar el ejemplo, ver a diferentes mujeres haciendo muchas cosas y decir que hay muchas formas de ser exitosas. Hay que darse cuenta cuando no hay mujeres en un lineup, en un directorio o en un sindicato, porque la ausencia está y nadie se da cuenta.
Dijiste algo clave porque todos se quejan sin algo que sustente el problema
Hay una sensación subjetiva que es válida porque todos lo sienten. Sin embargo al tener la data ha sido un factor para la gente que no creía en eso. Incluso con la primer edición de Ruidosa en Chile me decían: ¿Para que haces eso si sólo van a juntar para quejarse? Yo les decía que hay un problema real de participación, estereotipos y doble estándar y todos somos parte del problema por lo que todos debemos de ser parte de la solución.
¿Habrá una nueva edición de Ruidosa en México?
Tal vez el próximo año. Hay en pauta una actividad en México y Estados Unidos.
Cuéntanos más del nuevo disco
Fue grabado en Los Ángeles y algunas cosas en Chile. Está muy picoteado: hay canciones en estudio, otras en mi casa, otras con músicos chilenos… todo sigue en proceso y siguen haciéndose las canciones. Hay muchas. Aquí habrá una línea cohesiva más fuerte que Tajo Abierto pero sí hay canciones más diferentes entre sí. Todas tienen una mezcla de instrumentos como piano, guitarra, cuerdas, bajo o guitarras que se unen a una columna más sintética. Hay una paleta de sonidos más definida.
Algunos artistas latinos están yéndose a Los Ángeles para hacer su centro de operaciones como Alex Anwandter o Russian Red, ¿a ti que es lo que te inspira de la ciudad?
Me crié ahí, así que me siento muy familiar al ambiente y me hizo sentido volver. Yo creo que Los Ángeles tiene dos cosas: una es que es el epicentro cultural mundial, es decir, allá veo más amigos mexicanos que en México. Es un lugar donde la industria está tan profesionalizada que uno aprende mucho y encuentra maneras nuevas de explotar tu carrera. Por otra parte, esto lo digo después de vivir ahí, la gente vive una vida creativa, es una ciudad que no pasa en las calles, pasa en los estudios. Allá me encierro, trabajo y me concentro, hay una vida creativa muy nutritiva y es algo que no había encontrado en otra ciudad.
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