Me hubiera quedado contigo de aquí a la eternidad:
10 años de Romancero de La Bien Querida
Por Ernesto Acosta Sandoval @erniesandoval_
Ana Fernández-Villaverde originalmente era pintora. Hasta que J, de Los Planetas, la animó a comenzar a componer música. Se rebautizó a sí misma como La Bien Querida, grabó unos demos, los subió a su MySpace a finales de 2007 y se convirtió en una celebridad en el internet. Poco después entró al estudio a grabar lo que terminaría siendo su álbum debut, Romancero para la Elefant Records y todo explotó. Cuando el disco apareció, las comparaciones con el resto de la escena Indie-Pop de España de 2009, surgieron de inmediato. Pero La Bien Querida pronto mostró un desmarque notorio de Family, Sr Chinarro, La Buena Vida, y demás intérpretes.
Romancero es una colección de doce canciones que la muestran como una compositora única y especial. Sus letras son absolutamente confesionales pero con un estilo particular que les otorga una inmediatez que nadie de sus contemporáneos parecía tener. La mezcla del uso de un lenguaje cotidiano, sin muchas florituras, enmarcado en una voz entre dulce, susurrante, y platicada, como en “De Momento Abril”, más arreglos que conjuntan una pizca de Flamenco, con Electrónica Lo-Fi y Pop sesentero (“ADN”, “9.6”, “7 Medidas de Seguridad”), resulta en un respiro que todo el que lo escucha no sabía que necesitaba. Al haber sido artista plástica en su vida anterior, Fernández-VIllaverde tiene todas las herramientas necesarias para crear pequeños paisajes preciosistas en cada una de sus canciones en los que plasma su día a día, sus cuestionamientos respecto al amor, a las decepciones, sin nunca dejarse ir por un lado cursi. El amor al que le canta La Bien Querida en Romancero es un amor adulto y una deconstrucción adulta del mismo. Y he ahí el gran acierto de estas doce canciones. Es como si Jeanette se juntara con los Magnetic Fields, lo cual queda por completo de manifiesto en canciones como “Cuando Lo Intentas” o “El Zoo Absoluto”.
Romancero es un debut redondo, en el que su intérprete muestra todas sus armas sin temor al futuro, sin temor a quemar todos los cartuchos porque su creatividad se desborda por las bocinas, y cuando crees que ya lo ha mostrado todo, en la siguiente canción siempre hay algo más que te agarra por sorpresa. Como las desilusiones a las que les canta La Bien Querida. Lo bueno es que contamos con su voz para alivianar los golpes.
