Reseña: Mercury Rev /// Bobbie Gentry’s The Delta Sweete’ Revisited

February 8, 2019

Mercury Rev
Bobbie Gentry’s The Delta Sweete’ Revisited
Bella Union
8.9

Honor a quien honor merece

Por Andrés Quiroz

A finales del año de 1967 y principios de 1968, había un creciente dominio de la Psicodelia en la música popular alrededor del mundo. Con The Beatles publicando el Sgt Pepper’s Lonely Hearts Club Band o The Jimi Hendrix Experience editando su álbum debut, la tendencia de la música era inevitablemente hacer Psych Rock. Pero justo a la par de este movimiento, al sur de los Estados Unidos en marzo del 68, veía la luz un disco que a ya casi 51 años de haber sido publicado, parece aun no tener el reconocimiento que se merece. Saliendo solo unos meses después de John Wesley Harsing de Bob Dylan y casi a la par del aclamado Sweetheart of the Rodeo
de The Byrds; The Delta Sweete’ de Bobbie Gentry (la cual debería ser considerada la primera Ópera Country-Rock) es un tesoro escondido que ha pasado desapercibido al oído de muchos de nosotros.

Justo un mes antes del 51 aniversario de The Delta Sweete’, Mercury Rev nos regala The Delta Sweete’ Revisited, que en sus propias palabras es: “Un amoroso homenaje a ese logro, uno de los mejores discos que nunca has escuchado”. Y no se trata de un simple intento de Donahue y Grasshopper de otorgarle la justicia y el peso que debería tener este disco en la historia del rock; sino también se trata una afectuosa y comprometida resurrección de un álbum, que hace tres décadas ya habían explorado en su transcendental e influyente Deserter’s Songs de 1998.



Desde su estudio en el condado de Catskill en Nueva York y acompañados por Jesse Chandler, ex tecladista de la banda Folk americana Mildlake; Mercury Rev honra el trabajo, la determinación, la creatividad, y las extraordinarias historias de Gentry, con una grandiosa y alucinante reinvención en cada una de las canciones, todo esto acompañado de un elenco vocal de lujo. Un banquete extraordinario de voces femeninas con diferentes personalidades que van desde Hope Sandoval de Mazzy Star, Lætitia Sadier de Stereolab, Norah Jones, Beth Orton, Lucinda Williams Marissa Nadler entre otras, que llevan el legado de Gentry a otro nivel.

Con una instrumentación que va desde fantásticos arreglos de cuerdas y mellotrones que completan la asombrosa atmósfera, mientras que el contrabajo dicta y dirige la cadencia del disco, acompañado de pianos suaves, guitarras melodiosas y un magnifico trabajo de percusiones que raya en la perfección, situadas en el momento preciso de cada una de las canciones; todo esto al servicio de las majestuosas voces reclutadas por Donahue y Grasshoper, el disco se convierte en una joya. Un justo, amoroso e indescriptible mar de sensaciones, del cual Bobbie Gentry debe estar muy agradecida.

El disco abre, al igual que aquel de 1968, con “Okolona River Bottom Band“, a cargo de Norah Jones; quien te transporta a a las orillas del río Okolona, mientras viajas de Biloxi Shore hasta Kosciusko, usando su voz al doble como transporte, en medio de un camino lleno de cuerdas, arpa, piano, y un contrabajo que te muestra por donde hay que ir. El rumbo del disco parece estar marcado, y entonces aparece Hope Sandoval con “Big Boss Man“, dándole drama y angustia a una letra que nos recuerda que, las cosas en el sur de Estados Unidos nunca suelen ser nada fáciles si no eres el “gran jefe”. “Mornig Glory” se convierte en la canción perfecta para despertar a las orillas del río Misisipi, tomando el desayuno con el paisaje perfecto, mientras que al lado tuyo escuchas a Lætita Sadier cantar sobre una mañana gloriosa y el amor, acompañada de
un hermoso piano, un arpa que aparece de repente para engalanar todo y unas campanas que flotan al ritmo de su voz.

En “Sermon“, Margo Price, quien ha conocido de cerca la verdadera lucha de la iglesia en el sur, canta como toda una sobreviviente, sobre un obscuro sermón que contrasta con toda la explosión de color, y ritmo, que Mercury Rev entrega a lo largo de la canción; algo que ya es una especialidad en Donahue y compañía, solo hace falta recordar The Light in You de 2015, el extraordinario All is Dream de 2001, el alma iridiscente y giratoria de See You on the Other Side de 1995, o el turbulento y soberbio sencillo “Car Wash Hair” de 1992.

Tobacco Road” a cargo de la noruega Susanne Sundfør, y la atmósfera de Nico-ártica que prevalece a lo largo de la canción; Phoebe Bridgers cantando “Jessye’ Lisabeth“, asomándose a través del suspenso Acid-Western de Gentry con calma, como un ángel reconfortante, y Marissa Nadler con una hermosa versión de “Refractions“, que te hará sentir el ambiente húmedo del sur, son el complemento perfecto para un disco perfecto. Para cerrar de manera soberbia, Mecury Rev regresa a la mesa el clásico que llevo a la fama a Gentry en 1967: “Ode to Billie Joe” de la mano de Lucinda Williams, una gigante del Country estadounidense, para recordarnos que los espíritus que Gentry liberó con The Delta Sweete’, siguen siendo tan agitados y convincentes como hace 51 años.

Un homenaje fantástico de una banda que sufre un poco de lo mismo que Gentry; contar con álbumes majestuosos y quizás ser un poco infravalorados por la industria, el público y la escena musical actual. Honor a quien honor merece, y tanto Mercury Rev como Gentry, nos han regalado dos discos que son unas joyas en toda la extensión de la palabra.

Post escrito por: Andres Quiroz

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